martes, 31 de agosto de 2010

La liebre, animal de fábula

La liebre es ciudadana del mundo. Se halla extendida por toda Europa, desde Laponia, donde el manto toma el color blanco de la nieve en la que vive, hasta los litorales meridionales de España, Italia y Grecia. Es común en Asia y abunda en África, sobre todo en Argelia y Marruecos. También hay especies en el continente americano. Además, vive en la literatura, ya que aparece en multitud de refranes, cuentos y fábulas.

La forma y el color de las razas de liebres cambian con el clima. Por otra parte, como ocurre con otros animales, su físico puede mostrar modificaciones, según el terreno donde habiten. En España existen tres variedades de liebres bien diferenciadas: una en el norte, desde Cataluña hasta Cantabria; otra en Galicia y Asturias; y la tercera en el resto de la península.

La libre, un mamífero veloz

La liebre no excava madrigueras como hace el conejo, sino que se fabrica un nido muy rudimentario en la superficie. Su sueño, si a la inmovilidad se le puede llamar sueño, no es más que un momento en su constante alerta ante el peligro. Parece que la naturaleza le haya querido advertir que nunca debe bajar la guardia, ya que no le ha provisto de los parpados que proporcionan a los demás mamíferos su verdadero reposo.

La constitución física de la liebre, con las patas posteriores mucho más largas que las anteriores, la hace muy apta para correr. En el llano es muy rápida, sobre todo, si comparamos su velocidad con su tamaño. Cuando corre, se detiene varias veces para examinar el comportamiento de sus perseguidores y, a veces, para descansar un poco. Una liebre en carrera puede alcanzar los 70 Km/h, dar saltos de tres metros y cambiar de dirección en ángulo recto. ¡Esto es correr como una liebre!

Su vista es mediocre, sobre todo de día. Los ojos de la liebre están colocados a los lados de la cabeza, separados uno del otro por toda la anchura de la frente. Parecen centinelas, pero cada uno ve solo lo que está a su lado. Mejor es su olfato que, con el viento favorable, le permite percibir olores a gran distancia.

Pero el sentido realmente fino de la liebre es el oído. Sus orejas son instrumentos acústicos maravillosamente construidos, que le permiten captar las menores vibraciones. Los tenues cartílagos que forman sus pabellones auditivos aumentan su sensibilidad y movilidad. La liebre puede mover las orejas en todas direcciones.


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lunes, 30 de agosto de 2010

Trabajo tras la jubilación

A pesar de la evidencia, todavía hay quien cree que las personas mayores no pueden aportar gran cosa a la sociedad, son más bien una carga. La jubilación solo marca una frontera en la actividad laboral remunerada. Pero, al parecer, también hay un antes y un después en la manera en que se suele percibir la "utilidad" de las personas jubiladas. Y esta percepción es falsa.

Pasar de la ocupación a la jubilación no cambia a las personas, solo su situación laboral. Es cierto que existe una disminución de la capacidad funcional relacionada con el envejecimiento; sin embargo, esto no significa incapacidad laboral. Las exigencias físicas de muchos trabajos han disminuido gracias a la tecnología. Incluso las personas gravemente discapacitadas pueden seguir siendo económicamente productivas.

Jubilado con un tractor

En realidad, las personas mayores aportan mucho a sus familias y comunidades. La creencia de que no tienen nada que aportar se justificaría si solo contaran las ocupaciones remuneradas. Sin embargo, las personas de edad ocupadas en la agricultura, la pesca, el sector informal, los negocios familiares y los trabajos voluntarios, hacen aportes importantes. Pero pocas de estas actividades se incluyen en la evaluación de los resultados económicos, con lo cual el aporte hecho por los ciudadanos de más edad a menudo se infravalora.

En los países en desarrollo las personas mayores, sobre todo las mujeres, trabajan en actividades agrícolas y ganaderas hasta una edad avanzada. Estos trabajos, incluidos los relacionados con los cultivos y la cría de animales, son inseparables de las tareas domésticas; tareas que, por su parte, son otro ejemplo de trabajo importante que no se tiene en cuenta.

Muchas personas de edad se mantienen a sí mismas y a otras trabajando en autoempleos, además de prestar atención en el seno de la familia. Por ejemplo, es habitual que los abuelos presten albergue, alimentos y educación a sus nietos, al tiempo que les transmiten valores culturales. Esto, además de un ahorro para las familias y un bien directo para los niños, facilita a las madres la posibilidad de tener un empleo remunerado.

El cuidado de los cónyuges o de los familiares enfermos es otra actividad que suelen desempeñar hombres y mujeres de edad, más estas últimas, en parte, porque viven más años. Incluso en los países desarrollados, el cuidado de los enfermos crónicos está a cargo de familiares que proporcionan una atención informal.

Los mayores con aptitudes trabajan a veces como maestros, aportando su experiencia y conocimientos a las instituciones y empresas, ofreciendo asesoramiento e, incluso, participando en negocios. Por otra parte, existen numerosas organizaciones de voluntarios, con importantes repercusiones sociales, que no funcionarían sin el aporte de las personas de edad.


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domingo, 29 de agosto de 2010

El arte de poner la mesa

Hay mesas que, por el modo en que están puestas, son una obra de arte. Aunque se trata de algo arbitrario, la distribución de los objetos sobre una mesa en la que se va a comer sigue unas pautas. Quizá las sabemos y las practicamos, o no tenemos ni idea y ponemos la mesa de cualquier manera. Pero en algún momento, como buenos anfitriones en casa, tendremos que poner la mesa con una cierta formalidad. Aquí van unos consejos.

En una mesa bien puesta tienen que quedar unos 40 cm. entre cada servicio, para que los comensales tengan su espacio y puedan comer holgadamente. Las sillas se distribuyen alrededor de la mesa, a unos 10 cm. del borde de esta. Los platos se sitúan a un cm. y delante del respaldo de cada silla.

Poner la mesa

Se colocan los cubiertos perpendiculares a la mesa, a los dos lados del plato principal. A la derecha, por orden de proximidad al plato, el cuchillo para la carne, la pala o cuchillo para el pescado y la cuchara. A la izquierda en el mismo orden, el tenedor de la carne y el tenedor del pescado. La parte cortante (el filo) de los cuchillos mira hacia el plato y los dientes de los tenedores y la parte convexa de la cuchara hacia arriba.

Los cubiertos para los postres se sitúan paralelos al borde de la mesa, cerca de la parte superior del plato y, respecto a este, primero el cuchillo con el mango a la derecha, el tenedor con el mango a la izquierda y la cuchara con el mango a la derecha.

Por norma, no se ponen más de tres cubiertos al lado de cada plato. Si se va a servir un menú que necesita más cubiertos, se irán añadiendo a medida que se sirvan los platos. Tampoco los cubiertos necesarios para el postre o queso se ponen al principio, sino que aparecen en el momento correspondiente. En todo caso, si es una reunión informal nos podemos saltar esta última norma y situar todos los cubiertos al poner la mesa.

En cuanto a las copas, su número va de dos a cinco, según la comida y solemnidad. Son imprescindibles las del agua y del vino. En caso de ceremonia, se pueden añadir las de aperitivo, vino blanco y cava. Las copas se sitúan en la parte superior del plato, ligeramente a la derecha, en diagonal y, si hay más de dos, ordenadas por tamaño.


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sábado, 28 de agosto de 2010

El laurel, del huerto al guiso

El laurel es una planta mediterránea que tiene cien usos en la cocina. Se utiliza como condimento aromatizante en recetas de estofados, escabeches, purés, sopas... Interviene en muchos guisos y combina con carnes rojas, aves y pescados, incluso salsas para pastas. También tiene propiedades curativas. Sus hojas, en infusión, alivian las molestias estomacales, reducen la hipertensión y son antisépticos para baños de asiento.

Por ser una planta de hoja perenne, el laurel no tiene problemas de almacenamiento. Se pueden recoger sus hojas durante todo el año para uso en fresco, o hacer ramilletes para secar en otoño, bien sea en la oscuridad o al horno. Las hojas secas tienen un sabor más intenso que las frescas.

El laurel, del huerto a la olla

El laurel prospera en cualquier suelo normal. Prefiere algo de sol, pero necesita estar protegido contra los vientos fuertes. En climas fríos, conviene plantarlo en tinas que se puedan trasladar al interior en invierno, ya que es vulnerable a las heladas. De vez en cuando, como a cualquier árbol que queramos que prospere, hay que añadirse fosfato o abonarle la tierra.

Los laureles se compran jóvenes, se plantan en invierno o bien se multiplican con facilidad a partir de esquejes semileñosos o de brotes semimaduros. Se puede multiplicar extrayendo los vástagos que brotan desde el suelo con una buena porción de raíces y tierra, para plantarlos en macetas individuales.

