domingo, 22 de marzo de 2015

El ritmo de la nutrición

Además de lo que comemos, también influye en la salud cuándo lo comemos. El refranero popular, que es muy sabio, nos habla desde tiempos remotos de desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo; así nos lo confirma ahora la ciencia para estar sanos e incluso para prevenir la obesidad y la diabetes.

Todo esto que antes sabíamos de forma más o menos intuitiva tiene ahora un aval científico, de la mano de la cronobiología y de dos ramas modernas íntimamente ligadas a ella: la cronodieta y la crononutrición.

El ritmo de la nutrición

Multitud de cambios hormonales en nuestro interior siguen las pautas de un reloj interno que marca el ritmo de nuestra vida: la renovación diaria de las células y los ciclos menstruales femeninos, se rigen por la cronobiología, disciplina encargada de estudiar estos ritmos biológicos, así como sus aplicaciones en medicina y biología.

La crononutrición estudia cómo influyen en nuestro organismo, durante el día y la noche, los nutrientes en nuestra alimentación. La cronodieta intenta comprender a qué hora es conveniente comer ciertos alimentos para estar más sanos.

Hemos aprendido que la capacidad del organismo para asimilar los hidratos de carbono rápidos, como los azúcares y los dulces, es mucho mayor por la mañana que por la noche. La cronobiologia y la crononutrición nos dan 5 claves para ponernos en hora:

• Es conveniente eliminar la luz blanca de las cocinas. Con ellas el organismo no sabe si es de día o de noche. Con una lámpara de luz amarilla el cuerpo reconoce que no es de día.

• Debemos evitar picotear. Con unos horarios claros de comida, el organismo puede saber qué hora es.

• Hay que hacer un mínimo de tres comidas al día. Se pueden hacer hasta cinco ingestas diarias, pero teniendo en cuenta que habrá que ir reduciendo el número de calorías que aportamos en cada una de ellas.

• No debemos comer por la noche, nuestro cuerpo no está preparado para ello. Al hacerlo se desincronizan todos nuestros relojes internos. Hay que cenar poco y pronto, dejando pasar un rato hasta la hora de irnos a dormir.

• Por último, pero no menos importante, hay que comer despacio. La velocidad es nociva para nuestra cronobiología y para los sistemas de saciedad del organismo. Las personas obesas tienden a comer en mitad de tiempo que las delgadas.


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martes, 18 de noviembre de 2014

Subir y bajar de peso es dañino

Muchas veces la culpable de que el peso en algunas personas fluctúe tanto es de una dieta desequilibrada y muy restrictiva. Son dietas que se basan en tomar muy pocas calorías durante un tiempo y no cambiar los malos hábitos alimentarios.

Cuándo comemos muy poco durante una temporada, nuestro cuerpo se acostumbra a funcionar con un nivel bajo de energía; pero si le proporcionamos en algún momento una cantidad abundante, reacciona y almacena todo lo que puede, (en forma de grasas) por si hay futuras épocas de escasez.

Es dañino subir y bajar de peso

Y entonces volvemos a ganar peso rápidamente, incluso podemos ganar más del que perdimos. Entramos en un círculo vicioso, necesitamos urgentemente una dieta para perder quilos, más tarde los recuperamos y queremos volver a perderlos... y sigue, y sigue, y sigue... Este efecto rebote lleva a la obesidad. El metabolismo se vuelve ahorrador, intenta guardar para tiempos de penurias en los que no damos alimento a nuestro cuerpo.

Con todo esto de subir y bajar de peso el sistema cardiovascular también se resiente. No solo se recuperan los quilos perdidos, sino que cambian su distribución corporal y aumenta la tendencia a que se acumulen en la zona abdominal.

Todo esto nos lleva a la depresión y al desaliento. Nuestro estado de ánimo sufre ¿Por qué no somos capaces de perder quilos?

Lo mejor es perder quilos de manera lenta (2 o menos quilos al mes), para conseguir su consolidación y no volver a cogerlos. Y más: es preciso cambiar nuestros hábitos de alimentación para siempre. Haremos 5 comidas diarias, 3 comidas principales y 2 tentempiés a media mañana y a media tarde, controlando las raciones y haciendo las comidas siempre a las mismas horas.


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martes, 8 de julio de 2014

Rábanos y rabanitos

El rábano es originario de China. Su carne es blanca pero la piel puede ser, según las variedades, de color blanco, rojo, negro, azul y morado. Desde un punto de vista botánico, esta verdura es un tipo de col. Esta planta anual forma un nabo bajo tierra que se alimenta por medio de raíces finas.

Suele pesar unos 70 gramos aunque puede llegar a superar el kilo. Sus hojas son ásperas, aprovechan la luz y la transforman en azúcares y almidón. Son valiosas y con ellas se prepara una infusión parecida al té.

Rábanos y rabanitos

De menor tamaño y peso es una variedad muy consumida en ensalada, el rabanito. Algunos tipos tempranos son apropiados para el cultivo en invernadero, donde florece bien y pronto, aprovechando la escasa luz diurna mejor que las variedades de verano, anticipándose, así, a la temporada de cultivo en el huerto.

