No sólo el cuerpo necesita hacer ejercicio; la cara, también. En el rostro se forman muchas arrugas que señalan el paso del tiempo y, a veces, los problemas vividos. El objetivo de la gimnasia facial es mantener la piel y los músculos de la cara en buenas condiciones. Ya sabemos que la cara es el espejo del alma.

Para realizar la gimnasia facial, la piel de la cara debe estar bien hidratada. No debe estar nunca seca o tirante. Los ejercicios resultan más efectivos si los hacemos al levantarnos; es entonces cuando tenemos más arrugas. Después de hacer la gimnasia facial nos va a parecer que la piel está más arrugada que al principio pero, a los 15 minutos, las arrugas se habrán suavizado.

Para combatir las arrugas horizontales de la frente ponemos el dedo índice en la parte superior de la ceja (uno sobre cada ceja). Los apretamos hacia abajo, como si quisiéramos llevar las cejas hacia los ojos. Al mismo tiempo subimos las cejas como queriendo arrugar la frente hacia arriba. Nos cuesta trabajo levantar las cejas, más trabajo cuanto más fuerte empujamos con los dedos hacia abajo. Lo repetimos 20 veces.

Para las arrugas verticales del entrecejo, ponemos dos o tres dedos de cada mano a los lados del entrecejo, tiramos como si quisiéramos llevarnos las cejas hacia fuera. Al mismo tiempo frunciremos el entrecejo como hacemos habitualmente. Notaremos que nos cuenta trabajo. Lo repetiremos 20 veces.

Si pretendemos combatir las indeseables "patas de gallo", ponemos los dedos índices en los rabillos de cada ojo y estiramos hacia fuera, como si quisiéramos simular los ojos rasgados de un chinito. Cerramos los ojos 20 veces.

Nos ponemos serios para aliviar el surco de la nariz en la cara poniendo el dedo índice sobre los labios, los apretamos hacia dentro, entonces llenamos la boca de aire y apretamos el aire hacia los mofletes. Expulsamos el aire lentamente entre los dientes, pero ojo, a la vez apretamos con el dedo índice para que los labios se queden hacia dentro. Así veremos que nos cuesta mucho expulsar el aire en esta postura, lo expulsamos lentamente.

Para conseguir unos pómulos marcados: Ponemos los dedos índices en horizontal sobre el músculo que está justo debajo del pómulo. Lo encontraremos a continuación del hueso de este. Presionamos con el dedo horizontal hacia abajo suavemente. En esta posición, sonreímos sin abrir la boca para elevar el moflete y el pómulo. Mantenemos arriba el músculo durante un par de segundos. Nos relajamos y volvemos a repetir tres series de veinte ejercicios. Lo hacemos simultáneamente con los dos lados de la cara. Al sonreír es importante que no arruguemos el contorno de los ojos.