La lactancia natural - Salud

miércoles, 30 de marzo de 2011

La lactancia natural



Dentro de la clase de los mamíferos, las hembras de cada especie animal segregan una leche con distinta composición pero con igual fin: alimentar al recién nacido. La leche de cada mamífera está creada para satisfacer las necesidades de sus crías y, aunque se parezca a otras, no es la misma en cada caso. La más adecuada para cada especie es la suya.

Las proteínas son diferentes en sus propiedades químicas y alimenticias según la especie mamífera. Estas son sustancias de gran valor en el crecimiento y desarrollo del niño o del animal en cuestión. La industria alimentaria ha conseguido fabricar una leche, a partir de la leche de vaca, de características similares a la leche de mujer, pero solo en contenido, no en calidad.


La leche materna, además de de todo lo que aporta al recién nacido por su composición, es importante para el niño por los anticuerpos, que son elementos específicos de defensa del organismo contra determinadas infecciones. La madre ha producido estos anticuerpos a través de contactos con microbios o virus infectantes como el sarampión, parálisis infantil, paperas y otras importantes enfermedades.

La leche materna protege al niño durante los primeros meses de su vida y contiene vitaminas y hormonas que le van a ayudar en su crecimiento. En la leche de vaca encontramos sustancias similares a estas, pero para dar estas leches al niño hay que esterilizarlas antes por el calor, y así se destruyen componentes importantes.

La leche es un perfecto medio de cultivo de microbios. Si se da el pecho directamente al niño, se evita la contaminación que siempre es posible con la leche de vaca y cuando se utiliza leche en polvo o concentrada. Al preparar el biberón, una simple gota puede quedar como residuo en un recipiente que parece limpio.

Además de existir estar razones de orden material, apoyan la lactancia materna motivos de tipo estético y también psicológico. Hemos oído muchas veces que si una mujer amamanta a sus hijos conserva mejor su lozanía y su silueta. En el plano psicológico, la madre siente, además de contribuir directamente al crecimiento de su hijo, la relación con él de forma diferente.


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