Jabalí, el cerdo salvaje - Animales, Naturaleza

jueves, 14 de abril de 2011

Jabalí, el cerdo salvaje



El jabalí es una pieza muy codiciada por el cazador. Se trata del primitivo cerdo, todavía en estado salvaje. El jabalí se vuelve furioso, agresivo y temible cuando se siente acosado. Sus colmillos son una poderosa defensa. Se revuelve y ataca desde una edad tempana. Es imposible domesticar al jabato, que es el hijo del jabalí. El término "jabato" ha pasado al lenguaje común como indicativo de brío y valentía en la pelea. ¿Quién no ha oído la frase "te has portado cómo un jabato"?

El jabalí, con sus 1,80 m. de longitud y 90 cm de alzada, puede pesar hasta 200 kilos. Sin embargo, se mueve con enorme rapidez en el monte bajo e incluso en las zonas pantanosas.


El grosor de su piel y las cerdas (pelos) que le cubren inmunizan al jabalí contra los espinos y otros arbustos que pudieran dañarlo. Su morro, muy elástico y dotado de nervios muy finos, le sirve para hozar y explorar todo el suelo, en busca de la gran variedad de posibles alimentos, desde lombrices o raíces, pasando por frutas secas, e incluso los cadáveres de otros animales, ya que en ocasiones no detesta ser carroñero.

Los colmillos del jabalí, que sobresalen en su cara, son su principal arma defensiva. Al atardecer abandona sus refugios y realiza excursiones por un radio de terreno bastante amplio para procurarse el sustento. Vive y actúa generalmente en manada.

La carne del jabalí es muy apreciada por los gastrónomos. También se emplean su piel y sus cerdas. Si añadimos a todo esto los daños que realiza a la agricultura, destrozando los campos, se explica que sufra persecución.


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