Las verduras no tienen la popularidad de otros alimentos. Sin embargo, comiendo verduras nos podemos llegar a sentir mejor. O tener mejor salud, aunque no lo notemos. Los componentes naturales de los vegetales (bioquímicos) y los antioxidantes de las verduras desempeñan un papel importante en la prevención de dolencias cardiacas y de algunos tipos de de cánceres.

Todos los alimentos aportan vitaminas, pero no hay ninguno que las posea todas, y menos aún en las cantidades que el organismo necesita. Por esa razón es importante mantener una dieta variada y equilibrada que incluya frutas y verduras por su gran contenido en vitaminas y antioxidantes. La dieta mediterránea es un buen ejemplo de lo que decimos.

Ahora que sabemos por qué hay que comer verduras, vamos a ver un par de consejos que nos faciliten la vida con ellas.

El hinojo, el apio, las zanahorias, los pepinos, la lechuga y hortalizas similares se guardan en la nevera, lavadas, para mayor comodidad. Costará menos trabajo si las tenemos listas para consumir. Si su aspecto se estropea un poco, se puede hacer zumo. Con cada comida principal es conveniente servir una ensalada sencilla aliñada con zumo de limón, vinagre balsámico, hierbas frescas picadas y aceite de oliva.

Para acompañar los platos de pasta, se pueden preparar salsas de verduras frescas. También se pueden echan sobre la pasta recién hervida guisantes, coliflor, coles de Bruselas, cebolla picada y tomates cherry. Se debe consumir de inmediato

Las zanahorias, calabaza, berenjenas, pimiento y cebollas también se pueden hacer a la plancha, están muy ricas. Y no olvidemos lo buenas que son las sopas de verduras caseras, o lo fácil que es hacer un buen sofrito con productos de temporada. Por cierto, siempre es mejor comer las verduras de temporada: son más frescas, sanas y baratas.