A veces las arrugas se ven con buenos ojos, son la prueba más evidente de que la tela con la que tratamos es lino 100%. Además de la elegancia de esta fibra extraída del tallo del lino, sobre todo es insuperable frente al calor, porque es un buen conductor de este, es transpirable y puede absorber mucha humedad. Por esto su tacto es siempre fresco y seco.
Y si la arruga nos molesta o no creemos aquello de que "la arruga es bella", podemos optar por tejidos con mezcla de algodón.
Si queremos plancharlo, podemos optar por temperaturas muy elevadas: tres puntos en una plancha doméstica. Siempre nos quedará mejor si al plancharlo ponemos sobre él un paño húmedo. Resultará más sencillo si en el último aclarado de la lavadora añadimos un producto de planchado fácil.
El lino es un tejido resistente al agua hirviendo. Según el acabado del género elegimos temperatura de lavado diferente. Para el lino de color 60º C, o 40º si se trata de prendas delicadas. Las prendas delicadas como las chaquetas, los abrigos y los trajes, es mejor llevarlas a una tintorería para su limpieza en seco, ya que mediante el lavado podrían deformarse.
Como norma básica, para coser un tejido de lino hay que emplear una aguja fina, de grosor 70 u 80; para lino rústico se puede usar una aguja más gruesa, de grosor 90. El hilo de coser adecuado es el de poliéster corriente.
El largo de las puntadas en el lino va a depender del grosor del tejido, aunque es norma general en el lino coserlo con puntadas cortas de 2 mm. Si el lino es de textura gruesa las puntadas pueden ser de 3 mm de largo. Las costuras decorativas resaltarán más si se cosen con hilo doble o hilo para ojales.