martes, 27 de octubre de 2015

Flexión plantar para gente mayor

Quizás no nos damos cuenta, pero al envejecer perdemos entre el 20 y el 40 % de tejido muscular. Los ejercicios de fortalecimiento pueden recuperar parcialmente la musculatura y la fuerza.

Esta es una gimnasia para fortalecer los músculos de los tobillos y las pantorrillas. Hacemos repeticiones de 8 a 15 series, descansando un minuto entre ellas.

Gimnasia para gente mayor

Para hacer la gimnasia colocamos una silla con respaldo de cara a la pared; de esta manera, si tenemos algún problema con el equilibrio o la estabilidad, podemos agarrarnos al respaldo y la silla no se mueve.

Nos agarramos a la silla mientras mantenemos las piernas juntas y, lentamente, nos ponemos de puntillas, deteniéndonos en la posición más alta que consigamos. Mantenemos esta posición durante uno o dos segundos. Levantamos los brazos por encima de nuestras cabezas juntando las manos.

Lentamente volveremos a la posición inicial del ejercicio, descansando completamente la planta de los pies en el suelo.

Si notamos que vamos ganando fuerza, podemos hacer el ejercicio alternado una pierna cada vez.

Podemos realizar una variación de este ejercicio para aumentar la fortaleza de los tobillos, que consiste en colocarnos pesas. Si no disponemos de ellas en casa, las podemos sustituir por una bolsa de plástico con, por ejemplo, naranjas o manzanas dentro.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

viernes, 24 de julio de 2015

La artrosis cuando te haces mayor

La osteoartritis o artrosis es una enfermedad producida por la pérdida y destrucción del cartílago, un tejido que forma parte de la articulación que une nuestros huesos.

Éste cartílago al principio se agrieta y con el tiempo se va erosionando, llegando a perder grosor. Incluso puede desaparecer por completo.

La artrosis no sólo es de gente mayor

Al desgastarse, deja de realizar su acción protectora: los extremos de los huesos quedan al descubierto, se rozan entre ellos y acaban deformándose. La membrana que recubre el interior de la articulación (membrana sinovial) se inflama, aparece más líquido sinovial del habitual y aparece la hinchazón.

Es un proceso que necesita años y, aunque se dispara a partir de los 50, puede llegar a aparecer antes, sobre todo si no se controlan factores como el sobrepeso y los movimientos muy repetitivos que castigan las articulaciones.

Los quilos de más pueden llegar a producir la ruptura del cartílago. Los movimientos repetitivos y continuados de manos, rodillas, etc. llegan a sobrecargar la unión entre los huesos. Hacer deporte de forma intensa también castiga estas zonas y favorece la artrosis, es el caso de muchos futbolistas.

Una mala dieta o una dieta desequilibrada dónde haya falta de vitaminas C y D favorece la mala salud articular.

El paso de los años es implacable, es irremediable y provoca cambios en las articulaciones, pero si las cuidamos podemos estar en forma más tiempo. Si tenemos antecedentes familiares aún hay más motivos para cuidarnos. La herencia genética es implacable en los casos de artrosis.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

martes, 10 de marzo de 2015

Flexiones para mayores. Bíceps

No somos conscientes, pero la mayoría perdemos entre el 20 y el 40 por ciento de nuestro tejido muscular cuando envejecemos. Haciendo unos sencillos ejercicios de fortalecimiento podemos recuperar parcialmente los músculos y la fuerza.

Para fortalecer los músculos superiores de los brazos podemos hacer flexiones de bíceps. Para empezar, nos sentamos en una silla que tenga el respaldo alto, mejor sin reposabrazos, con las piernas flexionadas en un ángulo de 90 grados y abiertas, alineadas con los hombros.

Flexionando los biceps

Estiramos los brazos rectos hacia abajo y, con las palmas de las manos hacia dentro, sostenemos un peso ligero, un objeto que sea fácil de agarrar; por ejemplo, un paquete de sopa (o unas mancuernas como las de la foto, si disponemos de ellas).

Subimos lentamente el brazo, doblando el codo, y levantamos el peso girando la palma de la mano hacia el pecho. Mantenemos esta posición durante un segundo. Después bajamos el brazo a su posición original, lentamente.

Repetimos este mismo ejercicio con el otro brazo.