Pertenece al grupo de las crucíferas, que lo integran las coles de Bruselas, col china, col rizada, lombarda, coliflor, brócoli, colinabo, romanesco, noclearia, rúcula, berro, rábano, nabo, y colirábano. Los rábanos no deben plantarse junto a otras crucíferas ni en rotación de cultivos con ellas.

Si queremos que nuestros rábanos sean sanos y saludables el suelo debe ser esponjado y rico en nutrientes. Los debemos plantar profundo. Si se siembran en invernadero, permiten la cosecha incluso en los meses de invierno. Los rábanos también pueden pre-cultivarse en el invernadero y luego cultivarlos en el bancal. Debemos cortar el fondo del tiesto con un cuchillo para que las raíces puedan penetrar bien en la tierra.

Tienen pocos enemigos, entre ellos las pulgas de tierra, fáciles de eliminar si se entrecava con regularidad. Otro enemigo es la mosca del rábano a la que se puede combatir haciendo una especie de túnel con un fieltro negro apoyado en arcos de alambre.

Tanto los rábanos como los rabanitos forman parte de las hortalizas que almacenan nitratos. Esta es la causa de que prefiramos un cultivo ecológico renunciando, sobre todo, a los abonos que estimulan el crecimiento rápido.


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miércoles, 23 de abril de 2014

La col, sana y nutritiva

La col pertenece a la familia de las coníferas; sus hojas son muy apreciadas (de todas las variedades cultivadas) por su riqueza en vitaminas y sales minerales. La col es un alimento portador de buena proporción de hierro, calcio y pequeñas cantidades de fósforo. Tiene vitamina A, más vitamina C que las frutas cítricas y vitaminas del grupo B (aunque su concentración es muy baja). Encontramos la vitamina E en el aceite de la col, y la vitamina K, antihemorrágica.

La col es un remineralizante fuerte, laxante, oxidante, buena para el asma y la bronquitis.

La col

Es mejor la col roja que la blanca. Contiene más cloro y es más rica en calcio, por lo que conviene a los desnutridos.

Además, la col es excelente para combatir los males del hígado, como la ictericia y los cálculos biliares. También contra los cálculos renales, las hemorroides y las menstruaciones dolorosas. Por su contenido en yodo, da excelentes resultados contra el bocio (preferiblemente la col roja o la verde).

Contra la anemia y la clorosis, mejor la col verde, más rica en sales minerales que la blanca. Se hace un picado eficaz mezclando col, espinacas, zanahorias y lechuga, picadas bien finas, y se toman dos cucharadas en cada comida, juntamente con otros alimentos.

El zumo de col es un tónico excelente y muy recomendado para los niños en fase de crecimiento. Actúa como tenífugo, que equivale a decir que es bueno para expulsar las solitarias. Disuelve cálculos, desinfecta el intestino, combate la artritis, cura úlceras gástricas y da excelente resultado como vermífugo, es decir, que sirve para expulsar los parásitos intestinales.

El caldo templado de la col cocida es indicado en las enfermedades de la piel. Para hacer cataplasmas de hojas de col, amasan las hojas cortadas, lavadas y sin ennervaduras, y se maceran en agua boricada durante algunas horas. Se limpia bien la parte afectada y se colocan las hojas sobre toda la úlcera. vendando esta zona con un paño o una gasa; se renueva dos veces al día.

Nutricionalmente, la col cruda tiene más valor que cocida, ya que se vuelve un alimento muerto en el concepto vitamínico.

Debido al alto contenido en azufre, cuando se come cocida frecuentemente produce flatulencias intestinales, por lo que toda persona con el estomago delicado está propensa a indisposiciones intestinales cuando come col.

Podemos utilizar el agua de la col ligeramente cocida (aunque no está recomendada dejarla así) para hacer sopas, ya que una parte de los minerales y vitaminas queda en el agua.


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miércoles, 2 de abril de 2014

Mil remedios con cebolla

Durante siglos ha servido, si no para curar, al menos para tratar el asma, la ascitis, la diabetes, la hipertensión, las jaquecas, el reumatismo, la tuberculosis y las fiebres tifoideas. Es también un poderoso bactericida, depurativa, antitóxica, laxante, sudorífera y diurética. Utilizada por un terapeuta competente combate con éxito la obesidad, el estreñimiento, la dispepsia y hasta el carcinoma de las vísceras y tal vez de otros órganos.

Si tomamos la cebolla en bastante cantidad, cocinada con poca agua a fuego lento y casi sin sal, es un gran (e inocuo) hipnótico. Podemos comerla en la ensalada o tomar el agua en la que fue hervida una hora antes de ir a dormir.

¿Qué tiene la cebolla?

Una sopa de cebolla reaviva el apetito y restaura las energías del estomago. La cebolla es aperitiva. Su caldo es un buen remedio contra los cólicos de vientre. La cebolla limpia el tubo digestivo y cura el estreñimiento.

La cebolla es buena para todas las enfermedades infecciosas. No hay infección intestinal que no ceda cuando se toman cebollas asadas. Ningún microbio resiste la acción de su zumo.

Hacer gárgaras del zumo de una cebolla cruda rallada mezclada con aceite de oliva cura la difteria.

Una dieta a base de cebollas crudas y fricciones de ese zumo en el cuerpo durante varios días cura la hidrofobia (sinónimo de rabia). La cebolla es uno de los más importantes diuréticos y uno de los mejores remedios contra la hidropesía (retención de líquidos) cruda, machacada y mezclada con leche, como único alimento.

