Macrobiótica para vivir más - Longevidad, Nutrición

lunes, 26 de septiembre de 2011

Macrobiótica para vivir más



Hay cada vez más seguidores de este plan de nutrición; la dieta macrobiótica atrae tanto a los amantes de la alimentación natural como a quienes no están satisfechos con las propuestas de la industria alimentaria. Además de una dieta, la macrobiótica supone también un modelo de conducta.

La dieta macrobiótica tiene como fin alargar la vida y como objetivo el equilibrio personal. Es una forma extrema de vegetarianismo que se combina con ideas filosóficas. En griego macro significa largo, grande, y bios, vida. Otros fines de la macrobiótica son neutralizar la acidez de la sangre, producir el mínimo de residuos tóxicos y, finalmente, aumentar la vitalidad (y la vida) de las personas.


En la mesa macrobiótica existen estrictas reglas: no sentarse más de tres veces al día; cenar tres horas antes de irse a la cama; dar gracias antes y después de la comida; masticar por lo menos 50 veces antes de tragar. Otras normas aconsejan mantenerse física y mentalmente activos; ser humildes y comunicarse con los amigos y familiares cercanos.

El origen de la macrobiótica hay que buscarlo en Japón a principios del siglo XIX, cuando el filosofo George Osahwa añadió ingredientes de la filosofía zen budista a una dieta. Define la macrobiótica como el arte y la ciencia de la salud y la longevidad, según la interacción entre nosotros mismos, los alimentos que comemos, el estilo de vida que elegimos llevar y el medio en que vivimos.

Los alimentos se dividen en dos tipos: yin (pasivos) que son la mayoría de los nutrientes y las vitaminas del grupo B y C; y el yang (activos), que son las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) y la B 6. Los dos tipos deben estar equilibrados para lograr una buena salud física y mental.

La macrobiótica persigue la longevidad a través de los hábitos alimenticios de las personas. Aconseja el uso exclusivo de alimentos biológicos cultivados sin pesticidas. Diseña dietas que sostienen que lo vegetal y lo natural es lo sano. A diferencia de otras dietas, su finalidad no es adelgazar sino curar o prevenir más de 200 enfermedades entre las que están la diabetes, el cáncer, y algunos problemas de corazón. Pero, atención: existe el riesgo de anemia, puesto que las proteínas animales están descartadas.


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