Si queremos saber que es la friselina, nos imaginamos una tela dúctil y ligera. A esta tela le queremos dar cuerpo para manejarla mejor, trabajar bien con ella, sin que se nos vaya para todos los lados, ahí aparece la friselina. Nos va a ayudar a que la tela se mantenga más dura, con lo que va a ser más fácil trabajar.

Nos permite tener una visión de conjunto, pues entonces la tela pegada a esta adquiere más rigidez. La pegaremos con la plancha, siempre que sean telas gruesas o de lana, ya que existe el riesgo de que la tela si es muy fina se arrugue. Añadiremos la friselina y la pieza nos permitirá manejarla mejor, tendrá más cuerpo.

La friselina refuerza piezas del cuello, las vistas y también delanteras. Juega un papel muy importante en la confección de piezas en frontales, terminados de la pieza, cruces y puños. Puede ser delgada y gruesa para cuellos y pié de cuellos.

Las piezas de entretela se cortan en la misma dirección del hilo que las piezas de la tela exterior y, con márgenes de costura. Ponemos la entretela sobre el revés de la tela y la fijamos con calor seco (con la plancha), o según el género con vapor; Primero sólo un poco y evitando estirarla, la pegamos por zonas, para finalmente pasarle la plancha durante ocho segundos.

Cuando hayamos dejado enfriar el termo fijado durante 20 o 30 minutos extendidos en una superficie plana, comprobamos si se despega por alguna de las zonas, en la zona despegada seguimos de nuevo el mismo procedimiento y volvemos a observar.