En una época en la que tenemos muchas celebraciones y poco tiempo para dedicarles en la cocina, vamos a apostar por los alimentos enlatados. Intentaremos hacer un menú delicioso sin pasarnos muchas horas en la cocina, ¡que hoy ya hemos trabajado bastante! Las conservas pueden convertirse en un verdadero lujo para el paladar, llenas de sabores novedosos.
Para realizar los entrantes se puede preparar una tabla de foie-gras o de paté (más económico), magret, pato u oca confitados. Los podemos acompañar de mermelada. Otra idea es hacer canapés de caviar a la rusa, con cebolla, limón y huevo duro, espárragos a la vinagreta o gratinados al horno; o pimientos rellenos con atún o jamón y huevo picado.
Una pasta artesana, mezclada con setas o almejas, y sazonada con ajo y pimienta, es un plato exquisito, que podemos servir después de los entrantes. La perdiz escabechada o los chipirones son otras opciones. Y por último el postre en almíbar. Vamos a servir melocotón o piña con helado de yogurt o nata.
Vamos a disfrutar de primer y posible segundo plato y sin tener que pasar demasiadas horas en la cocina, eso sí provistas de imaginación y un abridor de latas.