Algunos accesorios y complementos, como una bandeja o un cuadro, son el soporte perfecto para lucir una labor de punto de cruz. Lo encontramos en cojines, con las letras del abecedario, adecuado para salones clásicos de estilo inglés. El punto de cruz también se lleva en cenefas con flores, frutas y hortalizas que se pegan a estores, estantes o incluso en paños de cocina.

En la ropa de mesa se puede aplicar el punto de cruz con motivos de guirnaldas sobre mantelerías o faldones. Esta labor también tiene posibilidades decorativas en el baño y en los dormitorios. Por ejemplo pegando a las toallas grecas de punto de cruz.

Podemos lucir el punto de cruz en los juegos de cama, cosiendo en el embozo una alegre tira de flores. En las sábanas de los juegos de cama infantiles resultan especialmente agradables los diseños de animalitos o muñecos. También podemos decorar nuestro cuarto con pequeños cuadritos con casitas, paisajes o con nuestro nombre.

Los objetos y los complementos de casa también pueden ser adornados con punto de cruz. Desde la bandeja del desayuno, bolsas aromáticas y costureros, con un tejido cuya trama sea regular para contar los hilos fácilmente. El algodón, o lino puro, en los que apreciamos muy bien la tela sobre la que se borda. En general los tejidos más apropiados son algo rígidos, por lo que no son los más indicados para confeccionar modelos que lleven frunces, volantes o tablas.

Para hacer una bandeja con el interior de punto de cruz medimos la parte de dentro de de la bandeja de madera y cortamos con estas medidas una tela con motivos de punto de cruz. Dejamos unos 2 cm más de tela en sus laterales para doblarla. Cortamos una cartulina cuyos lados midan 0,5 cm menos que la tela, le damos la vuelta a ésta, la pegamos encima de él y hacemos las dobleces en las esquinas. Colocamos la tela con la cartulina en el fondo de la bandeja de madera, sin que queden arrugas. Sobre ella colocamos un cristal trasparente de un grosor medio.