Alternamos hasta que se haya repetido el movimiento de 8 a 15 veces con cada brazo. Luego descansamos unos segundos y ya podemos pasar a otro ejercicio.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Dos pies para toda una vida

Los pies son la parte más "pisoteada" del cuerpo, van con nosotros desde que nacemos. Un cuerpo sano le debe mucho a sus pies. Nos cargan a lo largo del día por las calles, las escaleras, en el campo de deportes y a veces el único cuidado que reciben es una acometida quincenal a las obstinadas uñas.

Cerramos los pies en estrechos zapatos, haciéndoles pasar calor y frío en ocasiones; los hacemos sudar y no es extraño que se revelen con rozaduras, callos y juanetes en los ancianos.

Los pies del abuelo

Todo lo que necesitan nuestros pies es un poco de libertad. Si le damos a un niño unos zapatos mal diseñados y unos calcetines que transpiran poco, le habremos condenado a tener los pies deformes durante toda la vida. Si le añadimos durante los siguientes veinte años los zapatos de moda, ya habremos doblado el tamaño de los juanetes que tendrá de mayor.

La gente mayor y los diabéticos deben tener un cuidado especial con los pies. A ellos, estos problemas muchas veces no les causan dolor, y la cura se retrasa.

La gente mayor debe escoger cuidadosamente los zapatos. Si duelen, no son los adecuados. Para ello debemos probar los dos zapatos, tenernos de puntillas y mover los dedos. Debe quedar como mínimo 1 cm y medio entre el extremo de nuestro dedo más largo y el del zapato. Si los zapatos son duros podemos dilatarlos con un tensor.

Nos debemos cambiar los zapatos como mínimo una vez al día. Así, los pies no se sentirán prensados siempre por los mismos costados.

Debemos lavarnos los pies diariamente con agua caliente y secar bien los dedos. También es bueno que los espolvoreemos con polvos de talco, es muy relajante. Siempre que podamos es bueno andar descalzos por casa y por el campo.

Debemos consultar al médico siempre que tengamos algún problema de pies (los hay que requieren tratamiento). Las pieles duras en la planta del pie se pueden rascar, con cuidado.

Si empiezan a dolernos los pies mejor que visitemos a un pedicuro. Las verrugas, callos, juanetes y uñeros también se beneficiarán si los ponemos en manos de un especialista.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

domingo, 8 de junio de 2014

Radio, tele y teléfono adaptados

Nuestro hogar debe estar preparado para las personas que lo habitan. No ha de suponer un gran desembolso económico; la mayoría de las veces con imaginación, participación familiar y algo de maña podemos adaptar nuestra casa a fin de que sea un lugar seguro y confortable, también para los abuelos.

Una persona mayor puede disponer de una televisión en su habitación, pero eso se convierte en una "solución" de doble filo porque, a la vez que deja de haber problemas en la elección de canales, puede dar un problema de tipo social: el aislamiento.

Radio, tele y teléfono adaptados

La solución real puede llegar con el cariño de otro miembro de la familia que comparta ese rato de televisión con la persona mayor. Por ejemplo, la nieta y la abuela viendo "la serie de la primera", o un padre y su hijo viendo el partido de fútbol (y, la mayoría de las veces, discutiendo).

La radio es un aparato muy popular entre nuestros mayores. Todos tenemos la imagen del abuelo con la radio puesta en la oreja escuchando "yo que sé". Con unos auriculares podemos ajustar el volumen, y hacerla una gran compañera para las noches; así no molestamos al resto de la familia. Su uso, como todo, requiere cierta moderación para no exponer el tímpano a sesiones largas que distorsionan la capacidad auditiva.

Para el teléfono ya existen modelos de aparatos con teclados sencillos, aptos para ser usados por una persona mayor, y siempre con teclas grandes.

Incluso, si hay pérdida de audición, hay modelos con una luz que parpadea cuando hay una llamada entrante. Todos los modelos poseen memoria telefónica, en los que con solo tocar un botón se marca el número de teléfono del familiar deseado. Siempre debe ser un teléfono inalámbrico.

Por último (y esto no es un aparato), si los ancianos se quedan solos en algún momento del día, es conveniente dejar la llave a algún vecino.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

domingo, 27 de abril de 2014

Cómo envejece el rostro

El envejecimiento afecta a las tres capas de la piel humana, la epidermis, la dermis y también produce cambios en la capa grasa que está bajo la dermis, la hipodermis (la cantidad de tejido graso disminuye con la edad). Los cambios que experimenta el rostro reflejan las alteraciones que sufren estas capas.