Hay que secar las hojas del laurel antes de utilizarlas. Para hacerlo, se colocan en capas en un lugar caliente y a la sombra. Nunca deben secarse a pleno sol. Si las hojas comienzan a rizarse, se pueden apretar un poco bajo una tabla. Dos semanas después del secado se las mete en recipientes herméticos, a ser posible en tarros de vidrio, ya que exudan aceites que después nos pueden resultar útiles para ungüentos aromatizados.


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viernes, 27 de agosto de 2010

Adiós, kilos del verano

Se acabaron las vacaciones y nos han dejado un regalito… en la cintura. Aunque hay quien aprovecha las vacaciones para hacer más ejercicio, la mayoría nos relajamos, comemos más y, claro, engordamos. Y ahora, lo peor que podemos hacer es tener prisa. Si queremos perder peso demasiado rápido, rebotaremos. Por tanto, vamos a olvidarnos de dietas o productos milagrosos, y haremos las cosas bien.

Para empezar, vamos a seguir una dieta a base de hidratos de carbono y proteínas, con pocas grasas. Los hidratos de carbono nos pondrán en movimiento, ya que son energía vital para los músculos. Las proteínas tonifican y renuevan la masa muscular. Completaremos la alimentación con antioxidantes, que previenen el envejecimiento y, de paso, ayudan a eliminar el ácido láctico que agarrota los músculos.

Ejercicio para bajar peso

Debemos comer cinco veces al día de forma moderada, pero sin pasar hambre, ni dejar que transcurran más de tres horas sin tomar alimentos. Varias de esas comidas deberían incluir alimentos crudos y fuentes de vitaminas, en especial, la vitamina C. Pues sí, estamos hablando de frutas y ensaladas.

Podemos apuntarnos a un gimnasio, pero no creer que, por eso, vamos a adelgazar. La mayoría de las matrículas de septiembre no llegan a octubre. Lo fundamental es librarnos de la pereza: hay que hacer ejercicio, el "dónde" es opcional y la mejor respuesta es "en todas partes". Podemos caminar, ir en bicicleta, subir y bajar escaleras, hacer bricolaje en casa o lo que sea. Se trata de mantener el cuerpo activo, gastando calorías.

Además, nos conviene hacer ejercicio sistemático, un mínimo de cuatro días por semana. Si elegimos un deporte aeróbico, hay que tener en cuenta que las grasas se empiezan a quemar a partir de los 20 minutos de entrenamiento. Por tanto, las sesiones deben durar unos 45 minutos, como mínimo. Mejor una hora, al principio. Una buena opción es alternar los días aeróbicos con otros para aumentar los músculos. Conviene recordar que el músculo siempre quema grasa, incluso cuando duerme.

Mientras hacemos la actividad física, tenemos que beber cada 10 minutos, sin esperar a tener sed. Si la sesión es muy larga y/o intensa, podemos tomar algún hidrato de carbono para recuperar energía. Debemos hidratar también la piel, con alguna crema a base de productos naturales.

Si tenemos un trabajo duro o estresante, podemos reducir el ejercicio físico, hacerlo más suave o combinarlo con otro tipo de actividad que nos relaje el cuerpo y la mente. Hay diversas disciplinas orientales que nos pueden ayudar, como el yoga, o toda la gama de masajes que tan bien sientan.

Finalmente, podemos aprovechar los fines de semana para salir a la naturaleza cercana, buscando alguna actividad que nos invite a movernos. Así, la vuelta de las vacaciones se hará más llevadera, mientras nos mantenemos en forma. El otoño, al aire libre, puede ser muy agradable.


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jueves, 26 de agosto de 2010

Coser una cremallera nueva

Da mucha rabia que se estropee la cremallera de un pantalón, una falda o cualquier otra prenda que está todavía nueva y nos gusta. Pero, una vez pasado el enfado inicial, no tiraremos la pieza por una simple cremallera, ¿verdad? Pues, manos a la obra: cogemos nuestro costurero básico y vamos a coser una cremallera nueva.

Coser una cremallera

Para cambiar una cremallera rota, primero la medimos con la cinta métrica. Vamos a la mercería y compramos una nueva de la misma longitud. En cuanto al color, puede ser el mismo o, ya que la cambiamos, podemos aprovechar para poner un color diferente, que esté de moda. Hoy en día se aceptan variaciones fuertes de color que antes nos habrían parecido una horterada y ahora se hacen a posta. Cuestión de gustos.

De vuelta a casa con nuestra cremallera nueva, descosemos la vieja usando la punta de la tijera para cortar los puntos que la sujetan, con mucho cuidado, no sea que cortemos también la tela. Retiramos los hilitos que hayan quedado hasta dejar la zona bien limpia. Tomamos la cremallera nueva, la abrimos e hilvanamos a cada uno de los lados de la pieza. Un hilván que, además de asegurarla, nos la va a presentar.

Si nos parece bien como va a quedar, elegimos de qué forma la vamos a coser: a mano, pasando puntos pequeños en ambas partes de unión de la prenda con la cremallera; o a máquina, de arriba a abajo, rematando el final. Hay quién elige hacerlo a mano, pues le parece que queda mejor y más asegurada, aunque coserla a máquina resulta más cómodo.

Pero es igual, a mano o a máquina el resultado va a ser el mismo: cremallera nueva y... ¡prenda salvada!


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miércoles, 25 de agosto de 2010

Sensualidad en los labios

Tener unos labios atractivos y sensuales es un valor seguro, si hablamos de belleza. En general, las mujeres cuidan este aspecto mucho más que los hombres; los morritos son una zona clave en el rostro femenino. Está claro que unos labios perfectos, si no te los da la naturaleza o el cirujano, no te los da nadie. Pero los podemos ayudar siguiendo unos sencillos consejos.

El primer consejo, y el más importante, es mantener los labios hidratados, cuidándolos del aire, el frío o los cambios bruscos de temperatura. Para que no se resequen, los podemos hidratar aplicando cremas especializadas, así como manteca de cacao o algunas vaselinas neutras.

Unos labios de escándalo

Si con la hidratación es suficiente, perfecto; unos labios naturales bonitos no necesitan más. En caso contrario, elegimos el tipo de barra que más nos convenga. Las hay resistentes, duraderas, hidratantes, mates, brillantes y hasta con efecto mojado. El color de la barra de labios debe ir en armonía con nuestro tipo de piel, color de ojos y del pelo. Pero también hay que tener en cuenta el estilo de vida que llevamos y la ocasión.

Es verdad que, por comodidad, algunas mujeres se decantan por un tipo de pintalabios que no tengan que retocar a menudo. Sin embargo, la textura de alguna de estas barras de larga duración no resulta muy agradable. Por eso, hay mujeres que prefieren seguir utilizando barras no permanentes y se decantan por el efecto mojado o brillante.

En líneas generales, a las mujeres morenas les sienta bien toda la gama de los rojos y granates. Las rubias y pelirrojas se ven mejor con tonos pastel o los clásicos colores cálidos, del marrón al anaranjado. Se pueden mezclar dos colores distintos al pintarse los labios. Por ejemplo, un carmín y un naranja harán que el color resultante sea más luminoso. Existen también tonos muy naturales que dan un efecto de suavidad y brillo.

Si nos maquilla un profesional, nos pintará los labios con pincel para obtener una aplicación más uniforme. Esta es una buena opción si deseamos un acabado perfecto. Pero si nos pintamos directamente con la barra de labios, también puede quedar bien. Eso sí, hay que procurar que en la comisura no se acumule demasiada cantidad de pintalabios, para no parecer muñecas.


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martes, 24 de agosto de 2010

Muebles de jardín y terraza

En muchas casas, los jardines, las terrazas o los balcones son una parte importante que hay que tener en cuenta. Con la llegada del buen tiempo, el exterior adquiere un mayor protagonismo y se convierte en la parte preferida para tomar un café, dedicar una tarde a la lectura, pasar un rato en buena compañía, o disfrutar de una comida o una cena.

El mobiliario exterior no solo nos ha de gustar, sino que se tiene que adaptar a las condiciones particulares de nuestro hogar. La orientación al sol y la protección contra la lluvia determinan los muebles de terraza o jardín que escojamos.

Muebles de jardín, balcón o terraza

Si queremos muebles de madera, hay que tener en cuenta varias cosas. Los de pino y abeto son poco recomendables, ya que los agentes externos nos harán gastar mucho en su mantenimiento y una vez al año habrá que encerarlos, o pasarles una capa de barniz. La madera de teca, en cambio, es una de las mejores para el exterior, aunque también pierde color y coge un tono gris. Pero si los frotamos bien y les damos una capa de aceite con color cada año, conservaremos los muebles durante mucho tiempo.

La forja (el hierro forjado) se adapta bien, tanto a espacios de interior como de exterior. Está de moda y su mantenimiento es más económico. El hierro puede parecer o resultar poco cálido, pero es bastante confortable.

Las fibras, como el ratán, cumplen bien su papel para exterior, pero es importante que estén colocados en la sombra, separados de zonas húmedas como una piscina o una ducha. Si queremos estilos más modernos, tenemos también muebles de aluminio combinados con tejidos de poliéster y vinilo.

