No se puede mantener una actividad durante mucho tiempo sin cansarse. Por eso, todo el mundo necesita descansar. A veces, basta con hacer cinco minutos de pausa para recargar energías. Después, al acabar la jornada, nos vamos a casa "a descansar" y dormir. Cada pocos días, cinco o seis, nos tomamos uno o dos de descanso; y, al menos una vez al año, hacemos un periodo más largo de... ¡¡¡vacaciones!!!
Descansar nos renueva física y anímicamente. Desconectamos, cambiamos el enfoque y los ritmos, hacemos algo distinto, usamos otros músculos, pensamos en otras cosas (o en nada), y nos relacionamos de otra manera. O sea: dejamos de hacer aquello que llamamos trabajo, sea o no remunerado.
Mientras descansamos, nuestras baterías se cargan con nuevas energías, ilusiones, ideas, motivación, proyectos,… Cuanto más invertimos en el descanso, sobre todo en su calidad, mejor nos sentimos. Nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan estos tiempos de relajación para mantenerse en forma y no agotarse. En todo caso, es importante saber que el aburrimiento, la inactividad y la pereza no nos descansan, al contrario, cansan más.
En vacaciones es conveniente dormir más y mejor. Una buena idea es hacer la siesta. Otras: dedicar más tiempo a lo que nos gusta, relacionarnos más y mejor, comer y beber algo que esté muy rico, divertirnos, tomar el aire, hacer ejercicio, probar cosas nuevas, apagar el móvil, la tele, el ordenador,...
Pues bien, en eso estamos. Durante unos días, este blog va a descansar. Con este, llevamos ya 750 artículos publicados y, aunque nos gusta mucho, necesitamos una pausa. Cerramos el chiringuito y te deseamos que seas muy, muy feliz. Nosotros vamos a intentarlo. ¿Y tu?