El monasterio de Siresa - Cultura y ocio, Naturaleza

lunes, 12 de julio de 2010

El monasterio de Siresa



El monasterio románico de San Pedro fue declarado Monumento Nacional en 1931. Se encuentra en Siresa, un pueblo situado en el valle de Hecho, en el corazón del pirineo aragonés. Hace poco estuvimos por allí, y vale la pena. Volveremos.

La Val d’Echo - su auténtico nombre, en aragonés - es uno de los valles más hermosos de los Pirineos, situado (o situada) al noroeste de la provincia de Huesca, en España. Siresa es la población ubicada más al norte del valle. A partir de ahí, una carretera estrecha y deteriorada, que después se convierte en pista, nos lleva a través de la “boca del infierno” (un cañón impresionante) hasta la selva de Oza, Guarriza y Aguas Tuertas. Otro día hablaremos de estos paraísos naturales.

Monasterio de Siresa

San Pedro de Siresa se construyó en el siglo IX, pero la iglesia que se conserva es del XI y fue reformada posteriormente. En sus orígenes, el monasterio estuvo vinculado a una antigua calzada romana que atravesaba el valle, comunicando Zaragoza con Francia, a través del Puerto de Palo. En este lugar se originó uno de los reinos más importantes de la Edad Media, el de Aragón.

Los monjes que habitaban el monasterio seguían las reglas de la obediencia, la caridad, la humildad y la solidaridad. En algún momento llegó a albergar a ciento cincuenta monjes. La fama de su extensa biblioteca traspasó fronteras, en especial, por contener obras de tradición grecolatina únicas, que no se habían conservado en otros lugares. Aquí fue bautizado y educado Alfonso I el Batallador que, una vez convertido en rey de Aragón, confirmó los privilegios y aumento las propiedades del monasterio.

El edificio es de grandes dimensiones: más de 30 m. de largo, 10 de ancho en la nave y 16 de alto en el ábside. Su planta es de cruz latina, con ábside semicircular y abovedado y el crucero es de tres tramos. El ábside tiene tres aberturas, que se combinan con arcos ciegos, interior y exteriormente, decorados tan sólo por cordones. Su aspecto interior también es sobrio, sin ninguna escultura en su construcción, algo muy raro en la zona y época.

El monasterio alberga una Virgen y el precioso Cristo de Siresa, de madera policromada, ambos del siglo XIII. También muestra interesantes retablos y pinturas de los siglos XV al XVIII. A destacar igualmente las dos pilas bautismales de jaspe.

Cuenta la leyenda que por San Pedro de Siresa pasó el Santo Grial, el cáliz que los católicos aprecian por ser el que utilizó Cristo en la última cena y al que se atribuyen propiedades curativas. El Grial se relaciona también con otras edificaciones religiosas cercanas a Siresa, como el monasterio templario de San Juan de la Peña, o la Catedral de Jaca.

Ver más sobre el monasterio de Siresa en:
Siresa - Rutas románicas por el Alto Aragón
Monasterio de San Pedro de Siresa


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