Si no disponemos de demasiado espacio o dinero, será muy útil el mobiliario plegable o apilable. Podemos optar por materiales sintéticos cómo el plástico. Esta es la opción más económica. Los muebles de plástico o resina se limpian bien con agua y jabón neutro. Se dejan secar al sol o con un trapo limpio y seco.

Para mantener limpios los muebles de bambú, basta con quitarles el polvo regularmente y limpiarlos con un trapo húmedo. Si se estropean mucho, los muebles de bambú se pueden restaurar. En cuanto a la piedra natural, es suficiente evitar el contacto con agentes químicos o ácidos.


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lunes, 23 de agosto de 2010

Las cabras, animales de granja

Para una granja pequeña, las cabras son más baratas y fáciles de cuidar que las vacas. Necesitan menos espacio y dan menos trabajo. Si se cuidan bien producen hasta ocho litros de leche en verano y dos en el invierno. Si las alimentamos correctamente y las ordeñamos en condiciones higiénicas, su leche no tendrá olor ni el sabor fuerte que se le achaca con frecuencia.

Poca gente podría distinguir las leches de cabra y vaca. Sin embargo, la de cabra tiene la ventaja de que no transmite el vacilo de la tuberculosis. Además de hacer excelentes quesos y yogurt, ha demostrado aliviar en muchos casos a los sufren afecciones como eczemas y asma. La otra creencia de que las cabras huelen, solo se aplica a los machos (chivos) y, en cualquier caso, no es recomendable criarlos, porque suelen ser irascibles y solo se usan para fecundar a las hembras.

Cabras para nuestra granja

Las cabras necesitan una cuadra seca y libre de corrientes de aire, preferiblemente con una puerta partida de las de establo. El suelo debe ser de hormigón, con ligera pendiente hacia el fondo y aquí algún orificio que facilite el drenaje. En cuanto al espacio, depende del que dispongamos para hacer la cuadra; lo básico es que las cabras se puedan poner en pie, dar la vuelta y acostarse.

Debemos poner también un pesebre en la pared, colgado a bastante altura, y mantenerlo lleno de paja limpia. El suelo debe mantenerse cubierto de paja, añadiendo más a medida que se ensucia, y limpiarla cuando el nivel del suelo hay subido palmo y medio. Si se amontona la paja sucia y se deja fermentar, hace un excelente estiércol para el huerto.

De noche debemos encerrar las cabras en la cuadra, pero durante el día se pueden tener al aire libre, en un cercado fuerte, o atadas en lugares donde tengan comida adecuada. Son animales sociables, por eso no es bueno criar una sola cabra. La raza a elegir es según nuestra preferencia, aunque algunas tienen mayor rendimiento lechero, como la Saanen o la Alpine. Lo mejor es dejarnos guiar por otros propietarios de cabras.

A partir de las cuatro semanas de edad ya podemos comprar una cabra, pero, si lo que queremos es poderla ordeñar de inmediato, tiene que ser una cabra que ya haya parido. En este caso, continuará dando leche durante, al menos, dos años.


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domingo, 22 de agosto de 2010

Buenos anfitriones en casa

El anfitrión o anfitriona es la persona que convoca un acto. Se encarga de invitar a quienes tengan que asistir, de organizar la reunión y de presidirla. Estas son unas tareas que requieren atención y cuidado, tanto si se organiza una reunión informal con amigos, como si se trata de una celebración más elaborada.

En el artículo "nos han invitado a comer" decíamos que, si hemos aceptado una invitación, debemos corresponder con otra. Bien, vamos a organizar una comida o cena a la que asistirán varias personas. Como anfitriones, tenemos unas responsabilidades:

Recibir invitados en casa

1.- Invitar o convocar a quienes tengan que asistir. Según el grado de formalidad se puede contactar por teléfono o con una sencilla tarjeta que incluya, junto con los datos del encuentro, un número de contacto para confirmar la asistencia. En este caso, hay que enviar la tarjeta una semana antes.

2.- Preparar el entorno. Habrá que acondicionar los espacios que puedan visitar los invitados. Somos responsables de la música, temperatura, iluminación y todos los demás detalles. Un lugar clave es el baño: debemos poner suficientes toallas, ocultar nuestros objetos personales y asegurarnos de tener a mano un botiquín y un quitamanchas.

3.- Tenerlo todo preparado unos treinta minutos antes de la hora prevista, para evitar contratiempos. Si, aún así, nos queda algo por preparar, hay que disculparse.

4.- Recibir y despedir a los invitados. Debemos dar la bienvenida, agradecer la visita y decir adiós a todas las personas que nos visiten, como señal de respeto y honor. Si somos pareja, iremos los dos a la puerta. Cuando sea necesario, uno guarda los abrigos o chaquetas mientras el otro acompaña al salón. A ser posible, nunca dejaremos solos a nuestros invitados.

5.- Presentar al resto de invitados al principio. Además, durante el acto hay que procurar que nadie se quede aislado en los grupos de conversación que se suelen formar.

6.- Si hay alguien que no conoce la casa, podemos ofrecernos para mostrarla cuando hayan llegado todos los asistentes, es decir, reuniendo una comitiva una sola vez.

7.- Señalar el inicio, el final y los "tiempos" de la reunión.


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sábado, 21 de agosto de 2010

Cien naturales autosuficientes

Hoy este blog cumple cien días y cien artículos. El objetivo era publicar una entrada diaria y, de momento, parece que se cumple. En cuanto a las personas que nos siguen en Facebook, cada día descubrimos nuevas amistades. A todos y todas, muchas gracias por vuestro apoyo y ¡felicidades!

Hacemos Remedios naturales y autosuficiencia para escribir sobre temas que nos gustan, si puede ser, relacionados con el título del blog, aunque no es imprescindible. Recoge trucos y consejos que vamos pillando o que nos cuentan. No pretendemos dar lecciones ni nada de eso. Aquí todo es discutible. Escribimos lo que nos apetece y pretendemos que, quienes nos leen, hagan lo mismo.

Pirineos: el valle de Chistau

No nos complicamos la vida con el formato del sitio. Elegimos una de las plantillas sencillas de blogger y apenas la hemos retocado. Uno de los cambios es el de la imagen de cabecera que, además, sirve para identificar las páginas de remediando en redes sociales (Twitter, Facebook y MySpace. La foto, con la que ilustramos este artículo, tiene su historia:

Estábamos en el valle de Chistau, uno de los más bellos del Pirineo aragonés, y queríamos ir hacia Castejón de Sos. En la oficina de turismo de Plan nos dijeron que, o dábamos un rodeo de 90 Km. por carreteras malillas, o tomábamos la pista forestal por el puerto de Sahún, de unos 25 Km. Elegimos la segunda opción. La pista, sobre todo al principio, estaba fatal, el agua había excavado surcos profundos. No las teníamos todas, pero, a medida que subíamos se arregló o nos fuimos acostumbrando.

Al llegar al collado, a más de 2000 metros, y volver la vista atrás, el espectáculo era impresionante. Avanzaba la tarde y, ante nosotros, montes y cumbres, con el valle que acabábamos de dejar, al fondo. Y las vacas. Tuvimos que esperar un rato porque un becerro se había parado a mamar en medio de la pista. Unos metros más adelante, al empezar el descenso, nos esperaba otra sorpresa: la que se ve en el artículo "Posets, Maladeta y el valle de Benasque". Todo un lujo.

Esta es la historia de la foto. Quedó en nuestra retina y ahí está. ¿Y ahora, qué? Pues, por nuestra parte, seguir escribiendo sobre temas que nos gusten y esperar que aporten algo. Queremos ser naturales y autosuficientes. Nos vemos mañana.


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viernes, 20 de agosto de 2010

Cocinar en tiempos de crisis

Hace años, nuestras abuelas sabían hacer maravillas en la cocina con muy poco dinero. Uno de sus trucos era aprovechar los restos de comida del día anterior. Ahora nos toca aprender de ellas, que no están los tiempos para tirar nada. Hay varias maneras originales de confeccionar un menú para aprovechar lo que nos ha quedado de otra comida. No nos vamos a ahorrar una fortuna, pero todo cuenta. Además, este es un hábito muy recomendable.

Lo primero que hay que saber es que conviene consumir la comida sobrante, como muy tarde, al día siguiente. Para ello se deben eliminar los restos de salsa o aceite del ingrediente que se quiera aprovechar. Se guarda bien tapado en la nevera hasta que se vaya a preparar el nuevo plato.

Coquetas de lo que sobró ayer

Si nos queda algún resto de carne o de pescado después de una comida, con una bechamel podemos hacer unas sabrosas croquetas, potenciando los sabores con hierbas y especias. Para hacer la bechamel, primero se derrite mantequilla en una sartén y se le añade harina hasta que quede una salsa bien homogénea. Después vamos añadiendo leche hasta que se forme una pasta cremosa sin grumos. Se condimenta con nuez moscada, pimienta y sal. En la bechamel mezclamos la carne o pescado a trocitos muy pequeños. Con las manos siempre muy limpias, hacemos las croquetas, las pasamos por huevo primero, después por pan rallado y las freímos en una sartén con bastante aceite.

