Cómo organizar una boda - Vida social

martes, 19 de octubre de 2010

Cómo organizar una boda



De todas las ceremonias privadas, las bodas son los eventos más complicados de organizar. El primer obstáculo suele ser la disponibilidad del espacio para oficiar el enlace, cuando hemos decidido si será religioso o civil.

A continuación hay que superar los problemas que surgen con la elaboración de la lista de invitados. Es la primera prueba de amor y comprensión en la pareja. Vamos a seleccionar y descartar familiares, amigos y compañeros de trabajo, según el presupuesto o las capacidades de la iglesia o el ayuntamiento.

Una boda de categoría

La tarjeta de invitados tiene que ser doble y de color blanco o marfil. Los invitados las tienen que recibir como mínimo un mes antes del acontecimiento. Así, los que estén fuera de la ciudad van a tener tiempo suficiente de confirmar la invitación y podrán organizar el viaje.

Una variante es la participación, donde se hace saber el enlace, pero sin invitar, o sólo a una parte, bien el oficio, bien el banquete. De nuevo, el presupuesto con el que contamos y la capacidad del local nos hacen decidir una opción, otra... o las dos. Con la invitación también se envía una tarjeta de visita al establecimiento donde se ha encargado la lista de bodas.

Hoy en día se sustituyen regalos por dinero, aunque se desaconseja salvo petición de los novios. El dinero se da en mano el día de la boda o, mejor, por transferencia bancaría, si se ha indicado el número de cuenta en la tarjeta. El valor del regalo o el valor en dinero será igual, como mínimo, a lo que costará cada cubierto.

El símbolo de la pureza es el blanco, y de ese color es el vestido de novia. Se puede sustituir por un blanco roto o un color marfil, el merengue, el champan y otras variedades cromáticas más atrevidas, en algunos casos. El padrino lleva el mismo tipo de vestido que el novio, por ejemplo, chaqué. Las mujeres asistentes a la ceremonia llevan un vestido corto o de cóctel, si la ceremonia es de día, o largo si se celebra por la noche.

La primera persona en llegar a la iglesia (o allá donde se haga la ceremonia) es el novio, del brazo de su madre o madrina. Por descontado, la novia será la última en llegar, acompañada de su padre o de su hermano. Cuando llegue, ha de agarrar a su padrino con el brazo derecho y sujetar el ramo nupcial con la mano izquierda, desfilando camino del altar. Tras de ellos va la comitiva.

Al llegar al altar, el padrino cede la novia al novio, colocándola a su derecha, mirando el altar. De izquierda a derecha veremos en este orden: madrina, novia, novio y padrino. Los testigos y familiares se sitúan: a la derecha los del novio y a la izquierda los de la novia.

Aunque ofrecer el lado derecho es el máximo signo de deferencia, los novios en el altar ceden el lado izquierdo a la novia por razones históricas, ya que el hombre debía tener libre la mano derecha para la espada, por si alguien quería impedir la boda.


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