Breve historia del dinero - Cultura y ocio, Economía

domingo, 8 de agosto de 2010

Breve historia del dinero



Hace miles de años que los humanos inventamos el comercio. La especialización en el trabajo nos obligó a intercambiar lo que teníamos o sabíamos hacer por otros bienes o servicios que necesitábamos. Pero el trueque no siempre resultaba fácil de aplicar, por eso se empezaron a usar medidas de pago aceptadas por las partes. Algunas resultaron más prácticas que otras y se convirtieron en habituales. Había nacido el dinero.

Al principio hubo muchos productos que tuvieron valor económico, es decir, que se podían usar como medio de pago. Por ejemplo, el ganado, algunos productos agrícolas o los metales preciosos. Pero tenían varios inconvenientes: o eran perecederos, o difíciles de almacenar, o no se podían dividir en fracciones más pequeñas.


Hacia el siglo VII a.C. se popularizaron como medio de pago unas piezas de metal que ahora llamamos "monedas", acuñadas con dibujos e inscripciones que identificaban a quienes las emitían. De entre todas las monedas destacan las elaboradas con oro y plata. Durante siglos fueron la forma de dinero más importante. Sin embargo, las monedas también tienen inconvenientes: primero, que dependen de unas reservas de oro y plata que son limitadas; segundo, que hay otras fuentes de riqueza.

Los billetes de papel aparecen en Europa a finales del siglo XVII. Algunos orfebres guardaban piezas de valor de particulares y, a cambio, entregaban un recibo. Los depositarios podían recuperar sus joyas en el momento de entregar el recibo y pagar unos intereses por su custodia. Con el tiempo, estos recibos se convirtieron en medios de pago, adquiriendo valor por sí mismos. Y, de paso, se había inventado la banca.

Pronto los bancos observaron que se podían poner en circulación más billetes que las reservas de oro y plata que, supuestamente, garantizaban. En la actualidad, los sistemas monetarios no están ligados a las reservas y el dinero que se emite no guarda relación con ellas. Desde inicios del siglo XX el valor del dinero se basa en la confianza que la sociedad le otorga, es decir, en la seguridad de que será aceptado como medio de pago.

En las últimas décadas el dinero ha pasado a ser virtual, primero con las tarjetas (de crédito o débito) y, después, con la aparición de diversos sistemas electrónicos e internet. El dinero que ahora poseemos está en los bancos y las transacciones económicas se basan en confiar en que eso sea cierto. Lo único que se maneja son cifras, códigos y confirmaciones electrónicas. Y, sin embargo, seguimos diciendo que el dinero cambia de manos o de bolsillo.


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