Cinco palabras amables - Vida social

domingo, 2 de septiembre de 2012

Cinco palabras amables



Los neurocientíficos están descubriendo estos últimos años cosas muy sorprendentes e interesantes. Una de ellas es que el cerebro es plástico, es decir, cambia. Igual que si vamos a un gimnasio y ejercitamos los músculos, estos cambian, distintas actividades también moldean nuestro cerebro.

Una de las cosas que forjan nuestro cerebro con mucha intensidad son las relaciones con otros cerebros, es decir, con otras personas. Todos buscamos la aprobación de la gente más cercana. Incluso con esas personas a las que más queremos, sobre todo nuestras parejas sentimentales, estamos necesitados de ciertas dosis de adulación.


Los científicos que estudian el cerebro han descubierto que las palabras negativas que nos dirige alguien cercano nos afectan mucho más que las palabras amables o de aprobación. En concreto, unas cinco veces más. Por eso, en las relaciones humanas, sobre todo en las de pareja, cuanto más tiempo pasa, más se deteriora el ambiente. Pero es evitable.

Si suponemos que lo normal, después de la pasión y el enamoramiento inicial, es un número parecido de discusiones al de momentos felices, en realidad nuestros cerebros… ¡hacen que ganen los malos momentos por cinco a uno! En las amistades también puede pasar, pero en menor medida: normalmente se queda con amigos para pasarlo bien o para pedir ayuda. No hay exigencias ni responsabilidades, luego casi no hay discusiones.

Si realmente queremos a nuestra pareja, por tanto, no debemos olvidar que si deseamos que la relación no se estropee, por cada discusión o disgusto necesitamos compensar con cinco momentos amables. Pedir perdón, adular un poco, ser siempre amable, cualquier tipo de gesto agradable que haga remontar cada día el cinco a uno que el cerebro nos pone de desventaja.


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