Color y luz para vender - Vida social

viernes, 20 de septiembre de 2013

Color y luz para vender



La tienda, el cliente y la marca tienen mucho que contarse entre ellos. En un escaparate elegimos la historia para explicar, de humor (que siempre funciona), de guiños a la nostalgia, al pasado feliz de los compradores, o a la actualidad. En periodos concretos el tema ya viene determinado, como en Navidad.

Para desarrollar una idea se da rienda suelta a la creatividad, sin perder de vista las técnicas del escaparatismo, como colocar el producto en el centro óptico de atracción, en el centro de nuestras miradas, posibles compradores.

Color y luz para vender

Un escaparate tecnológico llamará la atención del público decorado con colores azules y blancos, se recomienda que tenga una luz fría. Los escaparates de ropa son recomendables con una luz media de beis y cremas; y las tiendas de alimentación una luz cálida (del naranja al rojo).

Con el color podemos transformar un escaparate en grande o pequeño, frío o cálido, llamativo o discreto. Por ejemplo a los ojos de los que miramos el escaparate, el color blanco agranda los espacios, el negro elimina perspectivas y el rojo se sale de la fachada de la tienda, súper-agranda.

La seducción en un escaparate se logra tanto por armonía como por contraste. Una joya puede exhibirse sobre una roca y un alimento sobre acero.

Los materiales para decorar el escaparate tienen implícita una carga emotiva: la frialdad de los metales, la calidez de la madera, la suavidad de la seda... Estos materiales provocan diversas sensaciones según las estaciones del año. Mientas el acero y el cristal dan la sensación de frescura en el verano, en invierno aumentan la sensación de frío.


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