Por ejemplo, las arrugas. Por varias razones se producen pliegues en la piel: la epidermis adelgaza a medida que envejece. Las fibras de elastina, que se encargan de la extensibilidad, se hacen más quebradizas con la edad, lo que reduce la capacidad de la piel de volver a su forma original después de estirarse y, lo más probable, es que se afloje. La perdida de elastina contribuye a la formación de las temidas arrugas.

Como envejece el rostro

Bajo los ojos, la piel se afloja a causa de las grasas y diversos fluidos que se acumulan con los años. Crecen las características bolsas. Un color oscuro en esa zona crea la impresión de que los ojos están hundidos.

Cuando envejecemos perdemos pelo en el cuero cabelludo y lo ganamos en la cara. Las cejas del hombre se espesan y va saliendo pelo en el canal interior del oído externo. A causa de la retirada de hormonas, a las mujeres post menopáusicas puede crecerles vello facial, sobre todo en la barbilla.

Con la edad nuestras orejas se alargan y tienden a ensancharse. Lo mismo ocurre con la nariz. El adelgazamiento de la piel de la cara aumenta el efecto visual.

Al adelgazar, porque se deterioran, las capas grasas se retiran y quedan expuestos los contornos de los huesos en la cara. Por la misma razón es más fácil ver los vasos sanguíneos.

Las modificaciones del nivel de elastina en la piel hacen que esta se afloje; donde se hace más evidente es en los brazos y bajo la mandíbula inferior, donde se crea la característica papada, que parece retroceder con la pérdida de hueso en la mandíbula inferior.

El rostro envejece, como todo nuestro cuerpo. El hombre siempre ha luchado por conseguir la eterna juventud, cosa que hasta ahora parece imposible.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

sábado, 5 de abril de 2014

Riesgo de apoplejías

El cerebro, ese músculo tan complicado y sobre el que tanto se ha escrito, es la pila que pone en marcha nuestras facultades. Si el suministro de sangre al cerebro se interrumpe (no hay nadie que lo enchufe) por causa de un coágulo en un vaso o porque este se rompe, se produce una apoplejía.

Si se produce una lesión cerebral, el resultado puede ser la parálisis de medio cuerpo o la perdida de una de alguna de sus facultades, como la perdida del habla.

Apoplejía

Es común en personas de cierta edad que tengan ligeros ataques de apoplejía que son casi imperceptibles para los demás. Pueden afectar a la capacidad de andar o hablar, incluso a la capacidad de pensar o de entender, asimilar y resolver problemas. También pueden cambiar el carácter ante la vida.

Con estos cambios puede presentarse una pérdida de seguridad en el movimiento, o del control de la segregación salivar, de modo que la saliva se derrama por la boca sin que la persona se dé cuenta. Estos son ataques de apoplejía menores que pueden repetirse a lo largo de los años y de los que debemos informar al médico.

Después de un ataque de apoplejía se puede lograr una recuperación bastante positiva si se acude al médico y a un terapeuta del habla o a un fisioterapeuta.

Parálisis como resultado de una apoplegía

Es importante recordar que las personas que han perdido el habla por apoplejía oyen perfectamente; hay que comunicarse con ellas y hacerles preguntas a las que puedan responder afirmativamente, negativamente o bien mediante signos.

De todas formas, el cerebro es plástico y tiene una capacidad de recuperación en ciertos casos sorprendente. Algunas personas pueden volver a aprender a comer solas, a andar y a hablar.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

miércoles, 19 de marzo de 2014

La dieta del abuelo

Una persona mayor no tiene por qué necesitar una dieta especial, pero sí necesita "su dieta". Una persona mayor no tiene por qué adaptarse a nuestra forma moderna de dieta. Puede y debe seguir la suya, que debe ser equilibrada, variada, moderada y social.

Una dieta equilibrada con la que el anciano tenga los nutrientes necesarios para evitar la mala nutrición o la desnutrición. Una dieta con la que se mantengan equilibrados el aporte de calorías y el gasto de energía.

La dieta del abuelo

El anciano necesita una dieta variada sin abusar de unos alimentos o excluyendo otros. Tiene que incluir todos, los que la persona mayor ya conoce y los que le son desconocidos. Podemos hacerlos agradables al paladar con condimentos si no le gustan por ser desconocidos.

La dieta ha de ser moderada. El anciano no debe abusar de ciertos nutrientes, como por ejemplo el azúcar, las grasas saturadas y la sal. También debe mantener lejos las bebidas alcohólicas, que si no hay otras recomendaciones del médico, no debe superar los dos vasitos diarios de vino o cerveza.

