Hace una semana hablamos de los ácidos grasos omega 3, de los beneficios que estos aportaban a nuestra dieta y de como contribuían a bajar el colesterol malo sin disminuir el colesterol bueno. Hoy hablamos de los ácidos omega 6, que disminuyen el colesterol malo y también el bueno.

Los ácidos omega 6 tienen propiedades beneficiosas para la salud de la piel, las articulaciones, el equilibrio hormonal femenino y previenen la impotencia. También contribuyen a mejorar el funcionamiento del aparato circulatorio, puesto que previenen la formación de coágulos en las arterias, disminuyen lentamente la presión arterial y fluidifican la sangre.

Los ácidos grasos omega 6 protegen contra ataques cardiacos, derrames cerebrales y anginas de pecho. Además tienen la capacidad de incrementar las trasmisiones eléctricas del músculo cardiaco, por lo que regulan su ritmo y previenen algunas enfermedades, tales como las arritmias.

Hay que tener en cuenta que un aporte excesivo de estos ácidos, entorpece las funciones de los ácidos graspos omega 3. Pero la deficiencia de omega 6 ocasiona el retraso en el crecimiento, problemas en la reproducción y lesiones en la piel.

Los ácidos grasos omega 6 se encuentran en el aceite de girasol, de maíz, de onagra, de borraja y en las pepitas de la uva.