La artrosis que nos invade - Salud

jueves, 5 de agosto de 2010

La artrosis que nos invade



La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones. Se suele colar en la vida de las personas con mucho sigilo. Aparece despacio, provocando pequeñas molestias que duran poco. Al cabo de un tiempo, vuelven o aparecen en otra parte del cuerpo. Se hacen más frecuentes, más duraderas, más intensas y, cuando nos queremos dar cuenta, ya la tenemos.

Las articulaciones son los puntos de enlace entre las diversas partes del esqueleto. Están formadas por las zonas en contacto de dos o más huesos y por una serie de elementos que les proporcionan estabilidad. Las hay de tres tipos:

Articulaciones fijas, constituidas por la unión de dos o más huesos y cuya principal función consiste en proteger a los órganos que recubren. Es el caso de los huesos del cráneo, que protegen el encéfalo.


Articulaciones semimóviles, en las que las superficies óseas sólo permiten ligeros movimientos, como las vertebras de la columna, separadas entre sí por un disco intervertebral.

Articulaciones móviles, que permiten una amplia gama de movimientos, como el hombro, la cadera o el codo, componentes elementales del aparato locomotor, gracias a las cuales podemos mover las diferentes partes del cuerpo.

La artrosis es una enfermedad crónica que deforma a las articulaciones móviles y semimóviles. La superficie de contacto entre los huesos está recubierta por una almohadilla llamada cartílago. Con el paso de los años este cartílago va perdiendo grosor y, en los casos graves, puede llegar casi a desaparecer. La falta de este cojín entre las articulaciones provoca dolores e inflamaciones. La artrosis es bastante común. Tres cuartas partes de las personas que la padecen son mujeres.

Una de sus manifestaciones más frecuentes es la artrosis de las vertebras cervicales, que impide mover la cabeza con facilidad y puede provocar mareos. Menos común, pero más grave, es la artrosis de cadera. Esta produce un dolor extendido en la articulación, que puede llegar a impedir andar. También son frecuentes las artrosis en las extremidades.

Para aliviar las molestias provocadas por la artrosis, la infusión de ortiga verde es un buen remedio. Para prepararla, se hierve la ortiga a fuego lento durante tres minutos para, después, dejarla reposar durante dos horas. Más tarde se filtra y añade un diente de ajo bien picado y el zumo de un limón. Finalmente, se envasa la cocción sin colar, y se conserva en el frigorífico. Se toma medio vaso de esta infusión en ayunas, durante veinte días seguidos al comienzo de la primavera, y otros veinte al principio del otoño.


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