Alimentación en la infancia - Nutrición

miércoles, 3 de octubre de 2012

Alimentación en la infancia



Lo que entendemos como infancia se divide en cinco etapas diferenciadas. A cada etapa le corresponde una alimentación específica que redundará en un adulto sano.

La fase del lactante abarca desde que el bebé nace hasta que cumple su primer año de vida. Durante esta etapa la base alimenticia es la leche. Aunque la leche materna es la más idónea para el desarrollo del bebé, en ocasiones no es posible. Por ello, hay leches de fórmula que alimentan perfectamente al recién nacido. A partir de los seis meses, se empiezan a introducir otros alimentos como los cereales, el pescado, la carne, la fruta y la verdura, aunque la leche sigue su base alimenticia.


La infancia propiamente dicha abarca desde el año hasta los cinco años. A partir de aquí la aportación nutricional se diversifica respecto a la fase anterior. Entre los 12 y los 24 meses se normaliza el consumo de alimentos sólidos, acostumbrándose el niño a masticar. La energía que necesita tiene que cubrir en torno a un 15% de proteínas, un 50% de hidratos de carbono, y un 35% de grasas, repartiendo su ingesta en cuatro o cinco comidas al día. No hay que olvidar que deben consumir al menos medio litro de leche al día, o derivados como el yogur. Es en esta etapa cuando se deben establecer las bases de una alimentación saludable.

En la niñez (6-11 años), la pubertad (11-13) y adolescencia es necesario mantener el ritmo de cuatro o cinco comidas al día. Un buen desayuno incide favorablemente sobre el rendimiento escolar, ya que aporta la energía y los nutrientes para que el cerebro funcione correctamente. A media mañana, es interesante tomar un tentempié ligero como una fruta.

La comida se suele tomar en el entorno escolar. Es importante que los padres estén al tanto de lo que comen sus hijos diariamente para poder ofrecerles en la cena alimentos que se complementen bien con lo ingerido en el colegio.

En la merienda hay que evitar dar a los niños bollería industrial, ya que no es adecuada para su crecimiento. La cena debe ser ligera y con alimentos fáciles de digerir para que la digestión no interfiera en el descanso diario. Como último apunte, indicar que si los niños ayudan en la cocina, aprenderán a comer mejor.


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