¿Quién dijo que no hay vida social en el coche? Muchas personas pasan buena parte de su tiempo conduciendo y, durante estos periodos, no están solas. Si hace unos días nos preocupamos de la economía y el medio ambiente, hoy nos fijamos en nuestra seguridad y la de quines comparten nuestra calzada.

La distancia de seguridad entre coches, según la DGT, es aquella que les permite parar en caso de frenada brusca sin chocar con el coche de delante, teniendo en cuenta la velocidad de circulación, las condiciones de frenada y la adherencia a la carretera.

Ante una frenada inesperada, primero tememos que asimilar la situación, para después actuar y, por lo tanto, frenar. Finalmente, el coche ha de responder ante la situación. En función de la velocidad a la que estemos circulando con el vehículo en ese momento, necesitaremos más o menos metros para detenernos.

Para saber cuál es la distancia más conveniente entre vehículos, Tránsito aconseja aplicar la regla del cuadrado. Por ejemplo si vamos a 90 Km/h, multiplicamos el 9 por si mismo (nueve al cuadrado): el resultado es 81 y estos son los metros que tenemos que dejar entre nosotros y el vehículo que tenemos delante.

Pero cuando estamos conduciendo, no es fácil calcular las distancias. Un buen truco es buscar un punto de referencia y, cuando el vehículo de delante lo supere, contamos mentalmente mil ciento uno, mil ciento dos (esto equivale a dos segundos).

Si hemos llegado al punto de referencia antes de acabar de contar éstos números, debemos aumentar la distancia para que sea de seguridad. No vale la pena jugársela por unos metros.