La dieta ha de ser social, tiene que permitir al anciano mantener las relaciones sociales. El ambiente puede provocar, en muchos casos, que la persona mayor lleve una dieta inadecuada, por eso siempre que el estado de salud de nuestro mayor lo permita, es bueno que coma con conocidos suyos (centros o clubes de jubilados) y, si ha de comer solo, pues es imposible acompañarlo, que lo haga con la televisión o la radio. En cualquier caso al menos una comida de nuestros mayores ha de ser en compañía.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

miércoles, 5 de marzo de 2014

Centros para la tercera edad

En algunos casos, las personas mayores que gozan de buena salud y tienen familia no reciben toda la atención que les gustaría, por lo que se sienten solas y prefieren vivir en algún centro para personas de su edad. No siempre es este el caso, ya que suele haber un gran porcentaje de personas en este tipo de centros que realmente no querían ir y la familia ha considerado que era la mejor opción.

Hoy en día hay una gran variedad de instituciones que se encargan de ofrecer servicios especiales para personas mayores.

Centros para la tercera edad

Por un lado tenemos las residencias para la tercera edad en las que los ancianos viven como si fuera su casa. Las hay que son totalmente gratuitas y de pago.

En segundo lugar encontramos los asilos, organismos de protección para ancianos que no tienen familias o éstas no cuentan con los recursos económicos o humanos suficientes como para atender bien a sus parientes.

Los geriátricos son lugares especiales que suelen recoger a personas mayores con problemas algo más serios, en ellos se les ofrece una atención médica y también los hay públicos y privados.

La opción cada vez más presente en las ciudades son los centros de día. Allí los ancianos se reúnen sólo media jornada. Tener que recordarlo puede parecer ridículo pero los mayores están muy bien atendidos cuando están allí, disfrutan realizando actividades y sus familias pueden trabajar sin tener que preocuparse por dejarlos solos en casa.

Es cierto que muchas veces las personas mayores sufren demencia senil y dejan de mostrar interés por todo aquello que les rodea y nada les motiva. Sin embargo, el hecho de convivir con personas de su edad y realizar ejercicios y actividades adaptadas a sus posibilidades, puede ayudarles en gran medida a superar estos problemas y hacer algo más llevaderas sus vidas.

Siempre que sea posible debemos consultar con el propio anciano sobre su opinión respecto a este tipo de centros. No es muy aconsejable internarlos en un lugar en el que no quieren estar, salvo que no tengamos los medios para contratar a alguien porque requiera cuidados especiales.

En caso de internar a una persona mayor en estos centros o residencias, tenemos que recordar visitarlos todo lo que podamos, pues ellos se sentirán felices de vernos y querrán nuestra compañía todo lo posible. No los podemos olvidar, ya que ellos también fueron jóvenes y nosotros seremos mayores algún día.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

lunes, 24 de febrero de 2014

Jugar al bingo en la vejez

Los ancianos pueden sentirse desplazados, aburridos y, aveces, incomprendidos. Esto ocurre aun cuando viven con su familia, pues no son como ellos y necesitan relacionarse con personas de su edad. Mientras que algunos son más dinámicos y buscan todo tipo de actividades para entretenerse, otros prefieren quedarse todo el día encerrados en casa.

La falta de visión hace que la lectura sea algo más forzada, y lo mismo ocurre con la costura. Con la audición es exactamente igual, les limita ciertas actividades cotidianas como puede ser escuchar la radio a un volumen normal. Por este motivo la televisión pasa a ser el instrumento principal de entretenimiento, y ello genera problemas de socialización y aislamiento.

Jugar al bingo en la vejez

Un buen ejercicio para entretenerse y disfrutar junto a personas de su misma edad son los juegos sociales y, en concreto, el bingo. Pueden juntarse unas 4 o 5 personas y acudir al bingo más cercano, aunque puede jugarse incluso en casa sin tener que gastar dinero de verdad y pasar una tarde agradable.

El hecho de quedar un par de horas al día consigue entretenerlos y además disfrutan recordando viejos tiempos, conversando sobre sus vidas y, lo más importante de todo, desarrollan su agilidad mental. El bingo es un juego que requiere atención y rapidez, ya que los números van saliendo sucesivamente. Además de ayudarles a recordar los números, están pendientes del momento en el que completen una línea o un cartón.

