Radiadores sin polvo - Hogar y bricolaje

miércoles, 2 de junio de 2010

Radiadores sin polvo



Vamos a limpiar los radiadores de acero que tenemos en casa. Debido a la humedad del ambiente (en invierno suele haber más) se llenan de polvo y se adhiere la suciedad. Procuraremos limpiarlos cada semana, eso sí, cuando no estén calientes.

Primero, con un cepillo grueso se retira el polvo y se pasa un trapo de franela por todos los huecos del radiador. Nos podemos ayudar de un aspirador para llegar a los rincones más difíciles. Nos irá bien sobre todo porque los radiadores suelen estar pegados a la pared. Al menos, los de mi casa.


Si la suciedad está muy fijada podemos usar un trapo mojado en agua y amoniaco. Nos pondremos unos guantes para proteger las manos, ya que el amoniaco es abrasivo. Una intoxicación de este producto nos puede producir rinitis, conjuntivitis, lagrimeo y quemaduras cutáneas. Además de proteger nuestra salud, protegeremos también el suelo de nuestra casa.

Finalmente, se seca el radiador con una esponja envuelta en un paño. Si se ata al palo de una escoba va mejor para limpiar las ranuras. Si queremos dar más lustre, aplicaremos un protector de metales resistente al calor y que tenga un olor soportable.


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