Si tenemos sótano en una vivienda, tanto si lo vamos a utilizar como si no, conviene aislarlo adecuadamente para que el frío no pase a las plantas superiores. Por ahí se escapa la energía y, con ella, nuestro dinero.
Los techos y las paredes de cualquier sótano pueden aislarse recubriendo los huecos entre las vigas con tiras de fibra de vidrio o fieltro del mismo material. También con poliuretano expandido o con poliuretano espumado (poliester), pues permiten clavarlos con puntas de acero, e incluso adherirlos con cola de contacto.
Hacemos que las piezas queden ajustadas mediante el serrado. El sistema de adhesión se hace por medio de toques de cemento-cola. Pasando una regla por encima logramos nivelar las piezas.
En los techos vamos a poner cola de contacto diluida con un pincel. La repartiremos por todo el techo y sobre la placa con una llana o una espátula. Al poner las placas, dejamos un huelgo de 5 mm. Si queremos pintar o empapelar la superficie será necesario rejuntar con masilla. Si solo buscamos un mero aislamiento se, pueden dejar tal cual.
Si las tuberías no están protegidas se pierde un calor importante. Vamos a recubrir las tuberías de calefacción o de agua caliente que crucen el sótano. Con una espátula flexible de poliester se envuelven las tuberías, uniendo y asilando las juntas con cola de contacto. En los acodos se practican incisiones a modo de cuñas, para adaptar el material al interior del ángulo. El recubrimiento se realiza por vendaje al sesgo, a manera de hélice.
Se recubre el material aislante con cinta autoadhesiva y con una placa de cartón reforzaremos el aislamiento.