La rata es un mamífero perteneciente a la familia de los roedores. Entre la cabeza y el cuerpo tiene una longitud de 8 a 30 cm, más los centímetros de la cola, que varía entre 8 y 20 cm. La rata doméstica puede convertirse perfectamente en un animal de tres palmos, fácil de domesticar.
Las ratas son animales de cuerpo compacto y una "laaaarga" cola escamosa. La cabeza de la rata es afilada y sus dientes tienen un crecimiento continuo, ya que se van desgastando con el uso.
Son roedores de dieta omnívora. Las ratas se lo comen todo, sea alimento vegetal o sea carne. Son animales muy resistentes que, si proliferan a sus anchas, pueden llegar a convertirse en una plaga y transmitir enfermedades. Pero hablamos de la rata doméstica, que tenemos en casa, a la que limpiamos y cuidamos procurándole unas atenciones y siguiendo con ella unas normas de higiene.
Las ratas son animales inteligentes, que pueden llegar a conocer su nombre y a reaccionar ante la llamada. Hay un tipo de rata que es ideal para tener en casa como mascota, ya que es fácil de cuidar, muy sociable y aprecia la compañia de las personas. Machos y hembras son diferentes, ellas son mucho más activas y juguetonas.
Necesitan una estancia grande, una jaula de barrotes de alambre. Cualquier otro material durará poco por la acción roedora de sus dientes. Con la jaula de barrotes les facilitamos una correcta ventilación, pero debemos evitarles las corrientes de aire, pues son muy sensibles a las afecciones pulmonares. Les ponemos un lecho de serrín, nunca de virutas de pino o de cedro, ya que las muerden y podrían ahogarse. Hay que limpiar la jaula de forma completa, al menos, una vez por semana.