Facilitar la vida y hacerla más segura tiene especial importancia en el caso de las personas mayores. La domótica mejora las condiciones y la seguridad de la gente anciana en el hogar. Aumenta su confianza. Nuestra casa es el último sitio donde queremos encontrarnos solos, en ella queremos seguridad.
¿Qué es la domótica? De la unión de las palabras domus (casa en latín) y -tica (que funciona por sí sola, en griego) nace domótica, un conjunto de automatizaciones en los servicios de una casa que aportan bienestar y sobre todo seguridad.
Ante la posibilidad de un deterioro físico y mental derivado del paso de los años, podemos tener previstos unos dispositivos donde la sencillez es primordial. Un dispositivo domótico con iconos e imágenes, nada de códigos y claves complicados.
Es imprescindible utilizar dibujos de un tamaño adecuado. Los dispositivos de alarma detectan un escape de agua o un escape de gas que se pueden producir porque nos hemos olvidado de cerrar un grifo, una placa de gas, una bombona, etc. Las alarmas cuando se disparan generan avisos sonoros, luminosos o de las dos formas.
En el baño es donde se producen más accidentes, aquí podemos colocar un sistema de alarma medica o un botón de pánico fijo en forma de tirador que genere un aviso. Estos dispositivos, también, podemos llevarlos encima en modelo de pulsera o de medallón, para pedir ayuda a quien nosotros hayamos elegido, familiares o servicios de emergencia.
También existen sensores de presión en las camas; si no la hay, se activa la alarma. Es un tipo de señal médica y de tele asistencia que no puede faltar. Y al revés, podemos conectar un sistema que controle si no hay movimiento en la casa, con el cual, si aún no nos hemos levantado de la cama, es probable que ocurra algo raro.