La cebolla es pectoral. Si está asada, su zumo mezclado con miel es bueno para curar la tos. Cruda, si la comemos en forma de ensalada con zumo de limón y aceite de oliva, es eficaz contra los resfriados. No hay bronquitis que se resista al tratamiento de cebolla con ajo rallado y mezclado con limón. Podemos usarlo como condimento en ensaladas.

La cebolla es emoliente, si la utilizamos en cataplasmas cura tumores, abscesos, furúnculos (en este caso mezclada con miel). Su zumo es un poderoso desinfectante. Si hay gangrena se toma el zumo de una cebolla diluido en agua.

Combate el reuma, la gota y la artritis. Se comen grandes cantidades de cebolla cruda y apio en ensaladas, y se aplica el zumo de la cebolla en ficciones. Cruda, colocada bajo la nariz, detiene las hemorragias nasales.

Para combatir la gripe utilizamos dos cucharadas de zumo de cebolla, una cucharada de miel, el zumo de un limón, una taza de agua caliente. Se toman tres trazas al día (si es un caso grave, se pueden tomar hasta seis tazas).

Se sabe ahora que la cebolla es un excelente preventivo del infarto. Asada o frita tiene la capacidad de disolver coágulos sanguíneos.

Conviene que la cebolla, hermana gemela del ajo, aparezca con más frecuencia en nuestras mesas. Seguramente conocéis más (de los muchos) remedios de la cebolla, si es así compartidlos con todos nosotros.


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miércoles, 19 de marzo de 2014

La dieta del abuelo

Una persona mayor no tiene por qué necesitar una dieta especial, pero sí necesita "su dieta". Una persona mayor no tiene por qué adaptarse a nuestra forma moderna de dieta. Puede y debe seguir la suya, que debe ser equilibrada, variada, moderada y social.

Una dieta equilibrada con la que el anciano tenga los nutrientes necesarios para evitar la mala nutrición o la desnutrición. Una dieta con la que se mantengan equilibrados el aporte de calorías y el gasto de energía.

La dieta del abuelo

El anciano necesita una dieta variada sin abusar de unos alimentos o excluyendo otros. Tiene que incluir todos, los que la persona mayor ya conoce y los que le son desconocidos. Podemos hacerlos agradables al paladar con condimentos si no le gustan por ser desconocidos.

La dieta ha de ser moderada. El anciano no debe abusar de ciertos nutrientes, como por ejemplo el azúcar, las grasas saturadas y la sal. También debe mantener lejos las bebidas alcohólicas, que si no hay otras recomendaciones del médico, no debe superar los dos vasitos diarios de vino o cerveza.

La dieta ha de ser social, tiene que permitir al anciano mantener las relaciones sociales. El ambiente puede provocar, en muchos casos, que la persona mayor lleve una dieta inadecuada, por eso siempre que el estado de salud de nuestro mayor lo permita, es bueno que coma con conocidos suyos (centros o clubes de jubilados) y, si ha de comer solo, pues es imposible acompañarlo, que lo haga con la televisión o la radio. En cualquier caso al menos una comida de nuestros mayores ha de ser en compañía.


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domingo, 16 de marzo de 2014

Mejorar el sistema inmunitario

El sistema inmunitario es el que nos protege de las enfermedades. Para ello se encarga de detectar y matar las células patógenas o cancerosas. Gracias a esta protección natural de nuestro organismo, podemos evitar contraer desde un simple resfriado hasta un virus.

Es muy importante que nuestro sistema inmunológico funcione correctamente. Por ello, cuando a veces nos dicen que tenemos las defensas bajas, nos ponemos enfermos, las heridas tardan en curar o nos cansamos más de lo normal. Es un sistema que nos protege, y una forma de fortalecerlo es a través de la alimentación.

Mejorar el sistema inmunitario

Una buena forma de cuidarse es vigilando aquello que comemos. Pero además, hay alimentos que nos ayudan en algún aspecto en especial. En este caso, las uvas rojas y los arándanos nos pueden hacer más resistentes a los ataques de bacterias o cualquier célula patógena. Y es que según un estudio reciente, ambos frutos contienen compuestos como los derivados de estilbeno.

Los compuestos que se encuentran en la uva roja y los arándanos actúan junto a la vitamina D aumentando la expresión de un gen, el péptido de catelicidina antimicrobiana. Se trata de un gen que está relacionado con la función inmunitaria de nuestro organismo y que, al reforzarse, nos mantiene libres de muchas enfermedades.

Lo mejor de todo es que se trata de dos tipos de frutas muy diferentes que podemos encontrar en cualquier supermercado. Son muy sabrosas y las podemos consumir con nuestros postres. Por ejemplo, si cocinamos una tarta de queso, la podemos acompañar de arándanos. Los podemos tomar de cientos de formas, con yogur, cereales o simplemente lavando bien la fruta.

Para mantener el cuerpo fuerte y protegido, lo mejor es seguir una dieta rica en vitaminas y minerales, evitando siempre los alimentos pre-cocinados. El ajo y el tomillo ayudan también a este sistema de defensa y son muy efectivos.

