Helecho, el organismo perfecto - Naturaleza, Plantas

lunes, 13 de febrero de 2012

Helecho, el organismo perfecto



Los helechos están entre los vegetales más antiguos que existen en nuestro planeta. Algunas especies han evolucionado, otras han permanecido sin apenas cambios durante millones de años. Acercarnos a estudiar estas plantas supone un avance hacia la comprensión de organismos vegetales más complejos.

En su estructura podemos observar la existencia de vasos conductores de savia que atraviesan la raíz, los tallos y las hojas. Incluso poseen su esqueleto de fibras que les permite mantenerse erguidos. Hay que admitir, sin embargo, que ni sus tallos, ni sus raíces, ni las hojas, tienen la perfección de las plantas superiores. Pero, sobre todo, les distingue de ellas algo fundamental: la carencia de órganos reproductores visibles o flores.


Los helechos tienen unas hojas, llamadas frondes, que se van desarrollando conforme crecen. En el envés se agrupan los esporangios que, al madurar, sueltan las esporas por las que se reproduce el helecho. Esta forma de reproducción es más antigua que la de las plantas con flores. Para que las esporas germinen hace falta mucha humedad.

Existían ya helechos en la Era Primaria, concretamente en el periodo llamado Devónico, hace más de 400 millones de años. Su momento de esplendor tuvo lugar en el Mesozoico, en la época de los dinosaurios, hace 65 millones de años. Helechos gigantes poblaron la Tierra de bosques inacabables. Con sus grandes hojas formaron el primer vestido que cubrió nuestro joven planeta. Actualmente han quedado reducidos a flora residual, ya que en su mayor parte no son más que plantas herbáceas.

Los más conocidos son el helecho macho, cuyo tallo subterráneo tiene varias raíces horizontales y brotes de sus nudos (rizoma); el polipodio, la felguera, el culantrillo de pozo o cabello de Venus, el helecho real o florido y el helecho marino.


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