Con el pescado asado podremos elaborar un pudding. Si fuera insuficiente se añade un poco más de otra clase de pescado (puede ser blanco congelado). Se mezcla el pescado desmenuzado con media cebolla (cortada en trocitos pequeños y previamente sofritos a fuego suave con tres cucharadas de aceite), puré de patatas instantáneo y tres cucharadas de salsa de tomate. Se agregan yemas de huevo y sus claras batidas a punto de nieve (dando la sensación de una espuma blanca) y se pone a cocer todo al baño maría en un molde engrasado.

Se pueden preparar también huevos rellenos mezclando el pescado sobrante, sin espinas, una lata de atún, bechamel y yema de huevo cocido. Se rellenan las mitades vacías (la clara) de los huevos duros y se rebozan con harina y huevo. Se fríen un poco, se ponen en una fuente de horno y se cubren con salsa de tomate y bechamel. Se gratinan y se sirven.

Si nos sobra carne asada, se puede cortar en lonchas, rebozar con harina y huevo, y freír. Se sirve con patatas finas fritas al montón y salsa de tomate. Podemos elaborar también un guiso de patatas, sofrito de cebolla, zanahorias, guisantes y la carne troceada. Otra fórmula es cortar a tiras pimientos de piquillo, sofreírlo con aceite y ajo a fuego suave. Al cabo de 15 minutos podemos añadir tomate frito y la carne en lonchas. Se acompaña con dados de patatas fritas o con verduritas.

Con estas y otras ideas conseguimos beneficios económicos y ecológicos a partes iguales: ahorramos en comida y producimos menos residuos. ¿Tienes alguna receta que podamos aprovechar?


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jueves, 19 de agosto de 2010

Hábitos para una vida sana

Una vida sana se consigue manteniendo unos hábitos saludables. En este blog hemos escrito bastante sobre el tema, y seguiremos insistiendo. El problema es que, a menudo, nos decimos que no tenemos tiempo, que es un rollazo, que a mi no me hace falta, que es difícil compaginar el día a día con todo esto,… Excusas. No desear la calidad de vida es tontería, o es mentira. Y una vida de calidad es una vida sana. ¿Alguna duda?

La alimentación es uno de los pilares para gozar de buena salud. Es fácil, agradable y hasta barato seguir la dieta mediterránea, en la que predominan frutas, verduras y otros alimentos que nos aportan antioxidantes para mantenernos jóvenes. Debe ser una dieta baja en grasas, pero sin eliminarlas, ya que son necesarias para la protección de las células. Hace unos días ya hablamos de las grasas en la nutrición humana.

Una vida sana y saludable

Se deben realizar las cinco comidas al día: desayuno una hora después de levantarse, tentempié a media mañana, almuerzo al mediodía, merienda a media tarde y cena ligera por la noche. Además, hay que beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día.

Es importante masticar los alimentos léntamente, ensalivándolos bien para facilitar la digestión y así evitar la formación de los radicales libres que nos oxidan. De esta forma, lo que comemos nos sacia más y nuestras células se envejecen menos.

Debemos evitar las dietas hipocalóricas, por debajo de las 1200 Kcal., a no ser que lo recomiende un médico. El peso ideal es el que se mantiene constante y equilibrado en relación al índice de masa corporal. Este índice, abreviado IMC, se calcula dividiendo el peso en kilos por la talla, en metros, elevada al cuadrado. Si el valor está entre 20 y 25, tenemos un peso óptimo, entre 25 y 30, sobrepeso, y a partir de 30, obesidad.

Para una vida sana es imprescindible realizar ejercicio físico moderado entre 30 y 60 minutos al día, para que no disminuya la capacidad funcional de los órganos.

El descanso y la relajación son vitales para la regeneración del organismo. Hay que aprender a relajarse y a controlar el estrés. Con el descanso, el aspecto físico mejora porque, mientras se duerme, la circulación fluye sin problemas y los musculas descansan. Hay que dormir bién para estar más joven.

En circunstancias óptimas, las hormonas de la felicidad, las endorfinas, llenan de beneficios el organismo. En cambio, un estado de ánimo cargado de ansiedad, que nos hace perder el sentido del humor, no va a ser nada favorable. Sentirse bien ayuda a mantenerse joven. Reír y ser feliz alarga la vida.


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miércoles, 18 de agosto de 2010

Gimnasia suave para hombres

El cuerpo masculino también necesita cuidados. El ejercicio físico y los deportes para hombres suelen ser exigentes y, a menudo, precisan equipamiento o instalaciones especiales. ¿Y cuando no se puede? Pues aquí van unos ejercicios para hacer en casa.

Estos ejercicios también resultan adecuados para mujeres, ¡claro! Pero, para unos y para otras, hay que advertir que requieren una cierta preparación y resistencia. Es necesario realizar previamente un calentamiento, por ejemplo, estirándose.

Incorporarse. Echarse sobre la espalda con una almohadilla cómoda bajo la cabeza. Levantar el cuerpo hasta la posición de sentado sin usar los brazos. Las manos deben llegar a tocar las rodillas. Volver a la posición original. Repetir quince veces.

Ejercicios para hacer en casa

Flexiones. Yacer boca abajo, y con las manos en el suelo levantar el cuerpo hasta que los brazos queden rectos, pero sin levantar del suelo la parte inferior del tronco. Volver a la posición original y repetir el ejercicio diez veces. Este ejercicio puede resultar incomodo para alguien que sufra dolor de espalda. Como alternativa, se pueden hacer varias flexiones con las rodillas como puntal, empezando con las rodillas dobladas.

Levantar las piernas. Tumbarse boca arriba y levantar las piernas hasta la vertical, una y otra alternativamente. Realizar el ejercicio veinte veces para cada pierna. Este ejercicio fortalece los músculos de las piernas y los abdominales.

Tocarse la punta de los pies. En posición de sentado. Sentarse con las piernas rectas y separadas y estirar el brazo derecho hasta alcanzar la punta del pie izquierdo y, después, el brazo izquierdo hasta la punta del pie derecho. Repetir rítmicamente todo el ejercicio quince veces por cada lado.

Torsión de los costados. De pie y con los pies separados y las manos en las caderas, en una posición cómoda. Doblar el cuerpo por la cintura, tanto como se pueda, primero hacia el lado izquierdo, luego hacia el lado derecho. Realizar este ejercicio quince veces para cada lado.

Carrera sobre el propio terreno. Correr sin moverse del sitio, contando un paso cada vez que el pie derecho toca el suelo. Hacer 100 pasos o bien realizar el ejercicio durante un par de minutos. Si se quieren gastar más calorías, acompañar la carrera con giros de brazos, como si se saltase a la comba.


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martes, 17 de agosto de 2010

Coser al bies

Un bies o sesgo es un trozo de tela que se corta de forma oblicua respecto al hilo. Se suele emplear el bies para adornar o reforzar los bordes de una prenda de ropa. Por ejemplo, si tenemos una pieza que ya está cosida y queremos rematar el cuello, las sisas en las axilas o cualquier otra parte curva.

Para arreglar esa prenda cogemos una tira de la misma tela de unos 4 centímetros de ancho, cortada siguiendo una dirección al bies, o sea, diagonal. ¿Qué pasa? Pues que al coser la tira en curva, esta cede ligeramente y se adapta. Así no forma arrugas.


A veces se necesita un bies muy largo, pero no tenemos una pieza de tela de esa longitud. No hay problema: cortamos varias tiras en diagonal del mismo ancho, paralelas, y después las unimos. Para ello se encaran las tiras por el delantero de la tela y se cosen a medio cm. del borde. Después abrimos la costura con la plancha, y ya tenemos el bies listo para coser.

En este punto debemos advertir: cuidado con la plancha, es muy fácil quemarse si no se tiene agilidad al utilizarla. Cuando abrimos la tela y acercamos la plancha, lo más probable es que nos demos algún toque con la punta, y eso duele. Si nos hemos quemado, recurriremos rápidamente al agua fría, poniendo la zona donde nos haya tocado la plancha bajo el grifo, un buen rato.

Hecho el aviso, seguimos con el tema. Si no queda tela de la misma pieza para hacer el bies, aunque sea a trozos, podemos comprar uno ya hecho. En las mercerías venden bieses de dos tipos: de algodón, que son mates, sin brillo; y de raso, que son brillantes. Ambos suelen estar a buen precio. Con ellos podemos dejar rematadas las prendas o hacerles un ribete decorativo.


