Las cajas forradas, las sombrereras y las bolsas de papel van a hacer que nuestros regalos sean más vistosos, adornados con cintas de rafia, alambre o reversibles en plata y oro. Los regalos pueden ser más personales y con más estilo si los envolvemos con papeles mates o brillantes.
El envoltorio de los regalos es muy importante para lograr una vistosa presentación. Por otra parte, las cajas vacías y decoradas pueden ser un excelente recurso para adornar cualquier rincón de nuestra casa. Podemos envolver una sombrerera con un trozo de papel pintado o la podemos adornar con una cenefa.
Las cajas de zapatos también quedan muy decorativas si las forramos de papel y pintamos unas estrellitas esparcidas. Otra idea son las cajitas de cerillas, envueltas y colocadas dentro de un saquito de telas; servirán para indicar sobre este el sitio de los invitados en la mesa. Las telas a cuadros, el celofán transparente y el cartón corrugado también son materiales perfectos para este tipo de paquetes.
Para envolver un regalo primero lo forramos con papel de seda. Encima colocamos otro papel, en un color liso y bastante llamativo. Envolvemos la caja. Para lograr que el envoltorio sea más decorativo, pegamos sobre él con pegamento estrellitas o lentejuelas de bisutería. Después hacemos sobre él un tercer envoltorio con papel celofán transparente, así lograremos que la caja tenga mayor empaque.
Rodeamos el paquete con una cinta ancha de terciopelo (o de tul, organza o raso).Procuramos que combine con el papel. Fijamos en el nudo del lazo varias plumas de distinto tamaño y de color complementario al papel. Darán un toque muy especial. Finalmente con una tarjeta de cartulina sujeta por un cordón de lentejuelas indicamos el nombre del destinatario.