El correcaminos es una curiosa ave andariega, que camina por el suelo en vez de volar. Mide entre 60 y 70 cm., de modo que no puede compararse en tamaño con el avestruz ni el ñandú, las más típicas aves corredoras.

El correcaminos es de color marrón moteado de blanco, tiene una cola muy larga, y es bastante desgarbado. Esta ave destaca sobre todo su enorme pico, que utiliza como un arma decisiva en su caza.

Ave muy hábil, en su enfrentamiento con una serpiente el correcaminos sale victorioso después de evitar su mordisco, dando saltos alrededor de ella y desconcertándola, en espera del mejor momento para atacar.

Decir que el correcaminos se dedica única y exclusivamente a la caza de serpientes no es cierto, lo hace solo ocasionalmente. Para cazar serpientes le bastan unos golpes secos de su pico para aturdir al ofidio, que finalmente le causaran la muerte.

Si la serpiente es muy larga, el correcaminos no muestra ninguna prisa en comérsela: va tragándola a medida que digiere la parte que ha penetrado en el interior de su estomago, mientras el resto pende de su pico.