Es una forma sana, natural y muy fácil de cuidarse. Si empezamos a tomarlas, seguro que más de un resfriado o virus estomacal nos conseguiremos ahorrar. Es algo que realmente se agradece, sobre todo cuando a nuestro alrededor hay virus y bacterias en el aire que podemos coger en cualquier momento.


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jueves, 13 de marzo de 2014

Dieta para cada tipo de piel

Según el tipo de nuestra piel es conveniente aumentar o reducir el consumo de algunos nutrientes.

Si nuestra piel es áspera, fina y se descama, es una piel triste y apagada, que tiene tendencia a las arrugas, se irrita y nos salen manchas rojas con facilidad, significa que tenemos una piel seca. Nuestra dieta debe basarse sobre todo en alimentos ricos en grasas omega 3 y antioxidantes. Para mejorar su textura es fundamental que la hidratemos bien con, al menos, litro y medio de agua diarios.

Dieta y piel

Para este tipo de piel aconsejamos el consumo de granadas, que aportan ácido elágico, poderoso antioxidante polifenólico, o sea, una sustancia que promueve la muerte natural de las células cancerosas sin dañar las células normales. Aconsejamos comer sardinas ya que los ácidos grasos omega 3 evitan la sequedad de la piel. Y el consumo de zanahorias, con betacarotenos protectores, que junto con el pimiento rojo, anaranjado y amarillo proveen aproximadamente el 50% de la vitamina A necesaria.

La piel normal o mixta carece de puntos negros. Es tersa y rosada. Puede aparecer seca en el contorno de los ojos y las mejillas, pero segrega más grasa en la frente, la nariz y la barbilla (la famosa T). Si tenemos este tipo de piel y queremos mantener su belleza y su salud, tenemos que seguir una dieta rica en vitaminas y grasas buenas, y mantener alejados los azúcares y las grasas malas. Comer nueces, con nutrientes básicos para la piel, comer sandia que aporta betacarotenos, vitamina C y agua y huevos, que son una fuente de vitaminas B, proteínas y zinc.

En el caso de la piel grasa aparecen más granitos y puntos negros debido a la sobreproducción de las glándulas sebáceas. La ventaja que tiene este tipo de piel sobre las otras es que no se arruga tanto. Si tenemos la piel grasa hay que seguir una dieta con alimentos ricos en fibra, como cereales integrales y alimentos con efecto depurativo: piña, apio, alcachofa y té verde que es depurativo y rico en antioxidantes.


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domingo, 2 de marzo de 2014

Bayas de goji y sus beneficios

Las bayas de goji son unos frutos procedentes de un arbusto que se encuentra en oriente, en los valles del Himalaya, para ser más exactos, en el Tíbet. Los frutos tienen el tamaño aproximado de una uva pasa; de hecho, son bastante similares, aunque el rojo intenso que presenta es inconfundible. Son también algo dulzonas de sabor y menos jugosas que una pasa convencional.

Pero lo que sin duda convierte a estas bayas en especiales son todos sus beneficios para la salud. Disminuyen la fatiga y nos ayudan a afrontar cada día con más energía, gracias a los antioxidantes naturales que contienen. Protegen la vista y previenen las enfermedades cardiovasculares por su alto contenido de aceites omega.

Bayas de goji y sus beneficios

Ayudan también al sistema inmunológico, a los problemas de próstata y a la regulación de la glucosa en sangre. Al regular el nivel de glucosa, disminuye la ansiedad por la comida y esto nos permite adelgazar fácilmente, ya que se queman más grasas.

Parece mentira que algo tan pequeño sea el motivo de tantos beneficios para nuestra salud, y lo mejor de todo es que su sabor no está nada mal. Las podemos tomar con los cereales, ya sean con leche o en barritas energéticas o con el yogur. Basta con 100 gramos, unas 20 bayas al día para obtener una buena dosis de energía y antioxidantes.

Podemos encontrar estos frutos en cualquier herboristería aunque cada vez son más comunes en las tiendas y supermercados. De unos años a esta parte no han hecho más que ganar puntos en nuestro país y son muchos los que consideran estas bayas como el truco para mantenerse joven y con fuerzas.

Pero, como todo, las bayas de goji también tienen su lado negativo. En este caso la contraindicación que circula en torno a este producto es la posible aparición de hemorragias por la toma de las bayas junto a anticoagulantes.

Teniendo en cuenta todos los beneficios que estas pequeñas bayas nos proporcionan, resulta bastante interesante la posibilidad de tomarlas. Son algo duras al principio pero enseguida sentimos como se hidratan en nuestra boca y lo más probable es que no podamos comer sólo una.


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viernes, 14 de febrero de 2014

Mil usos de la calabaza

La calabaza es un vegetal de la familia de las cucurbitáceas, hierba característicamente rastrera o trepadora, que se destaca sobre todo por su riqueza en pro vitamina A y por su contenido en fosforo, hierro y calcio.

Se puede utilizar como integrante en sopas de hortalizas para niños desde los seis meses de edad. Aseguramos así un buen contenido de vitamina A en las comidas.

La calabaza

Podemos utilizar la calabaza cruda, rallada, mezclada con zanahoria, remolacha roja y nabo en ensaladas. En zumo también se puede preparar en conjunto con zanahoria, remolacha roja, tomates, aguacates, etc. en la licuadora.

