Hace unos días publicamos un artículo titulado "Breve historia del dinero". Al parecer, el dinero es algo que todo el mundo desea y, cuanto más, mejor. Pero, ¿por qué? Aunque la respuesta parece obvia, en este texto analizaremos qué funciones cumple el dinero, es decir, para qué se usa "esa cosa" que nos resulta tan difícil de definir, pero de la que no podemos prescindir.

En primer lugar, el dinero es una medida del valor de las cosas. Aunque puede haber otras formas, todos aceptamos la medida monetaria para determinar los precios. Esto hace que resulte muy práctico para hacer comparaciones y saber si un producto es más caro o más barato que otro. La única dificultad aparece cuando se usan monedas distintas. Por eso se tiende a unificarlas, como hizo Europa con el Euro. A nivel internacional se suele usar el dólar estadounidense como moneda de referencia.

Por otra parte, el dinero es valioso porque se acepta como medio de pago. La mayoría de las veces, no hay otra forma de adquirir algo si no es pagando su precio en dinero, del tipo que sea. Esta aceptación representa la confianza que la sociedad le otorga como medio para el intercambio. Hace un tiempo, el dinero emitido por un país representaba el valor de sus reservas en oro y plata. Ahora ya no. Actualmente, el dinero vale única y exclusivamente porque todos confiamos en él.

Otra de las funciones del dinero es la acumulación de riqueza. De nuevo, estamos ante un caso de confianza. Alguien se hace rico porque todos creemos que, con el dinero que va acumulando, podrá adquirir bienes o servicios en el futuro. Sin embargo, la inflación puede restar valor a nuestro dinero, ya que los precios aumentan. Por eso, en épocas inflacionistas es preferible adquirir bienes que puedan aumentar su valor, en lugar de acumular dinero, que lo perdería.

En definitiva, el dinero tiene tres grandes funciones: como unidad para valorar, como medio de pago o como depósito de riqueza. Pero, ¿por qué? Esta es la pregunta que nos hacíamos al principio. La respuesta es muy simple: porque estamos de acuerdo en que sea así, es decir, porque lo creemos y lo aceptamos.