El dominó o las cartas son también buenas opciones. Siempre que el juego incluya algún tipo de esfuerzo cognitivo, es más que recomendable. Ya sólo el hecho de reunirse resulta gratificante y les ayuda a superar los momentos de tristeza y soledad por los que pasan en muchas ocasiones.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

martes, 11 de febrero de 2014

Viajes del Imserso

Tras las vacaciones, los niños vuelven al colegio y sus padres al trabajo. Es entonces cuando nosotros, los mayores, podemos viajar y descubrir nuevos lugares. La Administración General del Estado es la encargada de ofrecer estos viajes especialmente pensados para pensionistas.

Son viajes que tratan de promover el turismo social en nuestro país y suelen ser bastante divertidos. Siempre que residamos en España, tengamos como mínimo 65 años y seamos pensionistas, los podemos solicitar.

Los viajes del imserso

Para poder realizar la reserva de éstos viajes, tendremos que acudir a las agencias de viaje o bien visitar las webs online que permiten la reserva. Es durante el mes de septiembre cuando suele abrirse el plazo de solicitud, aunque después de ello, tenemos hasta el 1 de diciembre para poder incluirnos en los viajes, aunque son plazas mucho más limitadas y puede que no podamos ir con quien nosotros queramos.

Es la Administración quién establece una serie de agencias de viaje, ya que no cualquiera sirve para reservar este tipo de turismo cultural. Aunque son muchas y es muy probable que tengamos alguna más cerca de lo que pensamos.

Según el tipo de salida que queramos, elegiremos una modalidad u otra. Son tres los tipos de viajes que se ofrecen: el de zonas costeras para descansar, los circuitos culturales para conocer mejor la historia y el arte de nuestro país o el turismo de carácter natural con rutas por parajes de lo más pintorescos.

Según el momento en que queramos viajar, el precio del viaje variará. Como es obvio, en temporada alta el precio será algo superior al de temporada baja; pero realmente todos los precios son muy bajos. Podemos viajar, por ejemplo, 8 días a las Islas Baleares por unos 200 euros o menos.

Las salidas suelen incluir paquetes de pensión completa y desplazamiento, de este modo, pagando sólo un extra de unos 60 euros, no tendremos que preocuparnos de nada más que de disfrutar de nuestro viaje.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

lunes, 27 de enero de 2014

Ejercitar la mente

Como ya hemos explicado en otras publicaciones, la memoria es algo que se va perdiendo con el paso de los años y debe trabajarse día a día. Además de memorizar todo aquello que podamos, es muy recomendable realizar todo tipo de crucigramas o pasatiempos que nos ayuden a mover las neuronas y ejercitar la mente.

Pero, además de realizar juegos de letras y palabras, los números son igualmente importantes. Si no se realizan estos ejercicios puede llegarse al punto de no saber pagar en los establecimientos o no saber identificar si las vueltas son correctas.

Ejercitar la mente

Una de las muchas formas que hay para ejercitar la mente es a través de sencillos cálculos matemáticos, para ello podemos comprar cuadernos de matemáticas divididos según su grado de complejidad, es decir, podemos comenzar realizando sencillas sumas y restas sin llevar y avanzar poco a poco hasta resolver problemas en los que se realicen más de una operación.

Puede parecer absurdo, pero a medida que envejecemos nuestro cerebro pierde la agilidad que tenía y, si no lo entrenamos, le cuesta responder correctamente ante este tipo de cálculos. No se trata de ser rápido, sino de saber hacerlo y poder ganar cierta autonomía en lo que a cálculos se refiere. Nos resultará muy ventajoso a la hora de gestionar nuestra economía, ya que nos permitirá saber en todo momento de cuánto dinero disponemos y cómo lo hemos ido distribuyendo.

Para los más aventajados hay también una gran variedad de juegos electrónicos como los de las consolas o el ordenador. Con ellos podemos poner a nuestras neuronas a trabajar, aunque para ello tenemos que tener ciertos conocimientos en lo que a manejo de las tecnologías se refiere.

Si lo vemos como algo imposible, el método tradicional nunca falla: coge papel y lápiz, empieza tú mismo a inventarte operaciones con las que reforzar tu agilidad mental y siente como, poco a poco, tu memoria y capacidad de cálculo van mejorando.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

martes, 14 de enero de 2014

Comer poco alarga la vida

La moderación en la comida es un factor de longevidad. Los hijos de padres longevos, generalmente, viven hasta edades muy avanzadas. Aunque no es una regla infalible, pero si es una probabilidad amplia.

En estudios realizados en los Estados Unidos con ratones blancos, para los que diez días corresponden científicamente a un año de vida en el hombre, los resultados recogidos fueron los siguientes:

Moderarse comiendo

• Si se come todo lo que se desea comer, sin discriminación, la duración de la vida oscila entre los 60 y los 70 años.

