La humedad es frecuente en torno a bañeras, platos de ducha, fregaderos y lavabos. Con el tiempo las salpicaduras de agua son frecuentes en las juntas de de dilatación y empapan la pintura. La consecuencia es la aparición de manchas y la formación de moho y hongos que requieren reparaciones extensas para su remedio.

Los bordes de dilatación deben ir sellados en sus juntas con un material a base de silicona muy flexible que se maneja fácilmente con una pistola de cartuchos. Para sellar bien con este material, los bordes deben estar limpios, sin polvo ni impurezas y deben estar secos. Así sellará mejor.

Si el material a sellar es acero fino, o es PVC duro, primero se ha de raspar, (utilizamos papel de lija, o también podemos utilizar un estropajo duro); si la superficie es porosa como el hormigón la trataremos antes con una imprimación y nos aseguraremos de que se encuentre en buenas condiciones y sin grietas. Para sellar de forma limpia y eficaz hay que poner cinta adhesiva a ambos lados de la grieta, que podemos quitar cuando la hayamos acabado de sellar y después de alisar.

En sanitarios el sellado se hace llenando la parte superior de cada grieta con material para esto que sobrepasará unos milímetros los bordes de la junta. Colocamos la cinta cuidadosamente en los bordes del plato y con un movimiento firme realizamos una presión constante del mango gasta llegar a la esquina. Así también se tapan las grietas invisibles. Antes de que se seque, lo alisamos con el dedo.

Quitamos la cinta adhesiva. Las juntas están listas y solo podrán ser expuestas al agua cuando estén totalmente secas.