Los brotes cocidos sirven para ensaladas y sopas. La calabaza cocida puede utilizarse conjuntamente con la patata, boniato, arroz, judías, trigo, etc.

Las puntas tiernas de la calabacera, de propiedades estomacales, combinadas con el maíz verde rallado, dan una sopa deliciosa muy utilizada en Brasil. También podemos preparar la flor de la calabaza a la milanesa.

Las semillas tostadas son muy buenas por la mañana, por ejemplo en pan integral, nueces, cacahuete o coco. Son un buen reconstituyente para niños desnutridos, débiles o raquíticos.

El uso medicinal de la calabaza es variado: las fricciones con las hojas son buenas contra la erisipela, un tipo de infección de la piel. Las hojas frescas machacadas alivian las quemaduras. La savia de las hojas hace desaparecer las verrugas. Los peciolos de las hojas, fritos en aceite de oliva, aplicados en cataplasma en el pecho, traen buenos resultados en caso de neumonía.

Las flores asadas y aplicadas al oído, son eficaces contra la otitis. Las simientes son calmantes y refrescantes y en emulsión prestan buenos servicios en las inflamaciones del tubo digestivo, de la vejiga y de la uretra.

Para combatir la bronquitis, podemos preparar una emulsión con 50 gramos de simientes descascarilladas, las trituramos con unos 20 gramos de azúcar y añadimos unos 80 g de agua. Tomamos varias cucharadas al día.


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viernes, 31 de enero de 2014

Quemar grasa, perder peso

Hemos descubierto que para adelgazar sólo existe un camino, el del sacrificio. Son muchos los artículos que intentan aconsejar la mejor manera de perder peso. En la mayoría de ocasiones se presentan planes dietéticos que son prácticamente imposibles de realizar, y no consiguen otra cosa que desanimarnos cuando los iniciamos, ya sea por cuestiones estéticas o de salud.

Hay sustancias que pueden extraerse de una dieta natural o como complementos alimenticios. Posiblemente no den resultados espectaculares a la hora de de perder peso, pero si cuándo queremos tonificar nuestros músculos y esculpir poco a poco nuestra silueta, convirtiendo la grasa en masa muscular.

Camino para perder peso

¿Por qué es tan fácil ganar peso y cuesta tanto perderlo? En los últimos años se ha dado con una fórmula capaz de mejorar esa molesta situación, la posibilidad de convertir grasas en energía, que puede que no suponga una perdida sustancial de peso, pero si garantiza efectos satisfactorios cuándo nos miremos al espejo.

Pero nada es tan blanco ni tan negro, aunque existen sustancias que pueden favorecer los resultados. Entre estas se encuentran el ácido linoleico conjugado (CLA) y el té verde. Funcionan al responder nuestro organismo a una serie de procesos como la trasformación de los alimentos que consumimos en energía.

Engordamos cuando los alimentos que consumimos se transforman en grasas en lugar de oxidarse y convertirse en energía. Esto se debe a que el organismo es incapaz de quemar las grasas que acumulamos por comer inadecuadamente, pero también por un mal funcionamiento del metabolismo.

Y aquí nos puede ayudar el té verde, que nos aporta carotenos y clorofila, útiles para frenar el envejecimiento de la piel y de las células neuronales. Es un importante diurético, aliado de todos los planes de adelgazamiento en los que el aporte calórico es controlado para adelgazar sin riesgo para la salud.

El ácido linoleico conjugado es un ácido graso de origen natural que encontramos en los lácteos, en la carne de buey, oveja y ternera. Es capaz de reducir la masa de grasa corporal al incrementar el tejido muscular del cuerpo, favorecer la descomposición de la grasa, prevenir la formación y el crecimiento de las células adiposas y hacer mayor el gasto energético, acelerando el metabolismo.

Así, la practica habitual de ejercicio físico y una alimentación equilibrada, junto a la toma de un suplemento alimenticio, pueden conseguir el objetivo de reducir la grasa corporal y sustituirla por masa muscular, perder peso y moldear nuestra figura.


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domingo, 19 de enero de 2014

El yogur helado

A pesar del invierno, hoy vamos a hablar de los yogures helados. Son muchos los locales en los que se vende este capricho. Suelen ser tiendas bastante llamativas en las que se muestran apetitosos ejemplos de este yogur con muchos "toppings". Los llamados toppings no son más que los pequeños trozos de frutas o dulces que podemos añadir a nuestro yogur helado.

Hay cientos de combinaciones que podemos crear. Además de los pequeños trozos de frutas o los dulces que elijamos, podemos añadirles también el sirope que más nos guste. Aunque podemos crear combinaciones de lo más saludable añadiendo solo frutas, estos helados no son realmente yogur, por lo que todos aquellos que lo consideran como una versión light de helado, se equivocan.

El yogur helado

Según la forma de elaborarlo, el informe nutricional varía. Por ejemplo, si se trata de un yogur helado preparado para consumir directamente, como ocurre en los locales que vemos por la calle, el resultado es más similar al de un yogur, mientras que si se congela, como vemos en los supermercados, el nivel de grasas es mucho mayor, más parecido a un helado convencional.