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lunes, 16 de agosto de 2010

Nuevas relaciones de pareja

Sería un tópico decir que hay tantos modelos de relaciones como parejas existen. Sin embargo, las necesidades, los intereses y los valores de hombres y mujeres cambian. Y, con ellos, también sus relaciones. El modelo de pareja tradicional ya no es el único. La sociedad se ha vuelto más tolerante y ahora existen otros modelos de parejas, aunque es verdad que sigue predominando uno: dos personas que se aman, se unen en matrimonio o como pareja de hecho y viven juntos para formar una familia.

Para los nuevos modelos de parejas ya no es imprescindible vivir juntos, ni tener hijos, ni tener distinto sexo o la misma edad, ni compartir religión o cultura. Siguen adelante, aunque no siempre es fácil hacer oídos sordos a familiares, amigos y compañeros de trabajo por no ser como las parejas consideradas normales. Para que no les afecten los prejuicios de los demás, estas nuevas parejas deben tener un vínculo muy fuerte entre ellos y, ambos, estar seguros de sus decisiones.

Modelos de parejas

Vivir juntos por separado es una modalidad que gana terreno. Son parejas estables en las que cada uno vive en su propia casa. Es el caso de viudas que temen perder la pensión de viudedad si vuelven a casarse, o separados que ya vivieron una relación convencional no satisfactoria. Aunque tienen pareja y están bien con ella, necesitan su propio espacio personal. Son como novios eternos que comparten los mejores momentos, como viajes con amigos, fiestas, vacaciones,.. pero luego cada uno vuelve a su casa, a veces con sus hijos, y así no les atrapa la rutina.

Está visto que el patrón de la pareja tradicional no es garantía de éxito, existen otras modalidades, cómo las parejas interraciales, en una sociedad que cada vez es más multicultural. O las parejas reconstruidas, recompuestas tras haber dejado otras relaciones y donde cada miembro trae consigo su mochila sentimental.

También existen las parejas abiertas, en las que ambos miembros tienen libertad para tener relaciones sexuales con otras personas, sin sentimiento de posesión. Y hay parejas con diferencia de edad donde se combinan vitalidad y madurez (aunque, de esas, siempre hubo). O parejas ocasionales, que se unen y se vuelven a separar de forma esporádica. O aquellas que se basan en una amistad o unos intereses, más que en el amor romántico.

En fin, aunque existen infinitas posibilidades, hay un modelo a tener muy en cuenta: las parejas que están a prueba de forma permanente, nunca se acaban de comprometer y se toman la relación como algo provisional. Curiosamente, suelen durar más que algunos de los modelos que se lo toman "en serio".


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domingo, 15 de agosto de 2010

La cosmética natural

La cosmética pretende cuidar y embellecer el cuerpo por fuera, en especial, la piel y el cabello. Pero eso depende de cómo funcione el organismo por dentro. Como ya hemos dicho muchas veces, la dieta, el ejercicio, el descanso y un estado de ánimo positivo mejoran la salud, y la salud es la base de la belleza. A partir de ahí, nuestro aspecto puede mejorar usando productos cosméticos.

La cosmética natural utiliza las plantas para tratar la piel. Cada planta tiene uno o varios principios activos en su composición. El artículo Tipos de plantas medicinales hablaba de su relación con la salud. Aquí ponemos una breve lista de plantas que se pueden aplicar en cosmética:

Productos naturales

- Antisépticas, como el tomillo, espliego, salvia y romero. Tienen un efecto estimulante y favorecedor del riego sanguíneo.

- Depurativas o dieuréticas, como la cola de caballo, saponaria y zarzaparrilla. Estas plantas estimulan la eliminación de orina.

- Astringentes, como la rosa y el hammamelis, pueden contraer los tejidos. Son buenas para pieles grasas y con poros abiertos.

- Adelgazantes, para solucionar problemas de la obesidad, como el alga fucus, que estimula el tiroides. También se pueden utilizar plantas laxantes, como el Sen.

Conociendo estas propiedades, podemos usar las plantas de muy diversas maneras. Existen en el mercado productos etiquetados como "naturales" que se fabrican a base de plantas, pero hay que tener cuidado y leerse muy bien su composición. También hay soluciones a nuestro alcance sin pasar por caja. Aquí van algunas:

- Podemos hacer como nuestras abuelas, que se lavaban el cabello con raíz de saponaria y luego lo abrillantaban con vinagre.

- Nos podemos lavar el cutis por las mañanas con un jabón de aceite de oliva virgen y luego pasamos un algodón impregnado en agua de rosas o agua de hammamelis.

- Para mantener la piel limpia de grasa, usamos un tónico a base de limón. Para la sudoración natural excesiva de nuestro cuerpo nos aplicaremos infusiones de salvia.

- Finalmente, los aceites base (de sésamo, oliva, girasol, jojoba o almendras) mezclados con aceites esenciales (de naranja, limón, romero, salvia o árbol de té) proporcionan hidratación y nutrición para la piel. Con aceite de oliva virgen podemos preparar cremas, lociones, ungüentos o aceites de masaje.


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sábado, 14 de agosto de 2010

La longevidad en Cerdeña

La isla italiana de Cerdeña está situada en medio del Mediterráneo oriental. Sus habitantes suelen vivir mucho. El porcentaje de las personas que superan los 100 años en Cerdeña triplica el del resto del mundo occidental. ¿A qué se debe?

Los sardos nonagenarios y centenarios suelen ser delgados, llenos de vigor y, en general, viven solos. No se complican la vida, la afrontan con mentalidad práctica, viven en contacto con la naturaleza, mantienen una dieta sana - mediterránea, claro- y les gusta el vino. Como era de esperar, su longevidad ha llevado hasta Cerdeña a muchos investigadores, deseosos de descubrir el secreto. Han analizado lo que tienen en común estos ancianos tan jóvenes y aquí están sus descubrimientos:

En Cerdeña se vive más

1.- Las frutas y verduras que consumen proceden de cultivos naturales, con menos agua y más nutrientes que los producidos de forma industrial. La carne - poca - y los lácteos proceden de animales que pastan en los campos y las montañas. El pescado es fresco. Su alimentación incluye aceite de oliva y frutos secos.

2.- Su dieta contiene entre 1800 y 2000 calorías diarias, es decir, entre un 10 y un 20 por ciento menos de lo que es habitual en occidente. Verdura, fruta, leche, cereales y legumbres forman la base de su alimentación. Todos estos productos son ricos en vitaminas y antioxidantes.

3.- Acompañan sus comidas con vinos procedentes de las montañas. En los viñedos situados por encima de los 600 metros de altitud, las uvas producen más polifenoles para protegerse de la radiación ultravioleta del sol. Su consumo favorece la salud cardiovascular y estimula la producción de sirtuinas, unas enzimas que, combinadas con la dieta baja en calorías, alargan la vida.

4.- Se mantienen activos, ocupados y con objetivos. Trabajan, caminan, cazan, pescan, crían ovejas, cocinan o atienden sus comercios. La jubilación, en el sentido de reducir la actividad o tener una vida sedentaria, no existe para ellos.

5.- Tienen un estado de ánimo "compensado": por una parte, esperan poco de la vida y sienten como un deber el bienestar de los demás, en especial, su familia y su comunidad; por otra, tienen un gran sentido del humor y les gustan las bromas. Esta mezcla proporciona una vida sosegada, sin estrés.


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viernes, 13 de agosto de 2010

La siembra manual

El principal objetivo de la agricultura es la reproducción de las plantas. La mayoría de las herbáceas, como las hortalizas, los cereales y las leguminosas, se siembran. Por tanto, la siembra es una de las principales tareas agrícolas. Sembrar es poner semillas en el suelo o el subsuelo para que produzcan nuevas plantas.

Las semillas se pueden sembrar en semilleros de interior o exterior para trasplantarlas cuando hayan germinado, o directamente en la parcela que van a ocupar. Habrá que tener en cuenta el tiempo reinante, el espacio disponible, el tipo de semilla y la época de la cosecha deseada.

Sembrar a mano

Hay que sembrar bien si se quieren conseguir buenas plantas. Todo el ciclo de una cosecha supone mucho tiempo y esfuerzo. La siembra es el inicio de este proceso, por lo que vale la pena asegurarse de que se realiza en las mejores condiciones. La mayor parte de las siembras se llevan a cabo en primavera, y se continúan haciendo siembras limitadas en verano, y a veces en otoño, para obtener cosechas sucesivas.

Primero se remueve la tierra para eliminar las piedras grandes. Con la tierra ya limpia se traza un plan de siembra para la parcela. Si la siembra es a voleo (por ejemplo, cereales o soja), se tiran las semillas como si llovieran. En cambio, para la mayoría de hortalizas y verduras tendremos que hacer surcos.

Se señalan las distancias correctas de plantación colocando un cordel a lo largo de la primera hilera. Se cava un surco de la profundidad adecuada con la azada. Podemis mojar la tierra si encontramos que está demasiado seca o, mejor aún, le ponemos cualquier tipo de abono.