• Cuando se come apenas lo necesario, más un pequeño margen de reserva y cuándo los alimentos son escogidos cualitativamente, de manera que suplan las necesidades del organismo, se llega en buen estado a los 80 años de edad, con la capacidad todavía de hacer trabajo útil.

• Cuando se come cuantitativamente algo menos de lo necesario, la capacidad de trabajo puede ser ligeramente reducida, pero la duración de la vida puede prolongarse.

Se comprobó que el desarreglo alimenticio figura en primer lugar entre los factores que más abrevian la vida. Por regla general, quien come mucho tiende a actuar poco; quien come de forma moderada tiende a actuar mucho y quien come demasiado poco, se inclina al reposo por falta de energías.

Hoy en día hay que tener en cuenta que buena parte de estos desarreglos, que nos pueden perjudicar más mañana, vienen originados por los horarios de trabajo. Aún así, en interés de la salud, debemos dedicar un considerable espacio de tiempo a la comida. Es buena la costumbre de aprovechar el descanso para una siesta; concurre no solo al bienestar general, sino también para la prolongación de la vida.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Los planes de pensiones

Ahora hay muchos bancos, aseguradoras o gestoras que nos ofrecen en masa servicios como los planes de pensiones para ahorrar. Es especialmente en estas fechas navideñas cuando más nos bombardean con sus campañas publicitarias sobre éstos planes, pero ¿En realidad sabemos si nos convienen?

A medida que nos hacemos mayores, el ahorro se convierte en una necesidad, y ahora tenemos una gran variedad de formas de ahorrar. Los planes de pensiones son en definitiva productos financieros muy similares a los fondos de inversión, en los que se invierte todo en un mismo lugar para así poder realizar operaciones y que podamos disfrutar una mayor rentabilidad.

Los planes de pensiones

Los planes de pensiones son inversiones que podremos emplear cuando tengamos graves necesidades como pueden ser una enfermedad, la incapacidad, la tutela de nuestros hijos, la viudedad o la jubilación.

Puede que veamos nuestra jubilación como algo lejano, pero realmente no es así. Cuanto antes empecemos a preocuparnos por ésta etapa, mejor. La jubilación debe ser un periodo de descanso merecido y no podríamos disfrutar de estos días del mismo modo si no tenemos un buen plan de pensiones. Si lo comenzamos unos 20 años antes de la jubilación, conseguiremos una gran suma de dinero; cuanto antes lo hagamos, mayor será dicha cifra y más tranquilos estaremos.

Aunque son una buena opción para ahorrar, antes de elegir un plan de pensiones tenemos que valorar diferentes aspectos, como nuestra edad, nuestras expectativas de rentabilidad y la capacidad de ahorro, pues tendremos que cumplir cada mes con la cantidad acordada para que, llegado el momento, podamos disponer de todo el dinero que hemos ido acumulando con el paso de los años.

La edad, como ya hemos comentado, es un factor a tener en cuenta, ya que si empezamos uno de estos planes estando ya cerca de la jubilación, tendremos menos tiempo para generar rentabilidad y los ingresos tendrán que ser mayores; aunque seremos nosotros mismos quienes elegiremos la forma de realizar las aportaciones, es decir, podemos ir aportando nuestro capital cada mes, cada semana, año...


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

martes, 3 de diciembre de 2013

Dolor en las articulaciones

Actualmente se calcula que entre el 25 y el 30% de la población padece algún tipo de enfermedad reumática que le causa dolor en las articulaciones. A medida que avanza la edad aumenta este porcentaje, hasta llegar a alcanzar una tasa superior al 70% entre las personas mayores de 60 años.

Alguno de estos consejos puede aliviar el dolor y evitar que vaya a más. Podemos intentar cambiar lo que no hacemos del todo bien o intentar mejorarlo.

Consejos para reforzar las articulaciones

• Procuremos estar relajados. Existe una relación evidente entre el estrés y el desarrollo de la artritis reumatoide, una enfermedad frecuente de las articulaciones.

• Los vegetales ácidos (tomates, espinacas, grosellas) o el vinagre son perjudiciales para las articulaciones. Si nos duelen también con el café, las carnes rojas, el marisco y el embutido, la solución es evitar su consumo.

• Cualquier exceso de peso multiplica notablemente el riesgo de sufrir lesiones en las articulaciones, sobre todo en las rodillas.

