Las pieles masculinas y femeninas son distintas, principalmente, por el espesor, la firmeza y la secreción sebácea. La piel del hombre es más grasa que la de la mujer. Además, tiene más colágeno, por lo que está algo más protegida, pero menos hidratada.

La piel de los hombres es entre un 15% y un 25% más gruesa que la de las mujeres. Como es más firme, envejece más tarde; pero cuando alcanza este punto, el envejecimiento es mucho más brusco. Su piel es tan vulnerable frente a las agresiones externas e internas como la piel femenina. Por otro lado, la pérdida de elasticidad es más acelerada.

Seguir unos hábitos para una vida sana y equilibrada nos ayudará a combatir los factores que afectan de manera agresiva la piel masculina. Los más importantes son la edad, el cansancio, el estrés, la contaminación, la dieta desequilibrada, los problemas de salud, la falta de ejercicio físico, fumar y consumir alcohol. Estos factores son los mismos que afectan a la piel femenina, pero en los hombres tienen otra incidencia.

La piel de las mejillas y del cuello, al estar sometida al afeitado, tiene una mayor tendencia a la deshidratación y la sequedad. La barba crece 0,35mm al día. Durante el afeitado, un hombre realiza una media de 250 pasadas con la maquinilla sobre su rostro y sobre su cuello. Muchos hombres sienten tirones que agreden la piel y, a menudo, se cortan. Para después del afeitado necesitan una crema que hidrate la piel y la calme de las irritaciones.