No es más que helado con sabor a yogur, y según han demostrado los estudios realizados por la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, un yogur natural sin azúcar tiene la mitad de calorías. Se trata de un producto que tiene los mismos niveles de azúcar y grasas saturadas que el helado común. Los altos niveles de grasas son poco cardiosaludables y la cantidad de bacterias lácteas que contiene es muy baja.

No podemos decir que sea un alimento sano, pero también es cierto que, si se consume dentro de una dieta mediterránea equilibrada y en las proporciones adecuadas, no supondrá ningún problema para nuestra salud. Es una buena forma de sofocar el intenso calor del verano y algunos defienden el aporte de energía, calcio y proteínas que estos yogures helados aportan.


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lunes, 23 de diciembre de 2013

Legumbres y setas

Las legumbres ayudan a rebajar el nivel de colesterol, gracias a la importante cantidad de fibra soluble que contienen. Añadidas a nuestra dieta diaria, las judías, habas y alubias, si sustituyen a los azúcares, pan y patatas, está comprobado que el nivel de colesterol se reduce en un 9 por ciento.

Como además contienen fibra insoluble, son también buenas para el aparato digestivo y contra el estreñimiento. Uno de los primeros estudios que se realizó en Estados Unidos demostró que cuando los garbanzos sustituyen al trigo y los cereales, el colesterol rebaja su nivel en casi 56 mg. Por otro lado, ni judías ni garbanzos tienen sodio, de forma que podemos incorporarlos a la dieta de los que tienen que vigilar éste nivel, cocinándolos, naturalmente, sin sal.

Rebajar el colesterol

La soja, también rica en fibra, es excelente para los que cuidan su tensión arterial, por su bajo contenido en sodio y su alto contenido en calcio y potasio. Quienes no comen carne deberían incorporarla a su dieta; alivia el estreñimiento y, como todas las legumbres, reduce el colesterol en sangre.

Las legumbres, además, regulan la insulina, convirtiéndose en parte fundamental de la dieta de los diabéticos, porqué producen una subida muy lenta del azúcar en la sangre (según algunos médicos). Así, el organismo libera menos insulina para mantener la glucosa en sus niveles saludables. Las legumbres son formadoras de más receptores de insulina en las células, con lo que esta tiene más sitio en el que instalarse y circula menos por el sistema.

Las setas también reducen el colesterol, impiden la formación de coágulos en la sangre, estimulan el sistema inmunológico y luchan contra algunos virus. Muchos de estos beneficios están asociados al champiñón común más que a otros tipos de setas.

Los científicos japoneses, que son quienes más estudios han hecho sobre las setas, aseguran que estimulan el sistema inmunológico contra varias infecciones y, posiblemente, contra enfermedades autoinmunes, como la poliartritis y la esclerosis múltiple.


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viernes, 6 de diciembre de 2013

La achicoria

La achicoria crece de forma vivaz y espontanea junto a los caminos de la península Ibérica, tanto en las partes bajas como en la media montaña.

Es una planta perenne de la familia de las compuestas, tiene los tallos erectos de 40 o 50 cm de altura aunque pueden alcanzar 1 metro. La achicoria florece en verano, con el calor, aunque depende de la altura. A finales de verano las flores de color azul, de hasta 4 cm, se marchitan.

La achicoria

Sus beneficios son notables, especialmente en el aparato digestivo, por la acción tónica y estimulante de los procesos que constituyen la digestión de los alimentos. Consumir achicoria durante su mejor temporada de cultivo, es decir, durante los meses de invierno y primavera, asegura el aporte de minerales, vitaminas y fibra para garantizar el funcionamiento óptimo de nuestro organismo.

La achicoria es una verdura de consumo recomendado por su acción antioxidante, para la prevención de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y del cáncer.

Tiene un alto contenido en vitamina A, que es necesaria para el buen funcionamiento del sistema inmunológico y es esencial para la visión, el buen estado de la piel, las mucosas y los huesos.

La achicoria es una planta que se puede servir en ensaladas; eso sí, debemos combinarla con otros alimentos que contrarresten su sabor tan amargo. También se puede cocinar como verdura, bien lavada, teniendo en cuenta que en la cocción se pierden parte de sus vitaminas y una cantidad importante de sales minerales quedan disueltas en el caldo. Por esto hay que aprovechar el caldo, bien para tomarlo directamente o bien para utilizarlo en otros platos. La achicoria se puede servir, también, como primer plato, salteada con unos taquitos de jamón.

La achicoria de café se recolecta cuándo las hojas amarillean. Las raíces se cortan en rodajas, se seca a 50º, se tuestan y se muelen. No es café, pero está rica.


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martes, 19 de noviembre de 2013

El exceso en la comida

Nos lo dijo Séneca: "el hombre no muere, se mata". Bueno tampoco es eso, pero esta frase es una conclusión notable de alguien que vivió muchos siglos antes de que se entendiese la causa real de las enfermedades. Un crack, este Séneca.

¿Los banquetes romanos tuvieron algo que ver en el destino del Imperio? ¿El vino y la comida franceses influyeron en la caída de Francia en la última guerra?. Parece que la historia y la nutrición están más relacionadas de lo que creemos.

No hay que hacer excesos con la comida

En materia de salud, no hay abuso tan grave (y tan generalizado) como comer demasiado. El exceso de vitaminas y de sales minerales no causa ningún mal apreciable; pero la sobredosis de hidratos de carbono, grasas y proteínas provoca la obesidad, una enfermedad cada día más extendida.

