Las edades humanas - Longevidad

jueves, 14 de octubre de 2010

Las edades humanas



Los seres vivos seguimos los mismos procesos vitales igualitarios, pero no equitativos. En la naturaleza algunas vidas no alcanzan las 24 horas, como en el caso de algunos protozoos unicelulares, y otras llegan a los 129 años, por ejemplo, la tortuga de Carolina. Entre estas edades está la de los humanos con un máximo de vida situado alrededor de los 120 años. Pero podemos hablar de diferentes tipos de edades:

La edad cronológica que, por más que queramos, no podemos esconder, pues se determina por la fecha de nacimiento. En tal año naciste y estamos en el año...; pues tienes tantos (o los vas a cumplir). Es inevitable.

Personas mayores

La edad biológica. No hay ninguna prueba, actualmente, capaz de decirnos la edad biológica de una persona, cómo se encuentra para su edad, pero es evidente que unas personas envejecen con más rapidez que otras. Esta edad es posiblemente la que más se acerca a la verdadera de las personas, aquella que nuestro cuerpo no puede disimular.

La edad psicológica es una de las más importantes, ya que una persona es mayor si se siente mayor, viene determinada por los rasgos psicológicos de cada grupo de edad. No resulta acertado que una persona de 60 años se comporte igual que una persona de 20 años. Todos hemos oído “cada cosa a su edad”, y es verdad, aunque nuestra mente lo quiera nuestro cuerpo no responde.

La edad social viene marcada por circunstancias económicas, laborales y familiares. Así, la jubilación marca una edad social por pertenencia a un grupo, con importantes cambios en diferentes aspectos (laboral, económico y de recursos).

¿Cuál de estas edades es la más importante? Para las personas mayores, la edad cronológica es la que menos importa. Lo fundamental no es tener 85 años, sino sentirse de acuerdo con su edad, con su salud, con su rol social. Al conjunto de las edades biológica, psicológica y social se le conoce con el nombre de edad funcional, es decir, edades en que la persona es capaz de realizar una vida autónoma (mantiene su capacidad de decisión) e independiente (no necesita de una persona para realizar las actividades básicas, de relación y sociales de la vida diaria)


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más