Vegetación del desierto - Naturaleza, Plantas

lunes, 23 de abril de 2012

Vegetación del desierto



En los desiertos no existe una estación de las lluvias. Las precipitaciones son escasas y mal repartidas; además, son irregulares, con menos de 100 mm anuales. Donde hay poca agua, la vegetación es pobre, y en el desierto, donde escasea, apenas llega a cubrir una pequeña parte del terreno.

Pero en el desierto, donde raramente llega la lluvia, germinan al momento pequeñas plantitas que se desarrollan pronto, florecen a los pocos días y, después de producir la semilla, se marchitan.


Cuando se produce en el desierto (por una rara circunstancia) la caída de un fuerte aguacero, las capas profundas del suelo se empapan y nace una vegetación que, aunque pobre, no deja de tener cierto interés e importancia.

Las plantas del desierto crecen muy diseminadas. Cada una de ellas necesita un espacio extenso para asegurar la búsqueda de agua a grandes profundidades, resistir prolongadas sequías, fuertes y abrasadores vientos, bruscos cambios de temperatura entre la noche y el día, sin notar la interferencia de otras plantas.

Necesitan evitar la transpiración y, con ella, la pérdida de agua almacenada. Sus hojas son verdaderas corazas evolucionadas en espinas que apenas traspiran. Otras veces las espinas tienen función defensiva frente a los roedores.

Sus raíces están muy desarrolladas y tratan de alcanzar las reservas de agua almacenadas en las capas más profundas. Su ansia de humedad llega a proyectar pelos chupadores en las hojas y en los tallos, con el fin de absorber rápidamente el agua del rocío antes de que se evaporen bajo los ardientes rayos del sol. Ejemplos de este tipo son los cactos y las chumberas.

Las plantas típicas del Sahara son el espino africano y el alcaparro. Donde el agua subterránea aflora a la superficie, se desarrolla la exuberante vegetación del oasis, presidida por la palmera datilera.

Las zonas desérticas por excelencia se sitúan a lo largo de dos círculos paralelos al ecuador. En el hemisferio norte, el desierto del Sahara se continúa por Arabia y el interior de Asia. En América ocupan el sur de los Estados Unidos y México. El hemisferio sur, más marítimo, tiene desiertos menos extensos pero tan importantes como el de Kalahari en África, el interior de Australia y el de Atacama en América del Sur.

Por cierto, ¿sabías que el desierto más grande de Europa se encuentra en Navarra, España?

También te puede interesar:
La vegetación del mundo
La serpiente de cascabel
Vegetación de alta montaña


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más