El abeto - Plantas

sábado, 14 de septiembre de 2013

El abeto



El abeto crece en zonas con abundantes lluvias y en las que no falte en verano la humedad del terreno. Le favorecen las laderas umbrías y le perjudican mucho las heladas tardías.

Encontramos bosques de abetos en altitudes comprendidas entre los 700 y 2.000 m. Su tronco es derecho, de color gris metálico y empinado en forma de columna; no tiene ramas en la parte inferior. La corteza del árbol es bastante lisa. La copa es piramidal, de forma cónica y oscura.

El abeto

Las hojas del abeto tienen forma de aguja aplanada y larga, de color oscuro y el envés blanquecino. Son perennes. Sus frutos, las piñas, son estrechos y alargados de forma cilíndrica y formada por escamas o "brácteas", que son caducas. Las piñas se descomponen liberando los piñones.

El abeto puede llegar a medir 50 metros de altura y tener un perímetro de 6 metros. La madera del abeto es ligera, blanca y poco resinosa, elástica y resistente. Con ella se fabrican piezas de guitarras, violines, pianos, las tapas superiores de estos instrumentos musicales.

Del abeto y de distintos pinos obtenemos, también, trementina o aguarrás, un líquido incoloro, altamente volátil y de un olor característico. Disuelve los aceites naturales y sintéticos. También disuelve las ceras y la mayoría de las resinas.

Su aceite es un importante antiinflamatorio natural, además de ser un tónico revitalizador y ayuda al sistema respiratorio. Es un antitusivo natural, útil en el caso de enfermedades respiratorias.

En la aromaterapia, el aceite esencial de abeto es utilizado habitualmente como vigorizante, da energía en momentos de gran agotamiento físico y psíquico.


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