• El yoga o el taichí son perfectos para gente mayor. Se ha demostrado que estas técnicas de relajación ayudan a disminuir el dolor articular. Además pueden ayudar a dormir plácidamente.

• Un buen masaje de vez en cuando en manos de una persona cualificada puede ser de gran ayuda. Mejora la circulación de la zona afectada y regenera el líquido que reduce la ficción entre los cartílagos y que lubrica las articulaciones durante el movimiento.

• El té verde alivia la inflamación y la artritis reumatoide.

• El calor relaja y disminuye la rigidez que los artríticos experimentan por la mañana. El frío es útil si el dolor proviene directamente de una lesión.

• Practicar ejercicios en el agua ayuda y disminuye el dolor de las articulaciones dañadas. El peso del cuerpo se reduce y cualquier movimiento se hace con más facilidad.

• Algunos consejos más en el artículo "Remedios para el reuma".


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

domingo, 17 de noviembre de 2013

Descanso después de comer

Un pequeño descanso después de comer se considera beneficioso para nuestros mayores... ¡y para todos! Ya comentamos los beneficios de la siesta en un artículo de hace dos meses.

Este descanso no debe superar los 30 minutos; nada de siestas de media tarde que luego impidan conciliar el sueño por la noche. Aquí no funciona el "no dormir por haber dormido", como en el dicho de no "comer por haber comido"...

Abuelo y nieto haciendo la siesta

Este descanso nunca se debe comenzar inmediatamente después de comer; hay que esperar unos 30 minutos y se deben seguir unas sencillas recomendaciones:

• Mejor que la persona mayor duerma este rato tumbada de forma horizontal. No se debe dormir en una silla.

• Para dormir es preferible hacerlo sin ropa que dificulte la circulación (medias, faja, zapatos...)

• Para facilitar la digestión es mejor dormir con el cabecero ligeramente elevado (unos 30 cm), o podemos recurrir a cojines que cambien la altura.

• Hay que tapar el cuerpo con algo ligero en verano y algo que abrigue más en invierno.

• Cuando acaba la siesta se debe realizar (otra vez) un aseo, aunque este sea más leve. Hay que refrescar la piel y mantener una higiene óptima.

• Puede ser que la persona mayor, por razones de depresión o alteraciones psicológicas, no quiera levantarse de la cama pasado el rato de la siesta. En estos casos es mejor hacerla en un sillón que en la cama.

Sea como sea, debemos conseguir que este rato de descanso después de comer se espere y se desee.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

domingo, 3 de noviembre de 2013

Enfermedades de las articulaciones

Cumplir años no tiene por qué ser sinónimo de falta de movilidad en las articulaciones. No tenemos que justificar el dolor con los años y decir que "a su edad, ya es normal". ¡No!

Es posible cumplir años y conservar las articulaciones en forma. Debemos cuidarlas a cualquier edad, porque las dolencias que las afectan no solo son propias de gente mayor.

Enfermedades de las articulaciones

Las dos patologías de las articulaciones más comunes que suelen desarrollarse con la edad son la artrosis y la artritis reumatoide, pero hay otras que debemos conocer como:

• La espondilitis anquilosante. Es una enfermedad inflamatoria de la columna vertebral que afecta a las articulaciones del final de la espalda, al hueso sacro. Si no la cuidamos, toda la columna pierde elasticidad.

• La artritis infecciosa. Este tipo aparece cuando la inflamación de la articulación se produce por un germen, ya sea un virus, una bacteria, parásitos u hongos. La articulación puede llegar a supurar a causa de la inflamación de la membrana sinovial, una capa de tejido que tapiza las cavidades de las articulaciones, las envolturas del tendón y las bolsas llenas de líquido, y que actúa como lubricante entre tendones y huesos.

• La gota. Suele estar causada por el exceso de purinas. Los cristales de urato monosódico (sal sódica del ácido úrico) en las articulaciones, los tendones y los tejidos de alrededor provocan una inflamación.

• La artritis psoriásica. La Psoriasis es una enfermedad cutánea, pero una tercera parte de los pacientes que la sufren tienen las articulaciones afectadas en forma de artritis.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

viernes, 18 de octubre de 2013

Jugar a las tabas

Éramos niños, no teníamos internet ni video, pasábamos la mayor parte del tiempo, después del cole, en la calle. Nuestros juegos eran de compañía, cuantos mas éramos mejor, el juego era más interesante, todos los niños juntos y de diferentes edades. Igual para un pueblo que para una calle de barrio de ciudad...

