Edad, caídas y accidentes - Longevidad

viernes, 27 de enero de 2012

Edad, caídas y accidentes



A veces, a pesar del cuidado que ponemos en comprobar la salud y hacernos los chequeos para personas mayores que recomiendan, una caída accidental nos trastorna la vida y puede tener graves consecuencias, especialmente a partir de cierta edad. Pero algunas caídas se pueden prevenir y evitar en muchos casos si seguimos estas recomendaciones:

Hacer ejercicio físico es una de las actividades más importantes para reducir el riesgo de caídas, ya que ayuda a mejorar la fuerza y a sentirnos mejor. Los ejercicios que mejoran el equilibrio y la coordinación de movimientos (como el tai-chi) son los más útiles. La falta de actividad física, en cambio, contribuye a debilitarnos y a aumentar el riesgo de que podamos sufrir un accidente.


Revisar nuestra medicación. El médico y el farmacéutico pueden revisar la medicación que tomamos actualmente. Con la edad, es posible que la acción de algunos medicamentos cambie. Por si mismos, o combinados con otros, pueden producir somnolencia y propiciar mareos y caídas.

Comprobar la visión. La visita al oculista cuando somos mayores está obligada una vez al año. Es posible que las gafas que llevamos ya no sean adecuadas; esto también ayuda en la prevención de cataratas, glaucoma y otras enfermedades que limitan la visión.

Convertir nuestra casa en un lugar seguro. La mitad de las caídas se producen en el hogar. Para hacerlo mas seguro es necesario que retiremos de los lugares de paso aquello que nos puede hacer tropezar. Es necesario que fijemos a tierra con cinta adhesiva por las dos caras las alfombras pequeñas que nos pueden hacer resbalar. O, mejor, quitarlas. Para no tener que subirnos en taburetes o escaleras, dejamos las cosas que más utilicemos en las estanterías más bajas. En el baño y en la ducha colocamos alfombras o adhesivos antideslizantes.

En casa tiene que haber una buena iluminación, nos tenemos que asegurar de que disponemos de barandillas apropiadas. Por último, vamos a utilizar el calzado apropiado, preferiblemente con suela de goma. Por mucho que nos guste, evitemos en lo posible andar descalzos por el piso.


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