Limpiamos la piel para ir a dormir durante la noche, ya que es el momento en el que se ponen en funcionamiento los mecanismos de regeneración y reparación de los daños sufridos durante el día.

Descansar bien nos rejuvenece y nos hace ser más vitales. Con el descanso conseguimos un sueño y un físico excelente. Dormir 8 horas diarias es fuente de salud..., y de belleza.

El mundo de la belleza ha apostado por diseñar productos que cuiden nuestro físico mientras descansamos. Se ha demostrado que la piel tiene distintas necesidades mientras dormimos.

Durante la noche, la tasa de renovación celular de la piel se reduce hasta la mitad, se pierde la hidratación de la piel y los niveles de pH disminuyen. Además, cuando dormimos, la barrera natural de la piel pierde mucha de su impermeabilidad y es más receptiva a los productos anti-edad. Los expertos aconsejan cuidarla tanto de noche como de día.

Tenemos que aprovechar las horas de sueño, en el que las células se regeneran más deprisa, para utilizar tratamientos específicos adecuados a nuestras necesidades. Por esto es bueno incorporar a nuestra rutina de belleza una crema de noche (natural, por supuesto) que ofrezca una piel renovada por la mañana.