El bosque de hoja perenne - Naturaleza

jueves, 5 de julio de 2012

El bosque de hoja perenne



El bosque de hoja perenne apenas cambia de aspecto cuando pasan por él las distintas estaciones. Las hojas permanecen en los árboles durante todo el año. De ahí su nombre de bosque de hoja perenne (que no se cae).

El encinar es el bosque de hoja perenne más representativo de las zonas mediterráneas. La encina tiene las hojas duras y brillantes (hojas coriáceas), verdes durante todo el año. Este bosque pertenece a zonas de inviernos templados, lluvias moderadas y veranos de tendencia árida.


Debido a estas condiciones, los arbustos se desarrollan más vigorosos que en el bosque caducifolio. En el bosque perenne abundan las plantas trepadoras que se encaraman en busca de más luz.

La vegetación mediterránea primitiva ha sido muy alterada por los hombres, principalmente, como consecuencia de la implantación de pinares. Estas formaciones, propias de países templados y fríos, normalmente no progresan en el bosque esclerótico natural (caracterizado por el clima mediterráneo); prosperan mejor en suelos arenosos, pobres y secos de llanuras y colinas poco elevadas. Cuando la pobreza de estos bosques es extrema, el suelo se cubre de líquenes y, en el mejor de los casos, de brezos.

El laurel es representativo de estos bosques. El bosque laurifólio requiere un ambiente lluvioso y húmedo durante todo el año, parecido al de la selva ecuatorial, aunque más fresco. Además, plantas parecidas a las hayas integran también este tipo de bosque, junto con álamos, sauces y olmos, conocidos en Castilla como sotos.


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