En cualquier estación del año necesitamos una bolsa para nuestras cosas. En verano, para llevar toallas y bronceador a la piscina o la playa; en invierno, podemos llevar una bolsa nueva decorada por nosotros y a nuestro gusto. Vamos a ver cómo se hace.
Doblamos un trozo de tela y pasamos un pespunte por todo alrededor. Metemos una cinta para hacer las asas de la bolsa, dejando en una punta unos 12 cm a cada uno de los lados. Podemos hacerlo también cogiéndolas con unos botones y así será más fácil sacarlas para lavar, pues son lo que más se va a ensuciar con el roce. Cosemos los botones en la bolsa y hacemos unos ojales en las tiras que nos sirven para asas de quita y pon. Lo aprendimos en técnicas básicas de costura.
Una vez tenemos hecha la bolsa, vamos a decorarla. Necesitamos unas pinturas en spray, además de la bolsa de algodón con un color liso, lavada y sin estampar. Para que los colores no se mezcle ni traspasen al reverso, colocamos entre las dos capas de tela de la bolsa un plástico.
Con la bolsa enrollada y dos botes de pintura en spray, uno más claro y otro más oscuro, aplicamos primero el claro y lo dejamos secar durante 30 minutos aproximadamente. Desenrollamos la bolsa y volvemos a enrollarla en otro punto. Aplicamos el segundo color y lo dejamos secar. Así podemos convertir una aburrida bolsa de tela en el centro de atención. Si nos gusta el colorido podemos seguir aplicando la técnica con otras pinturas de colores.