Moderación y longevidad - Longevidad, Nutrición

lunes, 6 de septiembre de 2010

Moderación y longevidad



En general, si los padres viven muchos años, los hijos también. Claro que no es una regla infalible, pero sí es una probabilidad alta que las estadísticas demuestran. Sin embargo, hay otro factor de longevidad todavía más elevado que la herencia: los hábitos de vida y, en especial, la moderación con la comida. Si alguien reúne todos esos factores, puede vivir más que la media.

Hace un tiempo se hicieron unas pruebas con ratones blancos para comprobar de qué manera influye la moderación en la duración de la vida. Estos roedores reaccionan a la dieta de forma muy parecida a como lo hacemos los humanos. Además, se ha comprobado que un periodo de diez días en la vida de un ratón blanco equivale a un año en la vida de una persona. Esto hace que los experimentos sean fiables y los cálculos, sencillos.

Experimentos con ratones blancos

De las pruebas se sacaron algunas conclusiones. Si alguien come todo lo que quiere, sin control, la duración de su vida será de entre 60 y 70 años. En cambio, si come solo lo necesario, más un pequeño margen de reserva, y escoge alimentos de calidad en una dieta equilibrada, puede llegar hasta los 80 años con las capacidades bastante enteras. Pero lo más curioso es esto: si come algo menos de lo necesario, se reduce un poco la capacidad de trabajo a cambio de prolongar la vida. Al parecer, el cuerpo se desgasta menos al tener que procesar menos alimentos.

Hay una verdad que queda muy clara: el desarreglo alimenticio contribuye a acortar la vida, mientras que el control en la calidad y cantidad de lo que se come, la alarga. Pero, como hemos visto, hay tres casos, no dos. Un factor que los puede explicar es la relación entre la alimentación y la actividad. En general, quien come demasiado, actúa poco; quien come bien actúa mucho, ya que tiene energía y agilidad; en cambio, quien come poco debe reposar más y, por tanto, se desgasta menos.


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