Adiós, kilos del verano - En forma

viernes, 27 de agosto de 2010

Adiós, kilos del verano



Se acabaron las vacaciones y nos han dejado un regalito… en la cintura. Aunque hay quien aprovecha las vacaciones para hacer más ejercicio, la mayoría nos relajamos, comemos más y, claro, engordamos. Y ahora, lo peor que podemos hacer es tener prisa. Si queremos perder peso demasiado rápido, rebotaremos. Por tanto, vamos a olvidarnos de dietas o productos milagrosos, y haremos las cosas bien.

Para empezar, vamos a seguir una dieta a base de hidratos de carbono y proteínas, con pocas grasas. Los hidratos de carbono nos pondrán en movimiento, ya que son energía vital para los músculos. Las proteínas tonifican y renuevan la masa muscular. Completaremos la alimentación con antioxidantes, que previenen el envejecimiento y, de paso, ayudan a eliminar el ácido láctico que agarrota los músculos.

Ejercicio para bajar peso

Debemos comer cinco veces al día de forma moderada, pero sin pasar hambre, ni dejar que transcurran más de tres horas sin tomar alimentos. Varias de esas comidas deberían incluir alimentos crudos y fuentes de vitaminas, en especial, la vitamina C. Pues sí, estamos hablando de frutas y ensaladas.

Podemos apuntarnos a un gimnasio, pero no creer que, por eso, vamos a adelgazar. La mayoría de las matrículas de septiembre no llegan a octubre. Lo fundamental es librarnos de la pereza: hay que hacer ejercicio, el "dónde" es opcional y la mejor respuesta es "en todas partes". Podemos caminar, ir en bicicleta, subir y bajar escaleras, hacer bricolaje en casa o lo que sea. Se trata de mantener el cuerpo activo, gastando calorías.

Además, nos conviene hacer ejercicio sistemático, un mínimo de cuatro días por semana. Si elegimos un deporte aeróbico, hay que tener en cuenta que las grasas se empiezan a quemar a partir de los 20 minutos de entrenamiento. Por tanto, las sesiones deben durar unos 45 minutos, como mínimo. Mejor una hora, al principio. Una buena opción es alternar los días aeróbicos con otros para aumentar los músculos. Conviene recordar que el músculo siempre quema grasa, incluso cuando duerme.

Mientras hacemos la actividad física, tenemos que beber cada 10 minutos, sin esperar a tener sed. Si la sesión es muy larga y/o intensa, podemos tomar algún hidrato de carbono para recuperar energía. Debemos hidratar también la piel, con alguna crema a base de productos naturales.

Si tenemos un trabajo duro o estresante, podemos reducir el ejercicio físico, hacerlo más suave o combinarlo con otro tipo de actividad que nos relaje el cuerpo y la mente. Hay diversas disciplinas orientales que nos pueden ayudar, como el yoga, o toda la gama de masajes que tan bien sientan.

Finalmente, podemos aprovechar los fines de semana para salir a la naturaleza cercana, buscando alguna actividad que nos invite a movernos. Así, la vuelta de las vacaciones se hará más llevadera, mientras nos mantenemos en forma. El otoño, al aire libre, puede ser muy agradable.


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