Una vez se tiene la tierra preparada, se siembran las semillas poco densas con un plantador. Incluso las pequeñas deben plantarse aproximadamente dos cada 2,5 cm. Se utilizan estacas como guía. Se vuelven a cubrir las semillas devolviendo la tierra al surco y afirmándola con el revés del rastrillo. Para saber lo que hemos plantado en cada surco ponemos etiquetas de madera en ambos extremos de la hilera.


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jueves, 12 de agosto de 2010

Habitación con zócalo de tela

Las telas permiten crear decoraciones bonitas y prácticas en las habitaciones de los niños. Además, si se escogen los estampados en colores suaves, se logran estancias alegres y luminosas. Los tonos azules y verdes quedan muy bien.


En la pared de una habitación infantil se puede colocar un zócalo de guata revestida de tela. Se remata en la parte inferior con un rodapié alto de madera y se pinta con una pintura lavable. En la parte superior se pueden poner unas perchas de madera, en lugar de las típicas de hierro. A la hora de vestir la ventana, el estor es la solución más cómoda.

Vamos a realizar nuestro zócalo de tela de esta manera:

1.- Se coge una plancha de guata (la podemos comprar en cualquier tienda que vendan telas) y se coloca en la pared que queremos proteger. Después se fija con una grapadora.

2.- Ponemos la tela encima de la guata, estirando bien para que no quede ninguna arruga. También grapamos la tela a la pared.

3.- En la parte inferior colocamos un friso de madera ancho, de unos 15 cm. Se clava y se pinta después con una pintura lavable.

4.- Clavamos las perchas a modo de remate superior del zócalo. Si no nos gusta su acabado natural, las podemos pintar en un color suave que refleje la luz y no canse.


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miércoles, 11 de agosto de 2010

Criar cerdos para autosuficiencia

El cerdo es el animal básico en una economía autosuficiente. Es más omnívoro que el hombre, come casi cualquier vegetal y, si no lo puede comer, lo convierte en un excelente abono. Además, del cerdo se aprovecha todo. Cuando llegue la época de la matanza, tendremos la carne más sabrosa que podamos imaginar. La carne de cerdo criado en libertad no se vende en las carnicerías.

La cría de cerdos es un negocio inseguro, ya que el precio de su carne fluctúa mucho. Hay que tenerlo en cuenta, porque una cerda tiene ocho o diez lechones por camada, y no hay familia que se los pueda comer todos. Si se mantienen en las condiciones debidas los cerdos son animales bastante fáciles de criar, pero dan mucho trabajo. La limpieza de la pocilga, que es una tarea diaria, es un trabajo muy duro.

Cría de cerdos en libertad

Los cerdos viven por el hocico, toda su vida consiste en hozar y remover en la tierra. Mantenerles en una pocilga de hormigón es imperdonable. Por tanto, tenemos dos métodos naturales de crianza: el primero, en el que los cerdos permanecen en un corral, es el que la mayoría de las personas tendrán que adoptar. El segundo implica mantenerlos en libertad y, para quien tenga suficiente tierra - más de 2 hectáreas -, es ideal, porque los cerdos son los mejores cultivadores, mucho mejores que cualquier aparato mecánico. Buscaran todas las raíces, incluso las de las malas hierbas, arando y fertilizando la tierra al mismo tiempo.

Si no hay más remedio que criarlos en un corral, prepararemos el suelo con paja o helechos secos para que los cerdos jueguen con el barro, les encanta. El tamaño del corral determina el numero de cerdos que podemos criar. Los cerdos no deben estar apretados, sin poder moverse. Nuestro sentido común y capacidad de observación nos indicaran si tienen suficiente espacio.

Los cerdos son excelentes escapistas. Si el lugar donde viven está vallado con muro de ladrillo hasta una altura de un metro, puede ser seguro. En caso contrario, hay que cercarlo con tela metálica fuerte o chapa ondulada, de 1,2 m. de altura, sostenida con postes firmemente clavados en el suelo. Los animales se apoyan en la valla y se rascan contra ella. En la parte inferior debe haber un hilo de alambre espinoso para evitar que hocen por debajo. Los cerdos pueden saltar, y lo hacen sobre todo si están asustados. Pero si se escapan del cercado, son fáciles de recuperar. Si nos conocen y tenemos su cubo de comida, los haremos ir allá donde queramos.

Aunque no lo parezca, los cerdos prefieren no ensuciar su alojamiento, pero hay que limpiar su área a diario, porque si se encierran por la noche tienen que ensuciar algún sitio.


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martes, 10 de agosto de 2010

Estiramientos para relajarse

Saber relajarse es importante por muchos motivos y en muchas circunstancias. Sobre todo, cuando vamos a empezar una sesión de ejercicio físico. Hay que dejar atrás las tensiones diarias y estirar los músculos mientras los calentamos para la tarea. Aquí van seis ejercicios que podríamos llamar "para principiantes", ya que no tienen ninguna dificultad.

Rotación de los brazos: de pie con los pies separados, vamos a girar los dos brazos a la vez como si fueran unas hélices, subiendo por delante, después arriba y bajando por los lados mientras los forzamos ligeramente hacia atrás, con las manos abiertas y los dedos estirados. Repetimos diez veces en cada dirección.

Relajación para principiantes

Rotación de la cabeza: nos ponemos de pie, con las piernas ligeramente separadas y las manos en la cintura, en una postura cómoda. Efectuamos un movimiento de rotación con la cabeza, dando diez vueltas en una dirección y diez en dirección contraria.

Flexión de rodillas: nos plantamos con los pies algo separados, doblamos una pierna subiendo la rodilla hacia arriba y, sujetándola con ambas manos, tiramos de ella hacia el pecho. Repetimos el ejercicio diez veces con cada rodilla.

Torsión del tronco: también de pie y con los pies separados, dejamos los brazos libres en los costados. Giramos el tronco y la cabeza hacia la izquierda y después hacia la derecha. De nuevo, repetimos el ejercicio diez veces para cada lado.

Rotación de tobillos: ahora nos sentamos en el suelo, con una pierna estirada. Doblamos la otra pierna por encima de la primera y sujetamos el tobillo, haciéndolo girar sin forzarlo. Repetimos diez veces el ejercicio para cada tobillo.

Tocar la punta de los pies: de pie, con los pies separados, nos doblamos hacia delante hasta tocar la punta de los pies, sin doblar las rodillas. Repetimos el ejercicio quince veces.

En todos los ejercicios es importante tomar aire en la posición inicial y soltarlo lentamente mientras realizamos el movimiento. Se trata únicamente de estirar y relajar los músculos mientras los calentamos, en ningún caso se deben forzar. Al acabar la serie nos deberíamos sentir relajados y listos para empezar unos ejercicios más intensos. O no. También nos podemos dar una ducha, ponernos cómodos y descansar de la dura jornada...


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lunes, 9 de agosto de 2010

Comida sabrosa para niños

En las fiestas infantiles los niños y niñas comen poco, ya que están nerviosos ante la celebración. Por eso la merienda deberá ser original y apetecible. En general, van a tener más ganas de jugar con los amigos que de merendar. Si queremos que nuestros peques se alimenten, habrá que hacer algo que les llame la atención. A continuación, unos ejemplos que les van a atraer y además son divertidos.

Fiesta infantil

Figuritas de pan. Se corta el pan de molde en forma de estrella, corazones o conejitos con unos cortapastas. Se untan con queso, chorizo y con foie-gras.

Rollos de jamón. Se pone un trocito de jamón serrano sobre una rodajita de pan tipo baguette untada de mantequilla.

Cazuelitas de tortilla. A todos los niños les encanta la tortilla de patatas. Se corta en cuadraditos, se coloca en capsulitas de papel rizado y la acompañamos con salsa de tomate.

Pinchos de queso. Se hacen cuadraditos de pan de molde y trocitos de queso de la misma medida. Se montan pinchitos, con pan, queso y aceitunas sin hueso.

Casa-tarta. Con un poco de habilidad, se prepara un bizcocho en un molde de empanada rectangular. Se hace el techo con lenguas de gato de chocolate cortadas de forma que simulen tejas. Después se señalan las puertas y las ventanas con una manga pastelera rellena de crema de chocolate y nata.

En definitiva, se trata se presentar una comida nutritiva de forma que resulte atractiva para los niños. Solo hay que echarle un poco de imaginación. ¡Y suerte con esas fierecillas!


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domingo, 8 de agosto de 2010

Breve historia del dinero

Hace miles de años que los humanos inventamos el comercio. La especialización en el trabajo nos obligó a intercambiar lo que teníamos o sabíamos hacer por otros bienes o servicios que necesitábamos. Pero el trueque no siempre resultaba fácil de aplicar, por eso se empezaron a usar medidas de pago aceptadas por las partes. Algunas resultaron más prácticas que otras y se convirtieron en habituales. Había nacido el dinero.

