Arte Románico en la Vall de Boí - Cultura y ocio, Naturaleza

viernes, 24 de septiembre de 2010

Arte Románico en la Vall de Boí



Si salimos de casa y nos encontramos con las iglesias más bellas, los picos más altos, el agua como protagonista y los paisajes más atractivos, no hay duda: estamos en la Vall de Boí. En una zona privilegiada del Pirineo de Lleida, este valle es el municipio más extenso de la comarca de la Alta Ribagorza, un ecosistema de alta montaña simplemente espectacular.

La Vall de Boí está repleta de maravillas naturales, turísticas y culturales: el Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de Sant Maurici, con sus cumbres, ríos, lagos (¡más de 200!), cascadas y paisajes increíbles; las fuentes termales y balnearios de Caldes de Boí; la magnífica estación de esquí Boí Taüll Resort; y, sobre todo, las sorprendentes iglesias románicas, esparcidas por el valle, que forman un conjunto único en el mundo.

Sant Climent de Taüll en agosto del 2009

En la Vall de Boí encontramos ocho iglesias románicas y una ermita declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO: Santa Maria y Sant Climent de Tahül, Sant Joan de Boí, Santa Eulalia de Erill la Vall, Sant Feliu de Barruera, la Nativitat y Sant Quirc de Durro, L'Assumpció de Coll y Santa Maria de Cardet.

Las iglesias de la Vall de Boí son edificios de una o tres naves en las que destacan los campanarios, esbeltas torres de planta cuadrada que cumplían la función de vigilancia y comunicación entre el territorio. En el exterior de las torres encontramos frisos con dientes de sierra, bandas lombardas y arcos ciegos que decoran siguiendo un ritmo los ábsides y campanarios.

En el interior de las iglesias se pueden observar los conjuntos de pinturas murales, las tallas y los frontales de los altares con figuras que estaban destinadas a revelar los valores espirituales de la sociedad medieval a los habitantes del valle. Los techos se levantan sobre sillares de granito y envigados de madera.

Aunque originariamente pertenecía al condado de La Ribagorza, la Vall de Boí fue objeto de disputas hasta que pasó al condado de Pallars y, posteriormente, a la corona de Aragón. Durante los siglos XI y XII se desarrolló una intensa actividad constructiva que daría como resultado la creación de un conjunto excepcional de iglesias de estilo románico con influencias lombardas. El valle estuvo muy poblado en la Edad Media y algunos pueblos, como Taüll, llegaron a tener hasta cuatro iglesias.

Más información en el portal del Patronat de la Vall de Boí.


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