El cortejo del conejo - Animales

martes, 27 de septiembre de 2011

El cortejo del conejo



La parada nupcial de los conejos comienza con una juguetona persecución de la hembra, que corretea delante del macho realizando frecuentes quiebros en su carrera, intercalada con repetidas pausas. Así empieza todo.

A la persecución le sigue la exhibición del macho, que consiste en caminar con las patas traseras estiradas, alejándose unos metros en esta forzada posición, para volver a ella siempre dándole la espalda a la hembra y repitiendo la operación tres o cuatro veces. Nosotros también nos pavoneamos, ¿o no?


Los cuartos traseros del macho permanecen elevados, debido a la diferente longitud de las extremidades, y muestran el blanco mechón de pelos que los recubre. La cola se mantiene erecta. Los machos completan la estimulación óptica que se produce en la hembra con estímulos olfativos, provenientes de la zona de la ingle en los conejos.

Tras este pavoneo, el macho puede rociar a la hembra con orina, a veces incluso desde un metro de distancia. La respuesta de la hembra a este "marcado" oloroso del macho varía desde la huida hasta la quietud más sumisa. También forman parte del rito nupcial los lametones del hocico y orejas o frotamiento de cabezas, tanto por parte del macho como de la hembra.

Algunos machos desairados por las hembras suelen escarbar furiosamente en la tierra. Esta descarga de energía acumulada para otros fines es un modo de conducta bastante frecuente cuando los animales se encuentran en situaciones que desde una perspectiva humana se pueden calificar de conflictivas o frustrantes.

Durante el periodo nupcial son abundantes los combates entre machos para conseguir aparearse. Utilizan también para intimidarse, pero con distinto significado al del cortejo, chorros de orina, o intentan castrarse a dentelladas.

Aunque no nos dediquemos a la cría de conejos, es interesante conocer el comportamiento de éstos en la época nupcial. Cuando la jerarquía queda claramente establecida, la vida de la colonia se hace mucho más tranquila y casi todas las disputas se dirimen mediante actitudes de imposición y sumisión.

¿De verdad somos tan diferentes los conejos y los humanos?

También te puede interesar:
El conejo como mascota
La liebre, animal de fábula
Destripar y pelar un conejo


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más