Al principio hubo muchos productos que tuvieron valor económico, es decir, que se podían usar como medio de pago. Por ejemplo, el ganado, algunos productos agrícolas o los metales preciosos. Pero tenían varios inconvenientes: o eran perecederos, o difíciles de almacenar, o no se podían dividir en fracciones más pequeñas.


Hacia el siglo VII a.C. se popularizaron como medio de pago unas piezas de metal que ahora llamamos "monedas", acuñadas con dibujos e inscripciones que identificaban a quienes las emitían. De entre todas las monedas destacan las elaboradas con oro y plata. Durante siglos fueron la forma de dinero más importante. Sin embargo, las monedas también tienen inconvenientes: primero, que dependen de unas reservas de oro y plata que son limitadas; segundo, que hay otras fuentes de riqueza.

Los billetes de papel aparecen en Europa a finales del siglo XVII. Algunos orfebres guardaban piezas de valor de particulares y, a cambio, entregaban un recibo. Los depositarios podían recuperar sus joyas en el momento de entregar el recibo y pagar unos intereses por su custodia. Con el tiempo, estos recibos se convirtieron en medios de pago, adquiriendo valor por sí mismos. Y, de paso, se había inventado la banca.

Pronto los bancos observaron que se podían poner en circulación más billetes que las reservas de oro y plata que, supuestamente, garantizaban. En la actualidad, los sistemas monetarios no están ligados a las reservas y el dinero que se emite no guarda relación con ellas. Desde inicios del siglo XX el valor del dinero se basa en la confianza que la sociedad le otorga, es decir, en la seguridad de que será aceptado como medio de pago.

En las últimas décadas el dinero ha pasado a ser virtual, primero con las tarjetas (de crédito o débito) y, después, con la aparición de diversos sistemas electrónicos e internet. El dinero que ahora poseemos está en los bancos y las transacciones económicas se basan en confiar en que eso sea cierto. Lo único que se maneja son cifras, códigos y confirmaciones electrónicas. Y, sin embargo, seguimos diciendo que el dinero cambia de manos o de bolsillo.


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sábado, 7 de agosto de 2010

Los hilvanes en la costura

Hacemos un hilván cuando estamos cosiendo y queremos unir una pieza con otra de forma provisional, por ejemplo, para probarnos la prenda y hacer las correcciones. O cuando necesitamos una guía para poder unir las piezas cortadas y, así, ir dándole forma. Es decir, que hilvanar es coser, pero el cosido no queda en la prenda acabada. Podemos optar por diversas clases de hilvanes:

Hilván corto: es el que tiene la toma y el espacio iguales, no muy largos. Sirve para unir una pieza con la otra otra para, posteriormente, poder coser a máquina sin ninguna dificultad. El hilo debe quedar tenso, sin estirar la tela.

Hilván largo: se llama así a pesar de que es largo de hilo pero de espacio corto, aunque mejor debería llamarse hilván irregular. Se utiliza normalmente para unir telas y poderlas marcar por medio del planchado, así como para señalar la línea por donde deben hacerse las costuras posteriores a una rectificación.


Hilván de sastre: se trata de un hilván flojo que se utiliza en sastrería para marcar sobre las piezas de la prenda las señales del patrón. Se usa una hebra doble de un color que contraste. Al abrirse este hilván flojo, la tela queda marcada por ambos lados. También se usa en cortes ornamentales.

Hilván en diagonal: se usa para unir dos capas de telas que se van a planchar, o para poder trabajarlas con los moldes. También se usa para sujetar forros y entretelas de forma provisional. Se toman espacios cortos e hilos largos.

Los hilvanes deben hacerse con colores opuestos a la tela que se va a trabajar. La aguja más adecuada es una fina y larga. La hebra del hilo debe cortarse mediana, de unos 80 cm. Se hace un nudo en el extremo y se acaba el hilván con una puntada atrás.

Para hilvanar se suele utilizar un hilo de algodón especial que podemos encontrar en cualquier mercería. Si se utiliza el hilván para planchar, se puede usar un hilo de seda, que no deja marca.

¿Conoces otros tipos de hilvanes o algún truco interesante? Déjanos un comentario y, si te gusta el artículo, dale a los botones de compartir que encontrarás más abajo. !Que usted lo cosa bien!

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viernes, 6 de agosto de 2010

Envejecer según el sexo

Hombres y mujeres envejecen de distinta manera. En general, la esperanza de vida de una mujer es mayor que la de un hombre. Las hormonas femeninas brindan una mayor protección biológica, al menos, desde la primera lactancia hasta la menopausia. ¿Sexo débil? En cuanto a longevidad, seguro que no.

Tal como se va avanzando en edad, cada vez hay más mujeres y menos hombres. Por otro lado, una vida más larga no significa que sea más saludable. Ni tampoco más confortable. Por una parte, los patrones de salud y enfermedad según los sexos tienen diferencias notables. Por otra, la calidad de vida está también determinada por factores culturales y sociales.


La longevidad de las mujeres las hace más proclives a contraer algunas enfermedades crónicas, como incontinencia, artritis, osteoporosis, hipertensión y diabetes. Además, algunas de estas enfermedades reducen la movilidad, y de ello se resienten tanto las relaciones sociales como la calidad de vida. En los hombres, en cambio, las principales causas de discapacidad (y muerte) tienen un origen cardiovascular.

Además de las diferencias biológicas, la esperanza de vida de hombres y mujeres puede tener otras causas, distintas según la época y cultura en la que viven. En los países industrializados se ha alargado mucho la longevidad femenina a base de reducir los riesgos para su salud. Antes se tenían más hijos (y más posibilidades de morir en un parto), menos higiene y peores condiciones de vida. En cambio, no fue así para el hombre. La industrialización le llevó a asumir más riesgos en su trabajo, lo que ha contribuido a un número mayor de defunciones prematuras de origen ocupacional entre los hombres.

Otro factor que influye en la vejez es la discriminación. En algunas sociedades, la ventaja biológica de la mujer se pierde, desde niña, a causa de las desventajas sociales. Incluso donde esto no ocurre, las mujeres suelen ganar menos que los hombres, lo que repercute también en las prestaciones sociales que puedan recibir en concepto de pensiones y seguridad social. En esto influye el hecho de que, con frecuencia, la mujer interrumpe su carrera para atender a la familia. En la vejez, las mujeres tienden a ser más pobres que los hombres.

Finalmente, además de vivir más años, muchas mujeres se casan con hombres mayores. Esto hace que haya más viudas que viudos, y las normas sociales no favorecen su bienestar. En particular, las pensiones resultan insuficientes y los derechos de herencia suelen beneficiar a los hijos. Muchas mujeres de edad - hombres también, aunque llegan menos - sufren problemas relacionados con la pobreza, aislamiento y soledad. Hay que saberlo, prepararse y, en la medida de lo posible, evitarlo.


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jueves, 5 de agosto de 2010

La artrosis que nos invade

La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones. Se suele colar en la vida de las personas con mucho sigilo. Aparece despacio, provocando pequeñas molestias que duran poco. Al cabo de un tiempo, vuelven o aparecen en otra parte del cuerpo. Se hacen más frecuentes, más duraderas, más intensas y, cuando nos queremos dar cuenta, ya la tenemos.

Las articulaciones son los puntos de enlace entre las diversas partes del esqueleto. Están formadas por las zonas en contacto de dos o más huesos y por una serie de elementos que les proporcionan estabilidad. Las hay de tres tipos:

Articulaciones fijas, constituidas por la unión de dos o más huesos y cuya principal función consiste en proteger a los órganos que recubren. Es el caso de los huesos del cráneo, que protegen el encéfalo.


Articulaciones semimóviles, en las que las superficies óseas sólo permiten ligeros movimientos, como las vertebras de la columna, separadas entre sí por un disco intervertebral.

Articulaciones móviles, que permiten una amplia gama de movimientos, como el hombro, la cadera o el codo, componentes elementales del aparato locomotor, gracias a las cuales podemos mover las diferentes partes del cuerpo.

La artrosis es una enfermedad crónica que deforma a las articulaciones móviles y semimóviles. La superficie de contacto entre los huesos está recubierta por una almohadilla llamada cartílago. Con el paso de los años este cartílago va perdiendo grosor y, en los casos graves, puede llegar casi a desaparecer. La falta de este cojín entre las articulaciones provoca dolores e inflamaciones. La artrosis es bastante común. Tres cuartas partes de las personas que la padecen son mujeres.

Una de sus manifestaciones más frecuentes es la artrosis de las vertebras cervicales, que impide mover la cabeza con facilidad y puede provocar mareos. Menos común, pero más grave, es la artrosis de cadera. Esta produce un dolor extendido en la articulación, que puede llegar a impedir andar. También son frecuentes las artrosis en las extremidades.

Para aliviar las molestias provocadas por la artrosis, la infusión de ortiga verde es un buen remedio. Para prepararla, se hierve la ortiga a fuego lento durante tres minutos para, después, dejarla reposar durante dos horas. Más tarde se filtra y añade un diente de ajo bien picado y el zumo de un limón. Finalmente, se envasa la cocción sin colar, y se conserva en el frigorífico. Se toma medio vaso de esta infusión en ayunas, durante veinte días seguidos al comienzo de la primavera, y otros veinte al principio del otoño.


