Una piel bien hidratada es un síntoma de buena salud. La piel es el mayor órgano desintoxicante. Cuando está limpia y cumple sus funciones, todo va bien; cuando aparecen impurezas y manchas, nos indica que podemos tener problemas.
Durante la pubertad, las hormonas tienen un papel importante en el estado general de la piel. Muchos elementos tóxicos del cuerpo pasan por el sistema circulatorio y son eliminados por medio de la transpiración, tanto si se suda como si no.
Los alimentos y el agua pueden ser el factor más importante para tener una piel brillante y viva. Los riñones, órganos limpiadores de la sangre, han de recibir correctamente el agua; así no queda huella de los alimentos en la cara ni en el cuerpo en forma de granos y erupciones, que son la base del acné.
Beber agua es beneficioso; hay que tomar uno o dos vasos de agua al levantarnos, ya que llevamos de 6 a 8 horas sin líquidos. Podemos tener una botella siempre junto a nosotros, para acordarnos que debemos beber agua durante el día y, así, cuando vayamos a hacer ejercicio, recordaremos que debemos beber un vaso repartido cada 15 o 20 minutos.
Mantendremos el agua a temperatura ambiente durante una hora o más para reducir el cloro, así este se evapora del agua. Vamos a beber al menos con cada comida un vaso de agua. Comida que no será comida basura, sino comida sana y agua para desintoxicarnos. Vamos a vaciar las estanterías, nosotros mismos funcionaremos como detectives de los residuos que dejan los alimentos.