Infancia y adolescencia - Longevidad, Salud

lunes, 21 de marzo de 2011

Infancia y adolescencia



Hace unos días publicamos un artículo sobre pediatría, la medicina para niños. Siguiendo con el tema, observamos que nuestro crecimiento físico es muy rápido. Siendo bebés en la primera infancia, desde el nacimiento hasta los 2 años de edad, nos llevamos objetos a la boca para conocerlos, empieza en nosotros el deseo de caminar y recurrimos al gateo.

Empiezan a nacer los primeros dientes, emitimos los primeros sonidos y las "NO" muchas veces al día. Algunos adultos llaman a esta etapa "las temibles dos (frustración y mal comportamiento)".


En la segunda infancia, comprendida desde los 2 años hasta 4 años madura nuestro sistema muscular, óseo, circulatorio y nervioso. Durante la segunda etapa de la infancia se producen progresos en nuestra motricidad.

En la tercera etapa de la infancia, desde los 5 a los 7 años, maduran el aparato motor y el sistema inmunológico. El desarrollo físico sin paralizarse, es más lento.

En la cuarta y última etapa de la infancia, de los 8 a los 10 años, los músculos han alcanzado su máxima capacidad, esto se refleja en una actividad constante.

De los 10 a los 19 años vivimos un periodo de adolescencia en el que pasamos por diversas fases: La adolescencia inicial o pubertad, que llega hasta los 14-15 años después de haber comenzado a los 10 años en las niñas y los 11 años en los niños.

La segunda fase de la adolescencia, conocida por adolescencia media o tardía, abarca el periodo de edad que hay de los 15 a los 19 años. Una vez pasada la etapa de la adolescencia, con todos los cambios psíquicos y físicos, ya siendo jóvenes, nuestro medico es el doctor de medicina general. A partir de los 19 años y hasta los 24 años, estamos en un periodo de juventud plena.

Una vez que debido a nuestra edad somos jóvenes, desarrollamos un cambio orgánico además de un desarrollo social, (como cualquier otro animal), que se dirige hacia la emancipación. También vamos hacia un desarrollo espiritual y cultural en el que se maduran las ideas. Este cambio, al contrario que los anteriores (cambio orgánico y desarrollo social), no es natural.

Existe una crisis juvenil, no sólo en lo psicológico, sino también en el terreno pedagógico. Después de la etapa anterior, de adolescencia, nos hemos encontrado a nosotros mismos y descubrimos un mundo de valores sociales que nos van a ayudar a ver la vida de forma diferente. Nuestro estado de ánimo va ser más estable, lo que nos va a dar más alegría de vivir.

La juventud es la fase de consolidación del carácter que seguramente prevalecerá durante toda nuestra edad adulta.


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