Una espalda relajada - En forma

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Una espalda relajada



Desgraciadamente, nuestra espalda sufre cargas psicológicas, además de físicas, a las que nunca hemos prestado gran atención. Si a partir de ahora nos fijamos en cualquier signo de alarma de nuestra espalda y lo atendemos, nos sentiremos mucho mejor.

Si al realizar este ejercicio aparecen dolores de cualquier tipo en espalda o piernas, lo dejamos de hacer y consultamos al médico. Si podemos seguir con él, una vez finalizado el ejercicio colocamos la espalda en una colchoneta en posición recta. Intentamos aliviar y fortalecer la musculatura de la espalda. Además entrenaremos la musculatura de la pelvis para una correcta posición corporal.


Empezamos cerrando los ojos y centrando toda nuestra atención en la espalda. Colocados ligeramente en posición de lordosis (curvamos la parte de la columna cercana al cóccix, una curvatura exagerada de la posición lumbar inclinada hacia adentro), mientras colocamos la pelvis hacia delante. Notamos la sensación de relax en la zona lumbar de la columna vertebral.

Mantenemos esta posición de cinco a siete segundos, mientras respiramos con normalidad. Soltamos el estiramiento de repente. Vamos soltando todas las tensiones despacio, hasta que estemos completamente relajados. Durante un minuto, procuramos que toda nuestra percepción sea la relajación que siente nuestro cuerpo. Repetimos nuevamente el ejercicio.


Ayúdanos a compartir esta entrada:
| Más