Incluso las pólizas de seguros saben que el peso de la grasa inútil es perjudicial y está ligado a la mortalidad prematura. Por eso, los obesos tienen siempre que pagar cuotas más altas. Y los muy obesos, muchas veces, ni siquiera son aceptados.

La sensación de cansancio, principalmente al levantarse, es debida la mayoría de las veces al condenable hábito de comer en exceso. Si la alimentación es la apropiada, el organismo humano "sano" es capaz de cuidar de sí mismo. Pero ante los abusos sólo podemos esperar su desgaste y, como fatal consecuencia, la enfermedad. El exceso de comida no te mata de golpe, pero te acorta la vida.


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viernes, 8 de noviembre de 2013

Hay que comer más higos

El saber popular nos dice que el higo debe tener el cuello del ahorcado, la ropa de pobre y el ojo de la viuda. Quiere decir que el rabo del fruto debe estar seco, la piel arrugada y, al abrirlo, debe desprender una lágrima de almíbar. Y como siempre, no se equivoca. Es cuando el higo está maduro.

Sus propiedades nutritivas y su aporte energético son tan importantes que debiéramos incorporarlos a la dieta habitual de los niños, personas mayores, mujeres en gestación y deportistas.

Los higos en la nutrición

Los higos no contienen grasas, colesterol ni sodio; en cambio tienen fibras, potasio, hierro, calcio y las vitaminas A, "todas las de la letra B" y vitamina C.

El fruto fresco está compuesto por un 80% de agua y un 12% de azúcar. Estas proporciones cambian a 20% y 48%, en el mismo orden, cuándo se trata de higos secos. Varían fuertemente. Pero tanto los higos frescos como los secos son un excelente tónico para las personas que realizan esfuerzos físicos o intelectuales.

El higo contiene cradina, un fermento digestivo que mejora el tránsito intestinal, convirtiendolo en un poderoso laxante.

Es una fruta buenísima, aunque de corta temporada, pero podemos sacarle mucho partido. Vamos a aprovechar la breve temporada de los higos para elaborar platos dulces y salados.

Como aperitivo sencillo hacemos a la plancha unas lonchas de bacón, envolvemos con ellas unos higos y las sujetamos con un palillo. Si lo preferimos, podemos utilizar lacón o jamón cocido. Si lo queremos comer como fruta dulce, podemos preparar una ensalada y añadirlo; ofrece un delicioso contraste.


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martes, 22 de octubre de 2013

La pimienta

Piper nigrum es el fruto de un arbusto trepador de la familia de las piperáceas, originario de la India y de Malasia. Lo conocemos como pimienta y hoy se cultiva en los países tropicales.

Hay dos clases de pimienta: la negra y la blanca; se trata del fruto de la misma planta, variando sólo la época en que ha sido recogida. En el primer caso, las bayas aún verdes se dejan secar al sol y adquieren de ese modo el típico aspecto rugoso y negruzco de la pimienta negra.

Pimienta

En el segundo caso, se despoja a las bayas de la piel mediante un proceso de fermentación y lavado. El núcleo blanquecino y liso que se obtiene es la pimienta blanca. La diferencia más importante entre los dos tipos de pimienta es el aroma, más intenso en la pimienta negra, y más suave en la blanca.

La pimienta, que es considerada la especia picante por excelencia, debe su aroma a un aceite esencial que se volatiliza al triturarla, por eso se debe emplear siempre recién molida.

Esta especia también tiene su leyenda, según la cual fue Alejandro Magno quien la introdujo en Grecia a la vuelta de su expedición por Oriente. Pero durante siglos fue usada sólo como medicamento.

Hipócrates la aconsejaba mezclada con miel y vinagre para aliviar los dolores cíclicos femeninos. Habría de llegar la época de Augusto en la que la pimienta se utilizó como condimento y fue una verdadera revolución gastronómica.

En las mesas más ricas se exhibían los "piperatoria"(molinillos en plata para la pimienta) y como postre se preparaban semillas de pimienta blanca regadas con miel.

Desde el tiempo de los emperadores romanos hasta casi el siglo pasado la cocina especiada fue sinónimo de riqueza. Pero teniendo en cuenta que las especias ayudaban a retrasar y, sobre todo a disimular el proceso de putrefacción de las carnes, se abusó de ellas durante siglos.

Si la pimienta es negra, estimula la digestión y cura la pereza. Si la pimienta es blanca, sienta bien al estomago y alivia al que sufre de tos. Previene, en general, los escalofríos y los primeros síntomas de fiebre.


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jueves, 10 de octubre de 2013

El dulce azúcar

Nos endulza la vida al instante, pero su exceso nos resulta perjudicial. Hay diversos tipos de azúcar, según su origen o proceso de elaboración. El azúcar no tiene valor nutritivo, sólo aporta carbohidratos.

El azúcar blanco, el más usado y menos sano, ha pasado procesos de refinamiento y blanqueado. El azúcar moreno de caña es azúcar blanca con extractos de melaza. El de caña integral se obtiene a partir del jugo depurado de la caña que conserva las melazas y le dan su color. El azúcar de fructosa se extrae de las frutas y se adquiere en polvo. El azúcar Cande o Candi que se presenta en cristales duros opacos y grandes.

