Los bautizos y las comuniones son dos de las ceremonias familiares más frecuentes de nuestra agenda. Tienen sus variantes según las costumbres familiares de cada casa.
En las comuniones, la indumentaria del niño o de la niña ha estado durante décadas uno de los elementos mas arraigado a la tradición. Ellos se vestían de capitán, de fraile, de almirante o de capitán de bomberos y ellas con hábitos religiosos y a veces hasta imitando alguna virgen.
Estas costumbres ya no existen, se han renovado y ahora es frecuente encontrar combinados de chaqueta y pantalón para niños y los vestidos bordados o de pique para las niñas.
En los bautizos más tradicionales, se utiliza el faldón de cristianar, una pieza hecha de bordados, de gala, y que pasa de padres a hijos. La liturgia es la propia es la propia de la confesión católica y la variante se produce a la hora de asumir el coste del convite: los padrinos al 50%, los abuelos maternos, los abuelos paternos o los padres de la madre o del padre.
El retraso de la edad a la hora de hacer la comunión es otra variación, antes se hacía entre los 7 y los 8 años y ahora se puede llegar hasta tener los 10 años para hacerla(a menudo para juntar hermanos y ahorrar para el convite).
Era tradición invitar a los familiares y a los amigos a un almuerzo las comuniones se hacen más por la tarde seguidas de una fiesta con una comida y una merienda con animación infantil.