Cuidar y adiestrar perros - Animales

martes, 24 de enero de 2012

Cuidar y adiestrar perros



Nuestros mejores amigos precisan de cuidados especiales para que la convivencia sea perfecta. Estos incluyen su alimentación, su salud y su educación o adiestramiento.

Comprobamos que el perro tenga agua limpia y abundante en su comedero, para que beba cuando tenga sed. Que no nos cueste el dicho de ¡Pan y agua!: démosle un trozo de pan duro de vez en cuando para que coma y para tenerlo entretenido un rato; además de saciar su apetito (siempre tiene) le ayudaremos a mantener sana la dentadura.


Y por mucho que el perro nos mire con ojos cariñosos y mueva la cola haciendo fiestas, no debemos acostumbrarnos a darle la comida con la mano. Hacerlo es un error que se puede convertir en un problema, ya que el perro nos pedirá cada vez que comamos y no parará hasta que lo consiga. No le hacemos ningún bien dándole de comer continuamente, su organismo tarda más en digerir la comida y, con toda seguridad, acabará afectando su salud.

Si queremos que el perro nos obedezca, debemos utilizar un tono de voz alto y un timbre grave. Si lo que queremos es demostrarle cariño, le hablamos con voz suave y en bajito.

Cuando llegué un niño a la casa, lo presentamos formalmente al perro. Debemos evitar que la mascota sienta celos de él y se vuelva agresivo. Para ello, le demostramos más cariño y siempre que le demos un beso al pequeño en su presencia, le hacemos al perro una caricia o lo premiamos con una golosina.

Cuando los cachorros de perro se comen o lamen la pared, significa que necesitan calcio. Podemos solucionarlo dándoles una o dos pastillas de este mineral al día, que encontraremos en la farmacia. De todas formas, no debemos olvidar comentárselo al veterinario.

Si queremos adiestrar al perro para que haga sus necesidades en la calle, desde pequeño, empezamos por colocar papeles de periódico en un lugar de la casa y cada vez que haga pipí lo ponemos encima de ellos. En unos días irá allí voluntariamente. A partir de los dos meses, después de que lo hayan vacunado, lo bajamos a la calle y, cuando haga caca, lo acariciamos y le damos un premio que le demuestre que lo ha hecho bien. Por supuesto, le regañamos siempre si lo hace en casa.


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