El dulce azúcar

Aunque el azúcar es un producto que tiene una estupenda conservación, hay que guardarlo en un tarro hermético.

El azúcar es simplemente sacarosa que el organismo transforma en glucosa. Conocemos de él una leyenda negra por su exceso de calorías y porque carece de nutrientes (vitaminas, minerales, etc.). Pero el cerebro necesita entre 100 y 120 g diarios de glucosa para funcionar bien, que obtenemos de los hidratos de carbono de absorción lenta (pan, arroz, pata...), y también del azúcar, aunque en mucha menor medida.

Sea como sea, los dulces son productos de origen milenario que no puede faltar en nuestra despensa. El azucar proporciona energía inmediata y da sabor dulce a muchos platos y bebidas.


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jueves, 26 de septiembre de 2013

Malas digestiones

Cuando hay dificultad, más o menos habitual, para digerir correctamente los alimentos, podemos decir que una persona padece una mala digestión o dispepsia. El aparato digestivo no funciona bien y la digestión se produce de manera lenta y pesada.

Hay que diferenciar entre mala digestión e indigestión. El primero se produce como un fenómeno recurrente que se repite con una cierta frecuencia a lo largo de un periodo, mínimo, de tres meses. En cambio la indigestión sucede ocasionalmente y suele durar un periodo breve, luego desaparece.

Malas digestiones

Para tener una buena digestión la pared intestinal debe encontrarse en buen estado de salud y cada enzima y su jugo digestivo ser segregados en la cantidad adecuada y en el momento preciso. Entonces los alimentos son digeridos completamente y no dejan ningún residuo tóxico que interfiere con los procesos metabólicos.

Algunos motivos de una mala digestión son debidos a nuestros hábitos. Por ejemplo:

- Masticar mal los alimentos; una mala masticación perjudica la digestión y reduce la eficacia de las otras etapas del proceso digestivo.

- Si comemos demasiado, el sistema digestivo tendrá menos posibilidades de efectuar una completa digestión.

- Una mala alimentación rica en grasas o alimentos inadecuados y pesados, también será responsable de una mala digestión.

- No se debe beber grandes cantidades junto con las comidas. El líquido diluye las secreciones (bilis, ácido y enzimas) que son responsables del proceso digestivo. Al diluir estas secreciones perjudicamos la función que cumplen.

- Comer al final del día es causa de problemas digestivos.

- Un estado de nervios y estrés perjudica la digestión.

- Ciertas enfermedades del aparato digestivo, vesícula, páncreas, ulceras gástricas, gastritis o cáncer de estomago también suelen ser motivo de una mala digestión.

- Tomar alimentos que no toleramos bien (como es el caso de la leche en algunas personas) puede ser responsable de continuas malas digestiones.

- Una de las causas principales de las malas digestiones es una incorrecta combinación de los alimentos.

- Realizar movimientos bruscos o esfuerzos descontrolados después de las comidas.

Tenemos una mala digestión cuando los alimentos no son bien absorbidos por el torrente sanguíneo. Aquí van diez causas, pero hay más.


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miércoles, 11 de septiembre de 2013

Alimentación de los niños

Los chicos que van a colegio tienen unas necesidades alimentarias de notable importancia, y a veces no se cumplen y se cometen errores, como cuándo el niño al levantarse por la mañana no toma el desayuno o toma algo insuficiente, como un café con leche bebido. El resultado, después de unas horas de clase, es que el niño acusa una sensación de desgana, disminuye su poder de concentración; en resumen, bosteza con mayor frecuencia y, sin darse cuenta, puede cometer errores de falta de concentración.

Otro error se comete durante la hora del recreo en el colegio, cuándo el niño toma un bocadillo demasiado abundante, difícil de digerir y, en vez de estirar las piernas o conversar con sus amigos, se ve obligado a "engullir" (comer a toda prisa), con lo que se crean problemas de digestión y se pone en peligro la comida del mediodía.

Necesidades alimentárias de los escolares

Hay problemas cuándo el niño no tiene horario para la distribución de las comidas, o toma bebidas gaseosas, dulces y golosinas en exceso; en la mesa solo come los primeros platos y, en cambio, come entre horas. Resultado: el niño aumenta de peso, fracasa en la gimnasia y no la hace con gusto, con la perspectiva de convertirse en un adulto obeso, fácilmente predispuesto a la diabetes y otros trastornos del metabolismo.

La solución está en manos de nosotros, los adultos que controlamos su alimentación. Son preferibles los alimentos crudos. En la preparación de diferentes platos deberemos disminuir, incluso evitar, las salsas y los condimentos, ya que las grasas cocinadas son de difícil digestión; en cambio, las grasas crudas se toleran bien, particularmente, el aceite de oliva, que se recomienda en las curas de hígado. Aporta gran cantidad de vitaminas A, D, E y K. La mantequilla fresca en los desayunos y meriendas es muy adecuada para jóvenes.

Nunca deben faltar en el menú de los jóvenes frutas y verduras frescas, hortalizas y legumbres, variándolas para darle al organismo las sales minerales, vitaminas, ácidos orgánicos y fibra que necesita. Se desaconsejan los quesos fermentados y las salsas picantes, los embutidos demasiado fuertes y, por supuesto, las bebidas alcohólicas.


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