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miércoles, 4 de agosto de 2010

Nos han invitado a comer

O a cenar. Que alguien nos abra las puertas de su casa y nos quiera obsequiar con una buena comida es todo un detalle, de los mejores. Significa que tiene una muy buena disposición hacia nosotros. En general, la comodidad y el ambiente relajado de este tipo de reuniones fomentan el diálogo, la complicidad y las buenas relaciones. Ante tanta amabilidad, ¿cómo nos comportamos?

Existe la costumbre de regalar una buena botella de vino o unos postres en señal de agradecimiento. Pero es algo delicado, porque puede que no vayan bien con el menú previsto, o que resulten ofensivos, si su calidad es muy superior a lo que los anfitriones habían preparado. En todo caso, lo más normal y educado es que acepten y agradezcan nuestro presente, pero no tienen ninguna obligación de servirlo a la mesa.


Tenemos varias opciones para ofrecer un regalo sin quedar mal. La primera: si hay mucha confianza, comunicamos a nuestros amigos que vamos a traer el vino o el postre, y les pedimos sus sugerencias y/o aprobación. Otra opción consiste en presentarse con algún dulce que no sea específicamente un postre, como unos bombones, o con una botella de cava. Y todavía una tercera opción, quizá la más elegante de todas: enviar un ramo de flores unas horas antes del evento, junto con una breve nota en la que se agradece su hospitalidad.

La verdad es que no necesitamos llevar ningún presente pero, si hemos decidido hacerlo, hay que entregarlo a la entrada, antes de pasar al salón, sin hacer ningún comentario ni esperar que nos lo hagan. Y, por supuesto, sin que se enteren los invitados. Si en la casa hay niños, podemos traerles algún detalle.

Si fumamos, lo mejor es dejarlo. Pero si no lo podemos evitar, al menos, debemos hacer dos cosas: primero, esperar hasta el café; segundo, pedir permiso a todas las personas presentes. Incluso con el permiso concedido, si hay alguien que no fuma en la sala deberíamos buscar otro espacio, por ejemplo, salir a la terraza. Si nadie más fuma, lo más correcto es aguantarse.

La sobremesa es el momento adecuado para conversar. No conviene alargarla más de una hora en un almuerzo o merienda, aunque se puede extender un poco más en una cena, si el día siguiente es festivo. Al marchar, hay que agradecer de nuevo la hospitalidad y despedirse también de todos los invitados.

Ya que hemos aceptado esta invitación, debemos corresponder con otra, no inmediatamente, pero sí en un plazo razonable, de unos dos meses como máximo. En un próximo artículo veremos cómo ser unos buenos anfitriones.


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martes, 3 de agosto de 2010

Restaurar muebles de bambú

Los muebles de bambú o de otras fibras naturales se deterioran con el paso del tiempo. Para dejarlos como nuevos (sin tener que comprar otros, claro), a pesar de que tengan muchos años, el primer paso consiste en retirar el barniz del mueble que queremos restaurar. Así, el nuevo barniz que aplicaremos cubrirá el mueble de forma más uniforme.

Muebles de bambú

En un recipiente se mezcla medio vaso de aguarrás con medio vaso de alcohol de quemar y unas gotitas de amoniaco. Este recipiente se coloca dentro de otro con agua muy caliente. Hay que tener mucho cuidado con las llamas porque son productos inflamables. Aplicamos esta mezcla sobre el mueble y la dejamos secar durante un cuarto de hora.

Después raspamos el mueble con una espátula o un cuchillo. Tras frotar bien las superficies, quedan listas para recibir una capa más oscura de barniz. Existe una gama de barnices acrílicos que se diluyen en agua, penetran en profundidad, son resistentes y de fácil aplicación. Elegimos uno de estos y barnizamos el mueble con una brocha plana y de pelo suave.

Cuando se note que el mueble está totalmente seco, aplicamos una mano de cera de abejas que sea incolora con un paño de lana. No tendremos unos muebles nuevos, ya que las fibras naturales se deforman con el tiempo, pero nos van a dar un aire rústico con mucho más encanto.


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lunes, 2 de agosto de 2010

Flores en la cocina

No, el título no se refiere a decorar la cocina con flores, sino a comerlas. Quizá nos haya picado la curiosidad por saber qué gusto tienen los pétalos de algunas flores. O tenemos noticias de algún cocinero famoso que utiliza flores en sus platos. Pues, bien: quien crea que cocinar con flores es una idea nueva, original y extravagante, se equivoca.

En el pasado hubo muchas culturas que utilizaban las flores para cocinar y para solucionar problemas de salud. Los egipcios, los chinos y los indios son un ejemplo pionero de la utilización de hierbas y flores como parte de sus recetas - y como remedios naturales - de manera sistemática y controlada.

Ensalada con violetas

Hay flores que podemos introducir en nuestra dieta, que cada vez tenemos más cerca de nuestras cocinas y que forman parte de una moda vanguardista. Famosos chefs utilizan una línea de flores comestibles dentro de sus cartas para satisfacer los paladares más exigentes y curiosos.

¿Qué nos aporta el uso de flores en la cocina? En principio, descubrir diversas texturas y distintos sabores, además de las vitaminas y aceites beneficiosos para el organismo que nos pueden aportar. Pero ¡ojo!, no todas las flores son comestibles, pasa igual que con las setas, las hay que son tóxicas o han estado en contacto con pesticidas y pueden producir desde un dolor de estomago hasta una parada cardiaca. Actualmente hay tiendas especializadas en flores comestibles donde nos pueden aconsejar sobre su uso.

Y, aunque no sea un plato cocinado, aquí va una receta original por si queremos invitar a casa a los amigos y tomar un refresco: en una cubitera llenamos el espacio de agua hasta la mitad. Añadimos flores comestibles. En este caso usaremos las violetas, que transmiten un aroma muy intenso. Lo ponemos en el congelador. Una vez congelado, acabamos de llenar de agua la cubitera y lo congelamos de nuevo. Cualquier tipo de refresco, con estos cubitos de hielo rellenos de violeta, va a convertirse en una bebida muy original.

Hay varias recetas de cocina con flores en:
Guía Miguelín - Cocina con Flores - Recetas con flores


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domingo, 1 de agosto de 2010

Ejercicios para moldear la cintura

Una cintura abultada suele indicar vida sedentaria, alimentación inadecuada o ambas cosas. La cintura es la zona donde se acumula más grasa. Por tanto, lo primero para reducir la cintura es quitarse los kilos de más. Una vez conseguido este objetivo, hay muchos ejercicios orientados a moldear la cintura y otorgarle una mayor flexibilidad. Aquí presentamos cuatro que se pueden realizar en casa sin ningún material.

Torsiones: separar las piernas, poner las manos en las caderas y girar la cintura al máximo hacia derecha e izquierda, de 15 a 20 veces, inspirando en el centro y soltando el aire al girar hacia los lados. Descansar un minuto. Repetir el ejercicio con las manos en la nuca, descansar otro minuto y volver a hacerlo, pero esta vez con los brazos en cruz.

Moldear la cintura

Flexión con torsión: separar las piernas con las rodillas rectas y los brazos en cruz. Inspirar y flexionar hacia abajo torciendo hasta tocar por fuera el tobillo izquierdo con la mano derecha mientras soltamos el aire. Subir, inspirar y efectuar el movimiento hacia el otro lado. Este ejercicio se puede repetir entre 8 y 15 veces por cada lado.

Circunvalación: consiste en dibujar un círculo con las manos. Separar ligeramente las piernas, inspirar y estirar los brazos hacia arriba, juntando las manos sin llegar a unirlas. Flexionar la cintura hacia la derecha y girar el tronco de modo que la cara quede mirando al suelo. Seguir girando la cintura hacia abajo hasta tocar el suelo con las manos. Subir hacia la izquierda girando el tronco y volver a la posición inicial, con los brazos hacia arriba. Repetir de 5 a 10 veces en cada sentido.

Andar con las manos: juntar los pies y flexionar el cuerpo hacia delante hasta tocar el suelo con las palmas de las manos. Avanzar tanto como sea posible con las manos sin mover los pies y con las rodillas sin flexionar. Hacer avanzar los pies hacia las manos, nuevamente sin flexionar las rodillas, hasta alcanzar la distancia inicial. Repetir hasta cansarse.

No solo se puede mejorar el aspecto visual perdiendo cintura. Unos hombros pequeños, una cadera estrecha y unas piernas sin curvas hacen parecer la cintura más ancha. Si ocurre esto, lo mejor es practicar ejercicios o deportes para aumentar el tamaño de la caja torácica y los deltoides (por ejemplo, natación), y para moldear las piernas, en especial, los gemelos, mediante técnicas de pilates o culturismo.


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