Tabas, tejo, canicas, salten, jugar a matar (en el que el arma era un balón y te mataba si te tocaba; el nombre cuando éramos niños no tenía el horror de ahora), jugar a un dos tres pica pared, a la comba, al escondite, al pilla, pilla....

El juego de las tabas, como jugar a las canicas, es un juego con siglos de antigüedad, está basado en un juego que las mujeres practicaban en la antigua Grecia con cinco piedrecitas o astrágalos (huesos cortos de la parte del tarso) de cordero. Al cabo de los años, nos volvemos otra vez niños y... ¡vamos a jugar!

Jugar a las tabas

Después de echar a suertes quien empieza, se esparcen las tabas por el suelo y nos turnamos para jugar. Botando la pelotita, el juego consiste en recoger las tabas del suelo. Empezamos con una y acabamos con cinco, o más si se juega con más.

Hay muchas versiones del juego de las tabas, pero en la mayoría, solo se puede emplear una mano para botar la pelota y recoger las tabas, aunque a menudo se dejan en la otra mano, o sobre su dorso, conforme se recogen.

Si no recogemos las tabas o la cantidad es incorrecta, o si la pelota bota más de una vez o se aleja rodando o cometemos algún otro error, dejamos de jugar y le toca a nuestro oponente. Si este se equivoca, volvemos a jugar y empezamos con la cantidad que teníamos cuando hemos fallado la primera vez.

Fallamos en las tabas si:

- No cogemos la pelota.
- Las tabas o la pelota se caen de la mano.
- Si recogemos un número equivocado de tabas.
- Tocamos otras tabas.
- Cogemos la pelota antes o después de lo debido.
- Utilizamos ambas manos o la que no toca.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

viernes, 4 de octubre de 2013

Adaptados para gente mayor

Nuestro hogar debe ser un reflejo de la gente que lo habita, es igual que sean personas mayores o niños. La mayoría de las veces, no hace falta un gran gasto económico; con imaginación, participación de los familiares y maña con el bricolaje, podemos adaptar nuestra casa y convertirla en un lugar seguro para todos.

Existen teléfonos adaptados para nuestros mayores, en los que únicamente están las teclas numéricas con dibujos grandes. También los hay con moduladores del sonido y para aquellos que han perdido la audición, con efectos visuales. En todos, con solo apretar un botón se marca el número del familiar deseado.

Audífonos, adaptados para gente mayor

¿Qué aparato hay más popular entre nuestros mayores que la radio? Compañera en las noches de insomnio, se puede ajustar el volumen y no molestar al resto de la familia con auriculares que, como todo, se han de usar con moderación y no exponer al tímpano durante largas sesiones que pueden herirlo.

Un televisor en la habitación, para una persona mayor, es un arma de doble filo. Puede solucionar el problema de preferencia de canales con los otros miembros de la familia, pero puede, también, convertirse en un problema de tipo social: el aislamiento por parte del anciano en su cuarto puede ser cada vez mayor. Este punto tiene una solución simple; que haya siempre un miembro de la familia compartiendo tele en su habitación con la persona mayor.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más

sábado, 21 de septiembre de 2013

Adaptación psicológica del hogar

En casa, además de hacer adaptaciones físicas (las que afectan a su estructura), podemos hacer adaptaciones psicológicas, encaminadas a potenciar y mantener las capacidades cognitivas de la persona mayor.

Podemos utilizar estímulos visuales, colocando en el exterior de las puertas que queremos que la persona mayor reconozca, dibujos que identifiquen la habitación o lo que hay en ella. Si lo necesita, se pueden, incluso, pintar unas huellas de pies que vayan desde la habitación hasta el baño.

Adaptaciones psicológicas del hogar

Para la orientación temporal, nada mejor que trabajar sobre un calendario individualizado que, además de indicarnos el día de hoy, nos facilite realizar pequeños ejercicios de memoria. Por ejemplo: Si hoy es día 12, ¿qué día fue ayer? En él, además, podemos tener anotaciones importantes de días anteriores.

Este calendario debe estar, al menos, en dos lugares de la casa, en su habitación y allí donde la persona pase más tiempo.

Los relojes grandes y sencillos para colgar en la pared son los mejores para la orientación horaria. Sencillos, con el fondo blanco y los números grandes en negro. Por supuesto, debemos evitar la numeración romana o los estilos recargados.

Nuestro hogar debe ser reflejo de las personas que lo habitan sean jóvenes o mayores.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más