Para garantizar la calidad del agua en casa lo mejor es filtrarla. El gasto inicial de un filtro puede parecer elevado, pero en muy poco tiempo se amortiza, si pensamos en el gasto del agua embotellada.

Se pueden comprar jarras con filtro de carbono, que lleven a cabo una depuración del agua que necesitamos y filtros cerámicos para uso domestico. Podemos comprar filtros para la ducha de casa, que disminuyen las cantidades de toxinas que entran en el cuerpo a través de la piel.

Los filtros más populares y también los más baratos son las jarras con filtro de carbono que eliminan gran parte de los metales pesados, cloro, substancias químicas, pesticidas, herbicidas, insecticidas y radiactividad del agua. Sin embargo la mayoría de ellos no eliminan el flúor, el arsénico, los virus, algunos metales pesados y los nitratos. Se han de cambiar a menudo para evitar la proliferación de los virus.

El coste elevado del filtro de osmosis inversa con carbono vale la pena. Colocado encima de la pica o bajo esta elimina lo mismo que el filtro de carbono, además del arsénico, amianto, radiactividad, metales pesados, flúor, bacterias, virus, parásitos. Estos filtros se colocan bajo la pica y funcionan junto con las cañerías para dar agua cuando se necesita.

Muchos filtros incorporan plata como los filtros cerámicos que eliminan las bacterias, el cloro, el olor y el sabor desagradables, los herbicidas y los pesticidas. Se pueden acompañar de un filtro de flúor si vivimos en localidades con aguas de mucho flúor.

Como agua purificada viene a veces el agua destilada. Se trata de un agua que ha pasado por un proceso de esterilización para eliminar todas sus impurezas. Sin embargo puede ser considerada por algunos como agua mortal, ya que no tiene los elementos minerales de origen natural.