Elegancia al andar - Belleza, En forma

lunes, 11 de octubre de 2010

Elegancia al andar



Cambiar la forma de andar no es una tarea fácil. En nuestros movimientos entran en juego automáticamente muchos músculos pero, con paciencia, vamos a ver resultados. Un suelo pélvico activo y la zona donde acaban las piernas para unirse a la cadera nos ayudan a impulsarnos, andar, subir escaleras y montar en bicicleta con más elegancia.

Aprenderemos subiendo escaleras, sin olvidar que somos reinas. Esta nueva forma nos va a divertir, es una sensación asombrosa. Un hilo imaginario nos estirará de forma consecuente hacia arriba, moviendo el coxis hacia abajo y hacia adelante.


Todo es cuestión de notar sensaciones. Vamos a sentir la grandeza de nuestro cuerpo. Subiendo las escaleras no nos vamos a notar "hechas polvo", no nos sentiremos "sin aliento"; al contrario, por lo que aprenderemos a valorar las escaleras como un buen entrenamiento y dejar de lado los ascensores.

Para subir correctamente las escaleras colocamos el pie izquierdo en el primer escalón y notamos la planta del pie. Si el hombro derecho se mueve voluntariamente hacia delante, significa que nuestro cuerpo ha comprendido la posición en diagonal.

Si no es así, le podemos echar una mano. Levantamos el talón derecho del suelo y le damos un empujón, un impulso con el suelo pélvico, que llevará al pie derecho al siguiente escalón. El hombro izquierdo se va a mover hacia adelante. Ahora nos damos un impuso con el pie izquierdo y continuamos de esta manera hasta que hagamos el movimiento más fluido.

Bajamos las escaleras de la manera que más nos plazca, corriendo, saltando hacia abajo... de cualquier modo, buscando siempre la forma de activar el suelo pélvico y protegernos de la presión abdominal, ya que solemos permanecer sentados con la espalda curvada durante demasiado tiempo.


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